Prevenir el plagio significa educar

El plagio es una conducta antiética sobre la cual son poco efectivas las sanciones, pues lo que se necesita es prevenirlo y comenzar desde los niveles básicos de educación escolarizada para generar una cultura de la autoría y la integridad, opinó Bernardo García Camino, académico de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

“El plagio es un problema de falta de integridad que implica dos conductas: la apropiación indebida de ideas o de textos, y el engaño diciendo que éstas son mías, es decir, presentando algo ajeno como propio”, precisó.

Invitado al Seminario del Grupo Integridad Académica del Programa Universitario de Bioética (PUB) de la UNAM, el doctor en Derecho consideró que sancionar después del plagio no siempre es suficiente para reparar el daño, mientras que prevenir antes de que suceda es una medida que fomenta una cultura respecto a ese hecho tan generalizado en las esferas académicas.

“Prevenir el plagio significa educar, incluir en todas las asignaturas de metodología de investigación la integridad científica, rediseñar instituciones y vigilar incentivos”, examinó.

En un evento en línea moderado por Blanca Rocío Muciño Ramírez, investigadora del PUB, y Pastora Melgar Manzanilla, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, García Camino alertó que México es el sexto país más corrupto del mundo, en el cual impera una amplia impunidad.

“El plagio es una forma de corrupción en la ciencia y en la academia, y cada vez se develan más casos en la nación, aunque sólo se atiendan algunos cuando hay personajes públicos involucrados”, señaló.

En contraste, explicó que ser autor concede prestigio académico, social, y en algunos casos, ganancias financieras a los investigadores y sus colaboradores.

También podría gustarte