Hábitos que recuperar
Alimentación sana y ejercicio, herramientas contra la diabetes
La actividad física disminuye el azúcar en la sangre y la resistencia a la insulina
La diabetes es uno de los problemas de salud que más dañan a la población mexicana, pero el ejercicio y los buenos hábitos alimenticios forman parte de una fórmula que cuenta con el potencial de revertir drásticamente la situación.
“Esa combinación más un buen médico pueden cambiar la realidad de este país”, afirmó Héctor Serrano Mendoza, residente de segundo año de la especialidad en Medicina de la Actividad Física y Deportiva de esta casa de estudios durante una transmisión por Facebook Deporte UNAM.
“Una práctica constante de ejercicio mejora la capacidad del músculo para captar glucosa (disminuye azúcar en la sangre) y aminora la resistencia a la insulina. Además, al hacer una musculatura sin tanta grasa se eliminan propiedades malignas, eleva la respuesta a la sustancia segregada por el páncreas y la condición cardiovascular es más eficiente; pero aún más, al producirse estos cambios físicos es posible que la autoestima se eleve. Todo esto debe acompañarse con planes alimenticios adecuados a la persona”, abundó.
Según diferentes encuestas nacionales de salud en los últimos años, poco más de 10 por ciento de la población mexicana tiene diabetes y no toda está diagnosticada, por lo cual la enfermedad no es tratada debidamente. Este mal no llega de improviso, tiene una antesala llamada síndrome metabólico o síndrome x, en la que, al igual que en la diabetes tipo 2, también hay resistencia a la insulina.
“La mala alimentación, el alcoholismo, el tabaquismo y el sedentarismo asociado a la falta de ejercicio, algo recurrente en estos tiempos de pandemia, pueden ser factores para que el síndrome metabólico aparezca y posteriormente se desarrolle diabetes. Los detonantes van a ser el exceso de ingesta calórica y no tener actividad física, lo cual hará que las grasas aumenten y el cuerpo tenga reacciones inflamatorias, ocasionando así la resistencia a la insulina”, apuntó Serrano Mendoza.
“La forma más adecuada para combatir este síndrome x es efectuar cambios, tanto en la alimentación como en los hábitos del ejercicio. Si bien las condiciones de la gente son diferentes, los médicos nos debemos empeñar en generar un cambio en todos los sectores de la población”, dijo el especialista adscrito a la Dirección General del Deporte Universitario.
La personalización es clave en la planeación de estrategias que ayuden a combatir la diabetes. En cuanto a la activación, no todas las personas pueden cumplir ciertas exigencias; sin embargo, cada una debe ser capaz de armonizar cinco principios aeróbicos y de fuerza, según sus necesidades y capacidades: frecuencia, intensidad, tipo, tiempo, volumen y progresión. Ante esto, es válido realizar un deporte, siempre y cuando haya constancia y disciplina en su práctica.
“Si nosotros aprendemos a alimentarnos sanamente sustituyendo la comida chatarra por fruta o ingerir los antojos de manera moderada y no diaria, podemos evitar que el problema se agrave”, recalcó Héctor Serrano.