El Servicio Sismológico Nacional (SSN), a cargo del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, ganó el Premio Nacional de Protección Civil 2020 en la categoría de prevención.
De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación “el jurado propuso otorgar esta distinción al SSN por la información que genera en materia de sismos”.
Para la jefa del SSN, Xyoli Pérez Campos, el galardón representa honrar el gran compromiso que tiene el personal que colabora y ha coadyuvado en la institución. Su entrega es total, “en cuerpo, alma y corazón”, permanente e incansable, las 24 horas del día de todos los días del año.
La distinción que le otorgó el gobierno de México es muy importante para la labor que inició a principios del siglo pasado y que se potenció en las últimas dos décadas: registrar, almacenar y distribuir datos del movimiento del terreno para informar sobre la sismicidad del país a las autoridades y a la población en general, además de realizar investigación en torno a ese fenómeno.
Este premio es también para la Universidad Nacional y el IGf, cuyo compromiso es permanente para mantener y mejorar la tarea del sismológico, abundó la destacada científica.
Para el director de esa entidad académica, Hugo Delgado Granados, se trata de un reconocimiento a la labor titánica que efectúan los integrantes del SSN, de manera continua, responsable y con los más altos estándares.
Servir a la nación
Actualmente, en el SSN colaboran 28 expertos, técnicos académicos y analistas, a quienes se suman tres integrantes de personal de base, organizados en tres grupos principales: uno, el de Instrumentación y mantenimiento, es el responsable de que funcionen las 95 estaciones sismológicas instaladas en todo el territorio nacional, explicó la doctora en Geofísica por la Universidad de Stanford.
Otro, el de Sistemas y telecomunicaciones, está a cargo de la comunicación entre esas estaciones y el Centro de Monitoreo, en Ciudad Universitaria, a través de enlaces satelitales, Internet o radio, así como de operar los servidores de adquisición, almacenamiento y procesamiento de datos. De igual manera, maneja las redes sociales y administra la página electrónica; es decir, se encarga de que autoridades y población sepan, en tiempo y forma, en dónde se produjo un temblor y su magnitud.
Finalmente, el de Análisis de datos revisa de forma continua las señales de las estaciones; cuando identifica que una corresponde a un sismo, determina la localización y magnitud, y genera los reportes. También actualiza de manera constante el catálogo sísmico de la página.
A ese equipo, refirió Pérez Campos, se suma una persona encargada de coordinar las actividades de divulgación y difusión, y otra de asuntos jurídicos. Se trata de un conjunto de ingenieros electrónicos y eléctricos, en computación y en sistemas, instrumentistas, físicos, ingenieros geofísicos con posgrado en sismología, y una abogada, todos ellos “gente extremadamente comprometida, entregada, con la camiseta bien puesta, responsables y conscientes del compromiso que tienen con la Universidad y con la nación”.
Todo ese personal, apuntó el director de Geofísica, presta un servicio a México que es fundamental, estratégico y de gran prioridad nacional. “Justamente ahí está el valor intrínseco de tener infraestructura y recursos humanos que, de manera responsable, están al pendiente de que el servicio funcione como un reloj”.
A través de las décadas, el SSN progresó y evolucionó con ayuda de los académicos de Geofísica, en particular de su Departamento de Sismología. “Debemos pensar que, si no tuviéramos al sismológico, si no aportara el epicentro de los temblores cuando son grandes, las acciones gubernamentales de protección civil no podrían llevarse a cabo”, destacó.
“Sabemos que hay un sismo porque todo mundo se sacude, pero dónde fue el epicentro es indicativo de que las zonas pobladas más cercanas pueden estar dañadas de manera importante”, precisó Delgado.
La labor del servicio, además, permite el estudio de los sismos y ello deriva en mejores prácticas para hacer el diseño de infraestructura, no solamente casas o edificios, sino puentes o carreteras; es decir, posibilita conocer cómo se comporta el suelo en determinada zona donde se levantará una construcción, y tomar todas las medidas de prevención adecuadas, dijo.
Además, como parte de la UNAM, forma recursos humanos; tiene un programa de becarios, de ocho a 12 por semestre, que apoyan las tareas de los analistas y contribuyen a la operación continua del SSN, recalcó Xyoli Pérez.
También recibe alumnos para servicio social de carreras como Ingeniería, Ciencias de la Tierra, Física, Geografía, Artes y Diseño, o Ciencias de la Comunicación, que trabajan en los diferentes equipos; y hay un programa de prácticas profesionales en el cual se reciben estudiantes de otras universidades.
Asimismo, cuenta con tesistas que desarrollan trabajos en torno a la sismicidad de una zona específica de la República, instrumentación, sistemas, entre otros; y un diplomado para profesores de bachillerato, del cual ya se graduaron tres generaciones y que incluye temas como física del interior de la Tierra, sismología, instrumentación, además de tecnologías de información y comunicación en un centro de monitoreo.
En 110 años de historia, sólo en una época muy corta, de unos cuantos meses, no se publicó de forma regular la información que generó el servicio. Ello ocurrió durante la Revolución. No obstante, se tienen los registros y datos, porque se mantuvo la operación de las estaciones. Eso es muestra del compromiso para mantener la continuidad de las operaciones, sin importar lo que pase, incluso, pandemias.
En las últimas décadas ha habido un significativo impulso gubernamental e institucional para que el SSN se modernice, crezca y se posicione como uno de los sismológicos más importantes de Latinoamérica, y para que sea reconocido mundialmente.
Mucho por trabajar
Queda mucho por trabajar, y “un premio como este no es para sentarse y vanagloriarse de lo logrado, sino un compromiso más fuerte para seguir dando respuestas a la nación y hacerlo cada día mejor y con mayor eficacia”, sostuvo Xyoli Pérez.
El Premio Nacional de Protección Civil es sumamente relevante y ser acreedores a él representa el valor de la aportación directa que los sectores académico y científico ofrecen a la comunidad.
Para Delgado, “nunca ha sido tan válida la frase de que la nuestra es la Universidad de la Nación, como en estos momentos en que el galardón reafirma que el Sistema Sismológico Nacional y esta casa de estudios hacen un aporte fundamental a toda la sociedad”.