A las demandas, la UNAM responde transformándose

Hace un lustro, en 2020, se creó la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM (CIGU) con el objetivo de institucionalizar y transversalizar las políticas de igualdad en esta casa de estudios. A las demandas en el tema, la Universidad ha respondido transformándose, afirmó su titular, Norma Blazquez Graf.
Al participar en el programa Violeta y oro, una producción de la CIGU y Radio UNAM, que en esta ocasión llevó por tema “CIGU: cinco años construyendo igualdad”, la funcionaria explicó que se han registrado una serie de cambios importantes a nivel institucional y de contenidos de la investigación. Pero no sólo se trata de asignaturas nuevas, sino que en todas las áreas se ha impulsado la visibilización de la participación de las mujeres en la generación del conocimiento.
La universitaria rememoró que hechos como la creación del Programa Universitario de Estudios de Género, que se transformó en el actual Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), han permitido el avance del feminismo académico institucional, “que tiene muchos núcleos”.
La CIGU se crea también en un contexto internacional en el cual se remarca la necesidad de que haya igualdad de género en las instituciones de educación superior y de investigación. “En el caso de la UNAM también hay un contexto activista”; el movimiento comenzó en los años 70 con el Grupo Autónomo de Mujeres Universitarias, en la Facultad de Psicología, de los primeros que propuso que se atendiera la violencia de género en la Universidad; y continuó en 2019, cuando un movimiento estudiantil hizo un llamado para atender ese fenómeno. La situación propició que se comenzara a dar una respuesta institucional.
En el Consejo Universitario se formaron comisiones, primero de Equidad, ahora denominada Comisión Especial de Igualdad de Género (CEIG), que han impulsado cambios importantes en la legislación universitaria y en las estructuras de gobierno. “Uno de ellos es esta Coordinación”, relató.
Además, la Universidad es un referente para otras instituciones. Hoy hay una red de instituciones de educación superior “que estamos unidas para impulsar estos cambios, para que existan protocolos de atención a la violencia, lineamientos para impulsar la igualdad de género”.
Desde que se creó la CIGU, en 2020, se armó una estructura importante para permear a todas las entidades y dependencias. Por ejemplo, las Comisiones Internas de Igualdad de Género (CInIG) facilitan la escucha de las problemáticas de cada instancia para darles respuesta.
Además, están las personas orientadoras comunitarias, autónomas, independientes, voluntarias y con capacitación especial en la CIGU para que puedan orientar, atender e informar a las comunidades cuando hay casos de violencia de género, detalló Blazquez Graf.
También hay un programa de trabajo con hombres, donde se intenta que los universitarios, funcionariado, administrativos, profesorado y estudiantes, sean conscientes y cómplices con las mujeres en mejorar las relaciones, y evitar la violencia, la exclusión y la discriminación, entre otros, expuso.
En la segunda parte del programa, también emitido por la frecuencia de Radio UNAM, Leticia Cano Soriano, profesora y exdirectora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, consideró que “cuando hablamos de institucionalizar, hablamos de visibilizar una perspectiva tan importante, la de género, y de cómo nos reconocemos en el día con día”.
La extitular de la CEIG mencionó que en la institución “vamos colocando el tema como parte importante de la vida universitaria”. En el Plan de Desarrollo Institucional de la Rectoría resaltan dos temas centrales: la perspectiva de género y la sostenibilidad. Se ha planteado que la UNAM debe seguir siendo una institución donde no falte la perspectiva de igualdad de oportunidades, de género, y la sostenibilidad.
Ana Buquet Corleto, exdirectora del CIEG y actual investigadora visitante en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid como parte de su año sabático, refirió que propuestas que venían presentándose desde hace décadas alcanzaron su concreción en 2020, cuando se creó la CIGU y se lograron reformas estatutarias muy importantes, entre ellas, los artículos que se refieren a la violencia de género, al Tribunal Universitario, y el cambio que dio lugar a la actual Defensoría de los Derechos Universitarios, Igualdad y Atención de la Violencia de Género.