El cineasta Armando Casas ha sido elegido por los miembros de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) como su presidente para el periodo 2023-2025, sustituyendo en el cargo a la actriz Leticia Huijara.
Para el realizador, el nombramiento es un reconocimiento importante a su trayectoria de parte de sus colegas, una carrera que ha combinado el quehacer cinematográfico con la educación –se ha desempeñado como profesor de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas (ENAC) desde hace 30 años– y el servicio público, recientemente dirigió el Canal 22 y TV UNAM.
“Reconozco que una de las razones que hizo a mis colegas inclinarse porque yo fuera elegido como presidente, tiene que ver con que además de que soy cineasta, y uno en activo como todos los integrantes y especializado en dirección y producción, también he dedicado mi vida a la academia; aunque no soy el único que lo ha hecho, pero sí soy de los pocos que tiene una característica adicional: he dirigido instituciones públicas”, consideró.
“Eso me da una experiencia en el trabajo para encabezar una institución tan importante como la Academia, lo cual les interesó; he trabajo junto a ellos muchos años. También ha estado muy cerca la propia Academia de las instituciones que he dirigido, colaboraciones estrechas, eso es importante. Tengo un perfil conveniente en este momento.”
Casas se considera un universitario de cepa y buscará continuar con la estrecha alianza que ha hermanado a la AMACC con diversas entidades, como Filmoteca UNAM y TV UNAM, incluso intentará ampliar esa relación.
“No sólo estudié en dos facultades de la Universidad, sino que trabajé directamente en sus instituciones, dirigí un par de ellas: TV UNAM y el CUEC, ahora ENAC. Desde entonces espacios como Filmoteca UNAM fueron aliados indiscutibles”, sentenció.
Asimismo, recordó que “cuando Diana Bracho dirigió la Academia a principios del Siglo XX se acercó a la Universidad Nacional para trabajar en conjunto y encontró una recepción importante con el entonces rector Juan Ramón de la Fuente, fundó un patronato desde la UNAM y nos encomendó al entonces director de Filmoteca y a mí desde el CUEC que trabajáramos muy de cerca en el seguimiento de ese patronato. Específicamente en las acciones de apoyo a la Academia, de ese entonces como universitario me tocó respaldarla y después formar parte de ella; además soy profesor de tiempo completo de la UNAM, con 30 años de antigüedad”.
Descentralización
El director de Un mundo raro (2001) afirmó que su administración continuará con el camino marcado en los últimos años, y buscará seguir con la descentralización de las actividades realizadas por la AMACC, incluyendo la entrega del Ariel –el reconocimiento más importante de la institución–, cuya ceremonia más reciente se realizó en Guadalajara.
“Como miembro activo de la Academia, he participado en las asambleas y acompaño estas decisiones. Considero que es un buen ejemplo de descentralización lo que hace la Academia de España, que lleva algunos años haciendo los Premios Goya fuera de la capital de su país, en ciudades importantes pero con una itinerancia en su entrega de galardones”, refirió.
Y sumó: “era un paso natural que nosotros hiciéramos lo mismo, se dieron las condiciones y Leticia llevó a cabo una labor muy importante, junto con Nina Payán y Mónica Lozano, para concretar el tema. Afortunadamente, tanto el gobierno de Jalisco como el del estado de Nuevo León mostraron interés y se pudo hacer en Guadalajara. Es algo que apoyo y me parece que debemos promover la descentralización de los premios, pero no sólo eso, sino en general”, apuntó.
“Debemos tener más participantes en la asamblea que no radiquen en Ciudad de México, ya los hay, e invitar a más. También las actividades de la Academia tienen que empezar a descentralizarse, ‘itinerarse’ en otras ciudades del país”.
“Uno de los propósitos que tengo en la AMACC es dar a conocer de manera más amplia el cine mexicano y universitario; es una obligación acercarla a la comunidad y al público. Los estudiantes y académicos de esta casa de estudios son parte natural de ese público y de nuestro cine. La idea es que no veamos a la Academia como un ente de sabios privilegiados que sólo ven lo que quieren o se premian entre ellos. Ese prejuicio existe, pero debemos pasar por encima de él para ser una institución más cercana a todos”, puntualizó Armando Casas.