Alumnos crean juguetes apropiados para niños con discapacidad

Alumnos de la Facultad de Ingeniería (FI), supervisados por Michelín Álvarez Camacho, diseñaron los prototipos de un laberinto y un tablero para insertar piezas geométricas que podrán ayudar en la rehabilitación de niños con parálisis cerebral.

Son atractivos y para juego en conjunto, dijo la investigadora del Centro de Ingeniería Avanzada de la FI.

El laberinto es un juego multijugador con el que los infantes logran hacer combinaciones de pasadizos (se pueden desprender y colocar en otras hendiduras) por donde hacen circular una “caniquita” y jugar a sacarla.

Para un niño sano de hoy, aunque no haya jugado a las canicas, es fácil sujetarla y sacarla, pero para alguien con parálisis cerebral o con discapacidad en el agarre fino, “no lo es tanto”.

Mejorar su habilidad con los dedos, que hacen una pinza fina para tomar cosas pequeñas, los ayuda, por ejemplo, a escribir, a vestirse o a comer de manera autónoma.

Además los favorecerá en fortalecer los brazos y mantener el equilibrio: para que circule la canica tienen que agarrar, cargar e inclinar el laberinto montado en una caja con tapa transparente y desmontable.

Esta motilidad o agarre grueso, señaló la doctora Álvarez Camacho, vigoriza sus brazos, el pecho y la espalda, para que puedan cargar objetos, como una charola o una jarra, así como abrir un cajón.

En el tablero, pensado para que inicialmente aprendan a identificar e insertar figuras geométricas, se puede jugar también damas chinas e incluso ajedrez, ya que tiene 64 casillas para colocar reyes, reinas, alfiles y las otras piezas del juego de origen hindú.

Este juego, también multijugador, da fuerza a los brazos y ayuda a la coordinación ojo-mano, ya que el niño tiene que girar las piezas de colores y ver que embonen en la geometría correcta y luego insertarlas. Como es un tablero grande, robustece también el abdomen, pues para jugar el niño necesita agacharse y estirarse.

Estos juguetes han sido pensados para promover la convivencia con otros infantes, con quienes podrán divertirse y convivir mano a mano en dichos juegos de estrategia.

Otro de los requerimientos que tomaron en cuenta los alumnos para estos diseños, fue la parte cognitiva, pues hay pacientes con distintos niveles de inteligencia. Así que, tener un juguete que les posibilite explorar el entorno sensorialmente, ayuda a estimular al niño.

“No hay impedimento en lo que tienen que avanzar a su edad”. Por lo anterior, se intentó que el juguete crezca con el niño, mencionó Álvarez Camacho, adscrita al Departamento de Sistemas Biomédicos de la FI.

Aunque un menor con parálisis cerebral reciba distintas terapias en el día, se puede aprovechar el tiempo que pasa en el hogar, para continuar con sus objetivos de rehabilitación. Con estos juguetes, los papás no necesitan estar todo el tiempo supervisándolos y les permite hacer otras tareas en casa, mientras sus hijos con parálisis cerebral se fortalecen y divierten con algo seguro.

También les sirven a otros que requieren vigorizar miembros superiores (por una amputación tienen que usar prótesis para rehabilitarse) y a los que tienen cierta discapacidad visual.

Ya que se concluya con la comprobación del funcionamiento de los prototipos, se podrían también proporcionar a los papás el diseño y la información necesaria para que ellos mismos los fabriquen.

Buena postura

Otra meta de Álvarez Camacho es lograr que los niños tengan buena postura. Si están bien sentados, además de evitar contracturas, tienen posibilidad de ver “hacia adelante y hacer muchas cosas”.

Primero “queremos que crezcan con una postura adecuada y con cierta fortaleza”. Después diseñaremos otros juegos para robustecer miembros inferiores, con el apoyo de estudiantes de la carrera de ingeniería en sistema biomédicos, quienes pueden desarrollar tecnologías para ayudarles en actividades como gatear y caminar, para que practiquen algún deporte (futbol) o para facilitar su traslado al hospital, a la escuela o al trabajo y sean productivos.