Diálogo con estudiantes de Prepa 4

“¿A qué se dedica un historiador? ¿Y de qué vas a vivir?”

Encuentro con Claudia Garay Molina, especialista del IIE, sobre inclinaciones profesionales, como parte del programa Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades, Ciencias Sociales y Artes

Foto: Dirección General de Divulgación de las Humanidades.

Alumnos de la Escuela Nacional Preparatoria 4, “Vidal Castañeda y Nájera”, sostuvieron un encuentro con Claudia Garay Molina, especialista del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), como parte del programa institucional Jóvenes hacia la Investigación en Humanidades, Ciencias Sociales y Artes.

En un grupo de 21 estudiantes, 33 % dijo querer dedicarse a estudiar arte o historia del arte, y la actividad giró en torno a las decisiones tomadas por la investigadora, su evolución y experiencia en esa área.

Abril, de 17 años, desea estudiar artes visuales en la Facultad de Artes y Diseño; ya lo externó en casa, pero recibió este comentario de parte de su padre: “Bueno, pero un médico gana más”. Sin embargo, ella comparte que el arte es algo que desde muy pequeña se le ha dado y le encanta hacer ilustración.

La experiencia de Claudia Garay no fue diferente a lo que está viviendo Abril. Inició la licenciatura en el año 2001, y cuando informó a sus padres su decisión de estudiar historia fue muy impactante para ellos. “Me enfrenté a ese primer prejuicio ante las carreras de humanidades”, compartió con los estudiantes.

“¿A qué se dedica un historiador?, ¿en qué vas a trabajar?, ¿de qué vas a vivir?”, esos fueron los primeros cuestionamientos a los que se enfrentó Garay con su familia. Sin embargo, la ahora doctora no desistió.

Claudia Garay tenía una inquietud: quería dedicarse a la investigación y estaba interesada en la forma en que se construye el conocimiento. Su inclinación hacia la historia se forjó con los relatos que le contaba su abuelo, además de los periódicos, recortes, fotografías y objetos que guardaba y que representaban para su nieta una experiencia de investigación.

La hoy doctora en Historia del Arte lleva líneas de investigación sobre arte, educación y política en la primera mitad del siglo XX en México; estudia las redes artísticas e intelectuales, así como la circulación de publicaciones periódicas y exposiciones a nivel trasnacional.

El punto de inflexión también lo dieron sus maestros de historia de México y de historia universal, por lo que recomendó a los jóvenes aprovechar a sus profesores y acercarse a ellos con preguntas e inquietudes.

Ella habla por experiencia. En el primer semestre de la carrera en la UNAM, se acercó a la doctora y docente Josefina Mac Gregor, que impartía Introducción a la Historia, para externarle que no se sentía cómoda con una clase y su recomendación fue determinante.

Lo que Claudia Garay quería como estudiante era encontrar nuevas perspectivas sobre sus asignaturas. La académica acercó a la estudiante a Renato González Mello, uno de los grandes expertos en el muralismo mexicano.

Las grandes inquietudes de Garay como estudiante trazarían su camino. González Mello se convertiría en su asesor en la licenciatura, la maestría y el doctorado; de su mano se enfrentó a la historia del arte y a las posibilidades de esa profesión. A través del acompañamiento de sus maestras y maestros, Garay, como joven estudiante, fue construyendo su línea de investigación desde los estudios de la cultura visual.

Por otro lado, Garay Molina también recomendó la experiencia en servicio social, prácticas profesionales y trabajo, ya que “hay una madurez que solamente en el trabajo se adquiere”.

Garay Molina hizo un recorrido por su experiencia en el campo de la historia del arte y compartió con el alumnado descubrimientos tales como que muy joven entendió que la gente imagina a los investigadores científicos encerrados en laboratorios para hacer experimentos, mas “para los historiadores del arte los museos se convierten en laboratorios y objetos de estudio para la investigación”.

Con su experiencia en los museos fue consolidando sus líneas de investigación y las herramientas metodológicas que se forjan especialmente con la experiencia. Uno de sus primeros temas de estudio fueron el arte y educación en el México posrevolucionario, los cuales le abrieron muchas puertas.

La investigadora exploró con los estudiantes de la Preparatoria 4 los diferentes campos de acción que se tienen en la historia del arte. Dijo, por ejemplo, que así como hay la posibilidad de la investigación y la docencia, también existe la de trabajar en los museos como curadora, lo que permite hacer narrativas y relatos visuales en los muros de esos espacios.

Ana Paula, estudiante interesada en las artes visuales, consideró que la actividad fue importante, porque puede estar cerca de académicas y académicos que comparten su pasión por la historia del arte.

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