Congreso Internacional del Parícutin, 80 años

Análisis del vulcanismo monogenético y del geopatrimonio

Incluye diversas sesiones científicas, actividades culturales, charlas de divulgación y excursiones geológicas y arqueológicas

El 20 de febrero de 1943 nació el volcán Parícutin en un campo de cultivo de Michoacán. El lugar de su nacimiento, crecimiento y ocaso fue en la meseta purépecha dentro del campo volcánico de Michoacán y Guanajuato, sitio donde ya había más de 1,100 volcanes.

“Para los científicos, artistas e historiadores fue un acontecimiento único, pero para los habitantes de los pueblos cercanos como Parícutin y San Juan Parangaricutiro fue terrible porque la erupción vino a perturbar sus vidas, pues cambió para siempre y de manera drástica el paisaje de la región, obligando a los pobladores a abandonar sus casas y cultivos”, señaló José Luis Macías Vázquez, director del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

Durante la inauguración del “Congreso Internacional del Parícutin, 80 años” –organizado por el IGf, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia– comentó que en el evento se han realizado “diversas sesiones científicas, actividades culturales, charlas de divulgación y excursiones geológicas y arqueológicas”. Esta visión integral “permitirá fortalecer la investigación del vulcanismo monogenético y conocer la relevancia del geopatrimonio para la sociedad”, afirmó.

Desde el auditorio del campus Morelia de la UNAM, el científico dijo que el evento, que se ha llevado a cabo desde el 19 de febrero y concluye mañana, ha reunido a más de 150 participantes de nueve universidades y 13 países.

Macías Vázquez aseveró que entre los precursores del nacimiento de un volcán se encuentran los enjambres sísmicos, como los ocurridos en la zona michoacana y también en Islandia y España en años recientes, antes del nacimiento de volcanes en esas naciones.

“Para poder definir con mayor precisión la ubicación de estos microsismos, debemos contar con una red sísmica local que los detecte y pueda pronosticar el movimiento de magma a profundidad. Esta red local deberá trabajar 24 horas los 365 días del año y estar asociada al Servicio Sismológico Nacional”, subrayó.

Ana Elsa Pérez Martínez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura de la UNAM, señaló que en este tipo de eventos hay un compromiso institucional de defender la interdisciplinariedad, y nos recuerdan que el universo, el planeta, los continentes y los volcanes no son propiedad de ninguna disciplina.

Enfatizó que la Luna es de los astrónomos, pero también es territorio de los poetas, el mar de los oceanólogos y marinos, pero también de los pintores y los novelistas… todos los territorios son interdisciplinarios y los volcanes antes que de los geofísicos y geólogos, son de quienes los nombran.

Beneficios

José Armando López Álvarez, en representación de la rectora de la UMSNH, Yarabí Ávila González, destacó que la erupción de un volcán tiene algunos beneficios como la fertilización de los campos de cultivo por medio de la ceniza volcánica, su aprovechamiento como fuente de energía geotérmica y de materiales para la construcción, además de minerales de alta pureza.

Mencionó que la experiencia de los académicos nacionales e internacionales que asisten al congreso tendrá una retroalimentación y repercutirá en estudios para afrontar los peligros generados por estos fenómenos naturales que no podemos controlar.

Momento de reflexión

Alejandro Méndez López, secretario de Medio Ambiente del Estado de Michoacán, dio la bienvenida por parte del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y comentó que tenemos que estar preparados “como gobierno, como Estado y como sociedad, y seguramente este congreso nos traerá muchas enseñanzas y signos para estar alertas y atentos.

Enrique Guevara Ortiz, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres, señaló: “Este tipo de eventos nos mantiene la memoria y nos hace reflexionar que estamos en un planeta vivo. Esto es muy importante porque debe haber un equilibrio entre la dinámica de la naturaleza y la de las sociedades. Eventos como el nacimiento del volcán Parícutin tiene implicaciones de todo tipo: sociales, económicas, culturales. Si no entendemos la naturaleza y nos adaptamos a ella, surgen los riesgos para la vida y las comunidades”.

Por último, José Antonio Vieyra, presidente del Consejo de Dirección del campus Morelia de la UNAM, dio por inaugurado el congreso y se congratuló porque allí se esté albergando este tipo de eventos que se hacen a partir de las investigaciones de la Universidad y del Estado de Michoacán y buscan alianzas para afrontar problemas futuros.

En el presídium también estuvieron los directores de Geología y Geografía de la UNAM, Ricardo Barragán Manzo y Manuel Suárez Lastra, respectivamente, así como Alejandra Ochoa Zarzosa, directora general del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Michoacán, entre otros académicos y funcionarios.

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