Homenaje póstumo a Gerardo Hebert Vázquez Nin

Es importante reconocer una vida dedicada a la enseñanza y comprometida con la investigación: Annie Pardo Cemo

Foto: archivo Gaceta UNAM.

En su primer aniversario luctuoso, el científico Gerardo Hebert Vázquez Nin (1939-2023) fue recordado por familiares, colegas, amigos y exalumnos como un académico cuya sencillez y entusiasmo por compartir sus conocimientos fueron cualidades heredadas por quienes tuvieron la oportunidad de convivir con él y que ahora tienen el privilegio de transmitirlos a las nuevas generaciones.

En el homenaje póstumo al científico universitario –formador de varias generaciones de estudiosos en área de la biología–, organizado por la Facultad de Ciencias (FC), donde impulsó la fundación del Laboratorio de Microscopía Electrónica, Annie Pardo Cemo, profesora emérita de esa Facultad, mencionó que es importante reconocer una vida dedicada a la enseñanza y comprometida con la investigación.

Gerardo Hebert Vázquez Nin, junto con Olga Echeverría Martínez, fundaron dicho laboratorio, “en la época en que Ana María Cetto fue directora, quienes con su sólida formación académica, clara vocación docente y significativos hallazgos científicos influyeron en el desarrollo de la biología celular en la Facultad de Ciencias”.

Considerado un experto mundial en la ultraestructura de la meiosis, sus investigaciones “contribuyeron también, entre otros aspectos, al conocimiento de gránulos pericromatianos, demostrando, mediante estudios citoquímicos, inmunocitoquímicos y autorradiográficos ultraestructurales, que dichas partículas contienen RNA mensajeros maduros”.

Recalcó que, en esa época, la investigación en facultades y escuelas “se desarrollaba como una actividad de resistencia –léase semiclandestina y sin apoyo–, ya que la evolución histórica de la UNAM concentró en centros e institutos la labor de creación del nuevo conocimiento”.

Dijo que, en 1988, Vázquez Nin elaboró, coordinó y fundó el plan de estudios e implementó la infraestructura de la especialidad en microscopía electrónica aplicada a las ciencias biológicas, la primera en México y de muchos países de Latinoamérica, cuyos frutos son significativos, ya que los egresados se han incorporado al campo laboral en diferentes instituciones, tanto educativas como de salud e investigación.

Rosaura Ruiz Gutiérrez, exdirectora de la FC, resaltó la importancia de recordar “la vida y obra de nuestro colega y amigo, quien se consagró de manera brillante tanto a la investigación científica como a la docencia, las cuales atraviesan 50 años de historia de la Facultad”.

Sin duda, la huella que ha dejado en la Facultad es profunda, “un legado que no sólo contribuyó a forjar muchas de las fortalezas y logros de los que goza hoy nuestra institución, sino también de su porvenir. En efecto, su trabajo fue, al mismo tiempo, innovador y perdurable, y de ello rinden testimonio sus no pocos aportes a su propio campo disciplinar: la biología celular, cuyo estudio impulsó en México de manera fundamental con la introducción de la microscopía electrónica”.

Dicho esfuerzo culminaría en la fundación del Laboratorio de Microscopía Electrónica del Departamento de Biología, y más tarde el de la Facultad de Medicina, ambos de la UNAM. Su trayectoria está marcada por una visión del quehacer científico, en el que el desarrollo de la investigación precisa tanto de un hondo compromiso con la docencia como de una implicación activa en la conformación de las instituciones educativas.

Catalina Naumis Peña, académica del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información, hizo referencia a la bonhomía de Vázquez Nin, quien, establecido en México cuando estalló la dictadura militar en Uruguay, en 1973, “se ofreció como nexo para que sus amigos uruguayos llegaran a la academia mexicana, se dedicó incansablemente a ayudarlos y proporcionarles la información que necesitaban”.

En tanto que Edna María Suárez Díaz, coordinadora de la Unidad de Enseñanza del Área del Conocimiento de Biología de la FC, evocó que Vázquez Nin fue una de las personas más cariñosas y generosas. “Trabajé con él en la implementación del plan de estudios de 1996, fue un apoyo enorme. No podemos pensar en Gerardo sin hacer referencia al microscopio electrónico: él es el hombre y su instrumento”.

En el homenaje póstumo participaron también Luis Felipe Jiménez García, académico de la FC, y Olga Margarita Echeverría Martínez, compañera de vida de Vázquez Nin, quienes develaron la placa con el nombre del profesor emérito por su valiosa labor como catedrático por más de 50 años en la entidad académica.

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