Mejorarán conformadores nasales transquirúrgicos simetría de nariz de pacientes con labio hendido

Creados en la UNAM con un fin cosmético para mejorar su autoestima y calidad de vida

En la Facultad de Odontología de la UNAM crearon unos conformadores nasales con un fin cosmético, pero no para tener la nariz respingada, sino para corregir secuelas posquirúrgicas en pacientes con labio y paladar hendido.

En México, uno de cada 750 niños nacidos vivos padece esa malformación craneofacial congénita, que es una de las más comunes en el mundo, dice el doctor René Jiménez Castillo, protesista maxilofacial de la UNAM.

El labio y paladar hendido es además un problema de salud pública. Quien lo padece no sólo tiene problemas de alimentación, habla y audición, sino también de autoestima, por lo cual afecta su calidad de vida.

Esta anomalía craneofacial se produce durante el desarrollo embrionario y consiste en fisuras en el labio, en el paladar o en ambos.

El paciente con labio y paladar hendido debe someterse a varias cirugías durante su vida. Sin embargo, pese a las nuevas técnicas quirúrgicas y tratamientos para corregir la malformación, persiste un problema: la nariz se deforma al realizar las cirugías de cierre de fisuras.

“De 10 pacientes que se operan, 8 o 9 quedan con ese defecto”. Como el cartílago y la piel de la nariz son tejidos blandos, durante el proceso de cicatrización se van deformando y “queda una asimetría marcada” en las fosas nasales.

Ya hay en el mercado dispositivos ortopédicos que durante las cirugías se introducen en las fosas nasales para ayudar a que la deformación de la nariz no sea tan pronunciada.

En México se utilizan conformadores nasales antes de la cirugía de cierre del labio con buenos resultados. Sin embargo, los orificios nasales no llegan a tener una forma completamente simétrica, porque al tener memoria el cartílago y al estar poniendo y quitando los conformadores nasales pre o post quirúrgicos, ese tejido blando tiende a recuperar su posición deformada.

Para romper la memoria del cartílago y lograr una mejor simetría en las fosas nasales, en la Facultad de Odontología se crearon unos conformadores nasales ortopédicos transquirúrgicos para pacientes con secuelas de labio y paladar hendido.

El doctor Jiménez Castillo, quien utiliza prótesis para la reconstrucción de defectos adquiridos o congénitos, dice que los diseñó anatómicamente para que “cumplan su función” sin que tengan que retirarse durante las seis semanas del proceso de cicatrización.

Los conformadores nasales ortopédicos transquirúrgicos creados en la UNAM, además de aprovechar “el rompimiento de la resiliencia del cartílago”, pueden ser aseados y mantener cierta posición del ala nasal, sin que ésta se colapse después del proceso de cicatrización. Además, la anatomia o forma de los conformadores permite el paso del aire para una buena respiración. También son removibles para su higiene; así se evitan infecciones por las secreciones y la acumulación de microorganismos.

En cambio, los conformadores nasales comerciales son pequeños, cortos y flexibles, teniendo que ser suturados para colocarlos “en la posición adecuada”.

Los conformadores fueron diseñados por Jiménez Castillo para fabricarse en juegos: chico, mediano y grande, derecho e izquierdo.

A diferencia de los comerciales, fabricados de silicón o de caucho, los conformadores de Jiménez Castillo están hechos de metil metacrilato, material que ya está aprobado por la UNIPREC (Unidad de Investigación Preclínica).

El metil metacrilato es un plástico acrílico cuyo uso en medicina data de muchos años, en particular por dentistas y neurocirujanos, para el relleno de los defectos óseos del cráneo.

En la UNIPREC de la Facultad de Química se hicieron todas las pruebas preclínicas de seguridad a los conformadores: de toxicidad y de biocompatiblidad.

Aunque ya están en proceso de patente, para fabricarlos se requiere de una empresa que los produzca bajo “buenas pruebas de manufactura”, y que cuente con la aprobación de la Cofepris. En eso “estamos obstruidos” por la pandemia y la falta de presupuesto.

Jiménez Castillo quiere fabricar los conformadores nasales “para que los tenga todo mundo”. La mayoría son importados y su costo es elevado. Por eso espera que los suyos sean de bajo costo, porque muchos niños que tienen paladar y labio hendido son de familia de escasos recursos y fueron pensados para complementar las necesidades de la gente que no tiene posibilidades.

El beneficio de este conformador, diseñado exclusivamente para el ala nasal, es cosmético. El paciente con secuelas de labio y paladar hendido suele tener baja estima, por la afectación tan evidente. Corregir ese defecto que ya no puede ser tratado con cirugía, pero si con estos conformadores ortopédicos transquirúrgicos, mejorará mucho su autoestima y su calidad de vida.

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