Alta supervivencia de empresas incubadas en la Universidad

Estos proyectos, surgidos de aulas o laboratorios, pueden concretarse mediante el sistema InnovaUNAM, señala Eduardo Urzúa, director de Emprendimiento Universitario de la CVTT

En México, de cada 100 establecimientos 52 mueren en menos de 24 meses, de acuerdo con datos del INEGI de 2019. En contraste, 90 % de las empresas incubadas en la Universidad, mediante el sistema InnovaUNAM, ha sobrevivido más allá de los dos años.

Y es que el nuestro es un país de inventores. Según el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, de 2011 a 2022 se concretaron 110,714 patentes, modelos de utilidad y diseños industriales, con un promedio de 9,226 invenciones por año. Para celebrar esta creatividad, cada 17 de febrero se conmemora el Día del Inventor Mexicano en recuerdo de Guillermo González Camarena, quien ideó un método para transmitir televisión a colores cuando los programas eran en blanco y negro.

A fin de fomentar la inventiva nacional, la Universidad cuenta con InnovaUNAM, un programa que brinda a cualquier integrante de su comunidad (estudiantes, docentes, investigadores, trabajadores y egresados) la oportunidad de incubar proyectos de la más diversa índole, siempre que aporten conocimiento nuevo o agreguen valor al ya existente.

A decir de Eduardo Urzúa Fernández, director de Emprendimiento Universitario en la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica (CVTT) de la UNAM, el objetivo de este sistema es “llevar las propuestas de los universitarios al mercado mediante procesos de emprendimiento que permitan madurar ideas surgidas en nuestros laboratorios o aulas con el fin de generar empresas u organizaciones que aporten tecnología y conocimientos útiles para la sociedad”.

En este escenario, InnovaUNAM ha ayudado a incubar 137 empresas constituidas y 131 se encuentran en este camino. Además, se cuenta con 112 patentes concedidas a la UNAM, a través de la CVTT, tan sólo entre 2020 y 2024.

Tipos de iniciativas

Para ser incubado en InnovaUNAM todo proyecto debe tener un componente de innovación, es decir, ser un producto, servicio, diseño, proceso, método, organización o modelo de negocio nuevo o mejorado que genere o añada valor a los existentes, a fin de atender una necesidad real o percibida de la sociedad.

En este sistema pueden incubarse cuatro tipos de iniciativas: 1) De base tecnológica: provenientes de conocimiento nuevo con un componente de propiedad intelectual; 2) De tecnología intermedia: derivados de conocimiento existente; 3) De servicios profesionales o culturales: iniciativas que dan asistencia en ámbitos profesionales (de índole médica, por poner un ejemplo) o culturales (música, teatro, etcétera) y proveen algún tipo de diferenciación con miras a ser sostenibles; y 4) De innovación social: que responden a una necesidad de algún grupo vulnerable, involucran a los beneficiarios de la solución o los incluyen en el servicio ofrecido.

Desde 2009, InnovaUNAM ha impulsado diversas propuestas universitarias. “Todo comienza con un taller de emprendimiento en el que ponen a prueba sus ideas mediante modelos innovadores que permiten validarlas”, explica Urzúa Fernández.

El siguiente paso es generar un modelo de negocios innovador para luego proponer el proyecto ante un comité (integrado por 20 incubadoras distribuidas en varias facultades y escuelas de la Universidad). En esta etapa se evalúa su pertinencia y se determina si será apoyado. De ser así, la iniciativa deberá buscar llegar al mercado con el objeto de conseguir ventas de manera constante (de tres a seis meses) para graduarse.

Al hacerlo puede haber transferencia tecnológica, es decir, que las empresas licencien la tecnología –la Universidad la cede y, a cambio, recibe regalías–, lo que genera un beneficio para la UNAM.

Camino complicado

La CVTT –a la que pertenece el programa InnovaUNAM– ha respaldado 70 proyectos en su proceso de incubación, de los cuales 58 se han graduado con éxito en los últimos cuatro años. “El 90 por ciento de quienes lo consiguen permanecen más de dos años en el mercado. En términos de emprendimiento y estadísticas del ecosistema es un número alto, porque se trata de un camino complicado”, expone Urzúa.

Tal cifra supera la media, pues de acuerdo con datos de la Demografía de los Negocios 1989-2019, del INEGI, para 2019, de cada 100 establecimientos que nacían 52 morían antes de cumplir los 24 meses.

Además, en cuatro años la CVTT ha atendido los requerimientos de empresas privadas y organismos de gobierno gracias a la vinculación con áreas de la UNAM con experiencia y conocimiento para aportar soluciones. Con las intervenciones universitarias, nueve entidades de esta casa de estudios obtuvieron ingresos extraordinarios.

Laidetec trabaja con inteligencia artificial y máquinas humanoides. Foto: Erick Noxpanco.

Avance tecnológico

Hernando Ortega Carrillo es jefe de la Oficina de Vinculación del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), un universitario que ha desarrollado tecnología en beneficio de la sociedad y el sector privado mediante su empresa, Laidetec, actualmente en proceso de incubación en el sistema InnovaUNAM.

“En nuestra empresa tenemos patentes, software e innovación, sobre todo en inteligencia artificial (IA), pero nosotros nacimos en la UNAM.”

En las instalaciones de Laidetec se ha desarrollado una prótesis en 3D que ayudó a un perro a caminar –tras haber perdido una de sus patas– y una plataforma robótica de desinfección para eliminar patógenos de cualquier superficie. Además, ahí se fabrican robots diseñados según las necesidades de sus clientes y se rentan máquinas humanoides (elaboradas por ellos) para la industria del marketing.

Uno de sus proyectos más novedosos –y que podría poner en marcha dentro del IIMAS– es una IA capaz de leer textos y aprender de ellos para, después, conversar con personas desde una tableta o celular.

“Las aplicaciones son múltiples. Por ejemplo, toda esa gente deseosa de saber más de la UNAM o de alguna de sus entidades, y que viene a nuestras exposiciones o foros, podría charlar con esta inteligencia mediante uno de nuestros robots, o hacerlo en sus hogares tras escanear un código QR con algún dispositivo móvil.”

En este escenario se ha planteado instalar en el IIMAS una serie de tabletas para brindar información a quien le interese saber más sobre el Instituto, sus instalaciones, investigadores o desarrollos. “Es importante mostrar lo que nuestra comunidad puede hacer como ejemplo y motivación para otros”.

Plan de vida

Para Eduardo Urzúa, la razón de ser de InnovaUNAM es producir nuevas vías de empleabilidad entre la comunidad universitaria; hacer que lo desarrollado en las aulas y laboratorios llegue tanto a la sociedad como al mercado; proponer soluciones, y generar recursos económicos y fuentes de ingreso en el país.

“Si hay ganas de llevar esto adelante, aquí los formamos, los ayudamos y generamos el modelo de negocio, siempre y cuando tengan la voluntad de afrontar el emprendimiento como plan de vida”, subraya.

Por su parte, desde su cubículo del IIMAS, Hernando Ortega invita a los universitarios a hacer realidad sus ideas innovadoras. “Nos esforzamos para que las nuevas generaciones apliquen sus conocimientos y elaboren proyectos benéficos en favor de la comunidad, gobierno e industria privada”.

En esta tarea, el trabajo con académicos y estudiantes para que se vinculen e incuben es fundamental. “Los conocimientos aquí generados pueden usarse en beneficio de la sociedad; además, las invenciones realizadas aportan recursos”.

Por ello, Ortega convoca a los diferentes organismos de la UNAM, sector productivo y de gobierno a acercarse a la Oficina de Vinculación del IIMAS con el objetivo de conocer más sobre las distintas propuestas tecnológicas disponibles y elegir la más acorde con sus necesidades.

Los servicios de InnovaUNAM son gratuitos y ofrecen una diversidad de apoyos, entre los que están: un fondo para contratar a profesionales que ayuden en el desarrollo del proyecto, asesorías y visitas con inversionistas dispuestos a respaldar la iniciativa, así como un boletín semanal que promueva las propuestas incubadas y sus actividades en general.

Para conocer más sobre convocatorias y requisitos del programa se puede ingresar a: https://innova.unam.mx/

Ilustración: Andrés Otero.
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