Alegría, nervios, satisfacción… emociones de los nuevos universitarios

Llenos de ánimo, con ganas de aprender y esperanzas están listos para iniciar sus actividades escolares en la Universidad, adquirir otros conocimientos y contribuir a engrandecer el nombre de la institución

Fotos: Diana Maldonado.

La UNAM abre las puertas para el inicio de las actividades académicas y recibe a los estudiantes de nuevo ingreso, quienes llegan con nervios, pero también con la alegría que les supone iniciar su formación universitaria.

Arribar a esta casa de estudios no fue sencillo, aseguran, pues lograrlo implicó esfuerzo y constancia en su paso por el nivel medio superior.

Ahora se enfrentarán a un mayor reto educativo, un objetivo que se plantearon años atrás, por lo que están seguros de que podrán aprovechar todas las oportunidades, herramientas y conocimientos que la Universidad les brinda al cursar la licenciatura.

Tienen entusiasmo para conseguir la adaptación que les permitirá adentrarse a la carrera que en algún momento soñaron estudiar, una ilusión que hoy se les hace realidad en sus vidas.

Otro hogar

La Universidad no será lo único nuevo, ya que algunos de ellos tuvieron que mudarse dede sus estados de origen a Ciudad de México. Es el caso de Diego Cid González, quien proviene de Oaxaca. El recién ingresado a la carrera de Lengua y Literaturas Hispánicas, en la Facultad de Filosofía y Letras, sostiene que siente orgullo y ansias de iniciar sus clases.

“Mudarme a Ciudad de México es parte de mi ambición y me ayudará a salir de mi zona de confort. Haber llegado aquí me da la oportunidad de conocer a otras personas, quienes, estoy seguro, me apoyarán en este camino”, precisa.

Una historia similar es la de Emiliano Cruz García, de la licenciatura de Matemáticas en la Facultad de Ciencias, quien se mudó de Toluca, Estado de México, a la capital del país, y afirma que este cambio es fuerte porque implica estar lejos de su familia. “Sin embargo, será parte de mi proceso de maduración respecto a que dependeré de mí mismo. También me siento entusiasmado porque podré expandir mis conocimientos y tendré nuevas metas en mi vida”.

Cruz García añade que desde que estaba en la preparatoria anheló estudiar en esta institución debido a que comenzó a escuchar y a leer que varios investigadores o egresados de la UNAM eran docentes o hicieron contribuciones importantes y han sido acreedores a premios Nobel. Eso, y que su familia también estudió la licenciatura de Matemáticas, fue su principal motivación.

Trabajo duro y constancia

Dormir poco, estudiar cansado, correr al trabajo y luego a la escuela, era la rutina diaria de Fernando Eduardo Ramírez Morales, quien entró a la carrera de Urbanismo, en la Facultad de Arquitectura.

Cuando el alumno cursó la preparatoria, tuvo que trabajar en una fábrica de cocos para solventar sus gastos; eso no fue impedimento para que fuera un alumno ejemplar y lograra mantener su buen promedio.

“Desde que estaba en la secundaria, mantuve firme mi sueño de entrar a la UNAM. Estar aquí me hace sentir tranquilo y feliz de que cumplí una meta de vida, aunque sé que implica que debo esforzarme mucho”, puntualiza.

Descubrir su vocación

Hallar la licenciatura de sus sueños no fue fácil para Adam Rodrigo Ortiz Zarco, quien entró por examen a la carrera de Ingeniería Química Metalúrgica, de la Facultad de Química, pues anteriormente cursó la licenciatura de Psicología, también en la Universidad Nacional.

“Psicología es una licenciatura muy interesante. El poco tiempo que la estudié obtuve muchos conocimientos, pero después de un largo proceso de análisis me di cuenta de que lo mío es la química, y ahora que estoy en lo que verdaderamente me apasiona me siento muy cómodo”, refiere.

Pese a que siente temor, está motivado de estudiar el área que siempre le ha apasionado, aunque le tenía miedo por ser algo nuevo.

Por su parte, Paulina Pina Hernández cursará la carrera de Actuaría en la Facultad de Ciencias. Años atrás, la alumna pensó en elegir medicina, pero cuando estudió la preparatoria se percató de su pasión por las matemáticas.

Entonces, se esforzó para salir con buen promedio y lograr entrar a la Universidad mediante pase reglamentado. “Tengo certeza de que pondré todo mi empeño porque la Universidad no será fácil, pero siento mucho privilegio de estar aquí”.

Romper estereotipos académicos

Enfrentarse a los complejos sobre la elección de su licenciatura fue un desafío para Luz Elena González Laguna, pues eligió Ingeniería Civil, en la Facultad de Ingeniería y se cuestionó constantemente estudiarla, al ser de las pocas mujeres en esa área.

“Llegué a sentir incomodidad al pensar que hay más hombres, pero mi hermano, quien también estudió la carrera, me ayudó a no enfocarme en esa situación. Ahora me siento segura y honrada de estar aquí y ser una mujer que se está atreviendo a cursar esta área”, expresa.

Estudiantes pioneros

Rogelio Rodríguez Aguilar, de la Facultad de Economía, es el primero de su familia en iniciar su preparación académica en esta Universidad y lo decidió así por el plan de estudios de la carrera de Economía y el nivel académico que tiene la UNAM.

“Siento satisfacción de estar aquí porque sé que me gané mi lugar y estoy cumpliendo uno de mis deseos para mi formación profesional”, asegura.

Otra de las alumnas que es la única de su familia en estudiar una licenciatura en la institución es Melanie Sofía Flores Paredes, de la Facultad de Psicología. Eligió la carrera, pues sabe que las enfermedades mentales afectan a las personas en su día a día y quiere ayudarlas.

“Estoy nerviosa porque todo es desconocido para mí, los cambios siempre me han dado miedo, pero estoy segura que éste es uno de los mejores, ya que superé mis límites personales”.

Óscar Gael Perea García, de la licenciatura de Ingeniería en Telecomunicaciones, de la Facultad de Ingeniería, también es el primer estudiante UNAM de su entorno familiar. Pese a que se siente preocupado por los nuevos retos que tendrá, asegura que será tenaz para no rendirse en este camino que conlleva otro nivel de aprendizaje.

Egresados, una motivación

Grecia de León Velázquez, de la Facultad de Química, relata que gran parte de su familia es economista y ellos fueron su guía para estudiar en la UNAM.

“Desde la primaria, mi hermana estudiaba en esta institución y me contaba lo que hacía, además me prestaba sus cuadernos y sus libros. Todo eso influyó para que yo quisiera entrar aquí. Ahora me siento muy dichosa y agradecida”, indica.

La influencia familiar también fue clave para Denisse García Azucena, de Lengua y Literaturas Hispánicas, de la Facultad de Filosofía y Letras, ya que la animaban a entrar a la UNAM desde su experiencia propia, pues el ser egresados de esta institución les abrió camino a buenas oportunidades laborales.

Futuros prometedores

A consideración de Julieta González, de la carrera de Urbanismo, y de María Fernanda González Carrillo, de la licenciatura de Diseño Industrial, ambas de la Facultad de Arquitectura, al estar en la UNAM se siente que todo el esfuerzo valió la pena, y que cada vez están más cerca de su objetivo: prepararse profesionalmente para construir un futuro exitoso.

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