Los museos, sitios de encuentro, confrontación e intercambio de ideas

En el Día Internacional de los Museos, Julio García, especialista del MUAC, recordó que en estos espacios los límites estrechos de las conversaciones se ensanchan

Los museos son sitios de encuentro, pero también de confrontación y discusión; en estos espacios públicos ocurre el intercambio de ideas contrarias y contradictorias, tan necesario en estos tiempos, afirma Julio García Murillo, subdirector de Programas Públicos del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

En ellos, la dicotomía de “buenos y malos” no es lo único que ocurre; ahí, los límites estrechos de las conversaciones se ensanchan, asegura en entrevista a propósito del Día Internacional de los Museos, que se celebró el 18 de mayo.

De acuerdo con el experto, esta fecha no debe ser sólo un proceso conmemorativo, sino más bien una oportunidad reflexiva en torno a ese “invento moderno” creado en el siglo XVIII y los retos contemporáneos que enfrenta.
Debe servir, además, para que la sociedad los defienda frente a los embates que sufren en países como el nuestro, con recortes presupuestales por parte de los gobiernos.

García Murillo recalca que la definición de los museos se ha ido modificando cada cierto tiempo; además han adaptado y cambiado sus formas de trabajo en relación con los procesos sociales, políticos y económicos que los rodean.
Su objetivo principal es siempre el público visitante; pero tienen diversas funciones: reunir, conservar y exhibir las colecciones respectivas, a las que se suma otra importante, que es investigar. Por ello, es un acierto que esta conmemoración lleve por tema en 2024 “Museos por la educación y la investigación”, subraya.

Al momento de la invención de los museos modernos, ligados con frecuencia a universidades, como la de Oxford, Inglaterra, su labor principal fue educativa. “Eran espacios, al igual que la escuela, paradigmáticos para hablar de procesos educativos”.

En la actualidad su figura adquiere un grado de concreción específica en un lugar como el MUAC, el cual además de albergar una colección forma parte de la Universidad Nacional. En ese sentido se encuentra en una especie de bisagra, en la que cuenta con procesos escolarizados pero donde los saberes no reglados por un currículo académico también pueden ocurrir.

En cuanto a la investigación, detalla García Murillo, se desarrolla de distintas maneras; cada uno de los curadores que trabaja en el recinto indaga para las exhibiciones temporales, así como para el cuidado de las colecciones artísticas, documentales y de diseño.

Esos procesos se realizan a partir de los programas académicos y pedagógicos con lo que cuenta. “De manera permanente en el MUAC tenemos seminarios de investigación impartidos por profesores de la Universidad y especialistas que trabajan desde esquemas no escolarizados”.

De igual manera, cátedras y proyectos como la historiografía del arte latinoamericano, crítica del arte y su relación con la imagen, o el diseño moderno y contemporáneo, por ejemplo. Asimismo, se desarrollan proyectos en los cuales la investigación de campo forma parte de la producción de saberes no especializados, expone.

Se trata de una actividad que es amplia y poco conocida. “Para que la labor expositiva sea posible, se requiere todo ese enramado de relaciones con distintos tipos de saberes que establece un museo”, asevera Julio García.

El curador e historiador del arte explica que un museo universitario se distingue de otros en primer lugar porque está ligado a una estructura académica que le permite establecer relaciones con distintas facultades. Además, tiene la misión de resguardar los acervos de una institución, algunos de ellos de más de 500 años de antigüedad, como es el caso de los museos de la UNAM.