“Sigo en pie y fuerte”

“Hace dos años me veían retirada y hoy cumplo 150 partidos portando los colores de Pumas”. Así inició la charla Dirce Delgado, con una sonrisa que refleja su experiencia y el cariño que tiene por el Club Universidad Nacional. La defensora se ha convertido en uno de los estandartes del equipo en los casi cinco años en los que ha jugado para la institución.

Llegó a Pumas en 2019, luego de ser pionera de la Liga MX Femenil con Toluca, donde estuvo dos años y medio. A 150 encuentros de ese momento, la zaguera recuerda con nostalgia los instantes que le han tocado vivir con la camiseta de las auriazules.

“La mística que me comentaron cuando iba a llegar a Cantera no la viví hasta que recorrí cada uno de sus rincones. La cereza en el pastel fue jugar y quedarnos en Ciudad Universitaria. Para mí es el fruto de mi trabajo y mi disciplina. Es muy fácil decirlo, pero si te pones a echar cuentas hay muchos momentos buenos y malos detrás que han valido la pena. No concibo llegar a 150 partidos portando la playera de Pumas, he aprendido mucho”, aseguró la central universitaria.

Dirce Delgado cumplió el centenar y medio de juegos durante el último compromiso de Pumas en el torneo regular del Clausura 2024, en el que las auriazules golearon a Querétaro en el Olímpico Universitario. Al concluir este encuentro, la defensora registró su cuarto torneo con Pumas en el que jugó todos los partidos del certamen, una marca que justifica la constancia en su trayectoria. Sin embargo, también ha vivido instantes difíciles en su carrera.

“Los momentos más significativos en mi trayectoria son buenos y malos. En los buenos está la sensación de estar frente al público en diferentes estadios y que toda una afición te vea. También ha habido otros duros. Las ocasiones que he estado en la banca hacen que vea desde otro enfoque las situaciones. Gracias a todo he tenido la humildad de querer aprender y mejorar”, explicó.

Delgado debutó como futbolista profesional al borde de los 30 años, en una Liga MX Femenil que era incipiente. Antes, la jugadora enfocó su vida desempeñándose en otras actividades ligadas al turismo y al atletismo. “Es muy distinto competir en otros ámbitos. Yo no sabía que en ese momento me estaba preparando la vida para estar aquí. La institución viene a reforzar mis valores. Es hacer clic a lo que venía haciendo. Con el futbol hubo momentos diferentes durante mi vida. Mantener la humildad y los valores, y seguir representando la playera de Pumas son las cosas que más han significado para mí”.

Protectora

Luego de la decena de torneos en Pumas, su función en el equipo se ha convertido en ser la protectora del grupo. Incluso, sus compañeras la visualizan como una figura materna que las aconseja dentro y fuera de la cancha.

“Mi rol es ser una mamá dentro del equipo. Sé que no me harán caso siempre, ya pasé por ahí, pero trato de darles un ejemplo de que si hacen ciertas cosas saldrá mejor. No insisto porque nadie escarmienta en cabeza ajena, pero trato de alivianarles el trancazo que en su momento viví o pude haber vivido. Tengo ese instinto, se los he dicho, soy mamá sin hijas”, sentenció.

Una de las enseñanzas más grandes que el futbol profesional ha dejado para ella es la gratitud, ya que dedicarse día a día a este deporte es algo que le servirá por el resto de su vida. “En algunos años estaré muy agradecida por ejercer el futbol de manera profesional porque eso me llevó a cuidarme en muchos sentidos. Mi vejez puede ser de calidad gracias a estar aquí”.

Sobre su porvenir, la jugadora de 37 años tiene una visión peculiar de lo que le espera. “No me gusta hablar sobre eso. El futuro es de locos. Quiero estar preparada para lo que venga en unos años. Me veían retirada y no fue así. Sigo en pie y fuerte. Lo principal es actualizarme y prepararme para el mañana”, concluyó Dirce Delgado, la estandarte de Pumas, con centenar y medio de juegos en su espalda.