Espacios universitarios, como laboratorios vivos

Se pretende lograr un consumo de alimentos que sea sustantable y a la vez sano. Foto: cortesía CoUS.
Según la académica universitaria Nancy Merary Jiménez Martínez, en México se generan 120,128 toneladas de basura al día, lo que en un año reúne el equivalente a 82 veces el lleno del Estadio Azteca, 300 millones de toneladas de ésta se constituyen de plástico, de las cuales sólo se recicla el 3 % (Ciencia UNAM, 2018); es por ello, que hemos impulsado la generación de consciencia sobre la disminución de su uso, con proyectos inmediatos que impactan la vida cotidiana de los estudiantes dentro del campus.

Tal es el caso de las experiencias piloto de medición y reducción del consumo de energía, con el apoyo del Laboratorio de Redes Eléctricas Inteligentes del Instituto de Ingeniería, en la ENTS y la FCPyS; además, a fin de reducir el consumo de botellas de agua, que presionan cuerpos de agua y generan gran cantidad de residuos, se han instalado dispensadores del vital líquido en esas entidades, y próximamente se instalarán en la Facultad de Arquitectura y en zonas de Las Islas y el Geopedregal.

También se ha iniciado la instalación de un humedal artificial en la Facultad de Química, que tratará una gran proporción de las aguas residuales generadas en dicha entidad, que hoy se vierten al acuífero sin ser tratadas. Este proyecto será un espacio para la realización de prácticas e investigación sobre tecnologías para un uso responsable del agua, que al replicarse ubicará a la UNAM como ejemplo de buena gestión y uso del agua.

En el manejo de los campus se mantiene una visión muy amplia, en la que la construcción de sustentabilidad requiere poner en marcha soluciones creativas a los problemas ambientales y de uso de recursos, aprender a partir de la práctica e impulsar soluciones basadas en la colaboración y los esfuerzos colectivos, es decir, en la creación y fortalecimiento de comunidades de aprendizaje. De este modo, concebimos a los espacios universitarios como laboratorios vivos, en los que se echan a andar nuevas prácticas y se tejen nuevas relaciones en torno a la construcción de sustentabilidad. En los distintos proyectos y tareas impulsados desde el área de Campus Sustentables de la CoUS, el interés y la participación de estudiantes, trabajadores y académicos ha sido un gran aliciente y una fuente constante de inspiración.

Al inicio de nuestro quehacer encontramos que, en distintas entidades de la UNAM, como el CCH Oriente, la FES Iztacala y la FES Cuautitlán, hay formas ejemplares de captación de agua, huertos urbanos, áreas verdes, manejo de residuos y reducción del consumo de energía, impulsadas y sostenidas, fundamentalmente a partir de los esfuerzos de grupos de universitarios. Aprendiendo de ellos hemos buscado avanzar en iniciativas de campus sustentables.

La instalación de los jardines de polinizadores en la Facultad de Psicología, la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), la ENES Juriquilla y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS), han sido celebraciones de trabajo y aprendizajes conjuntos. La restauración del camellón vecino a la DGAE y al CENDI de CU, un área de 5,000 metros, representativa del ecosistema del pedregal de San Ángel, se ha impulsado a partir de los esfuerzos de las dependencias vecinas al área y del voluntariado. Este es un proyecto piloto de restauración ecológica y participación social que puede replicarse en otras áreas del campus central. Allí, con base en la participación, un área muy degradada ocupada como “tierra de nadie” se convierte cada vez más, en un espacio de aprendizaje, convivencia e identidad universitaria, donde cada vez más se encuentran los alumnos del Cendi acompañados de sus familias y estudiantes que reciben sus títulos.

El trabajo en torno al consumo sustentable es un área en la que se promueve a la vez que sea saludable para los universitarios, pero también un campo de construcción de sustentabilidad desde la UNAM, propiciando que la comunidad universitaria realice consumo de alimentos libres de contaminantes, agroquímicos y conservadores a partir de esquemas de consumo solidario de los productos de pequeños productores que realizan procesos de agricultura y producción de lácteos con conservación de los suelos, la agrobiodiversidad, las coberturas forestales y la diversidad biológica, y que realizan un buen manejo del agua.

Los dos proyectos de la CoUS en esta área son: el Mercado Universitario Alternativo, espacio multifuncional en el que cada mes se dan cita alrededor de 12 productores rurales del Suelo de Conservación de Ciudad de México, ahí se imparten talleres y charlas, y se realizan actividades artísticas y deportivas. El otro se refiere al impulso del consumo de la comunidad universitaria de café sustentable, el principal producto de los agricultores indígenas mexicanos y el cual es reconocido como uno de los de mayor calidad en el mundo. Ambas iniciativas son posibles gracias a la experiencia y compromiso de la Tienda de la UNAM.

También podría gustarte