Arquero puma apunta su flecha a Juegos Olímpicos

Todo comenzó de niño, cuando él se creía el Robin Hood de las películas, cuenta el estudiante de octavo semestre en la licenciatura de Ciencias Genómicas de la ENES Juriquilla

Carlos Javier Rojas López, estudiante de octavo semestre en la licenciatura de Ciencias Genómicas de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Juriquilla, forma parte del seleccionado mexicano de tiro con arco que logró su calificación a Francia en el Serial de Copa del Mundo en Antalya, Turquía.

Un puma apunta su flecha a los Juegos Olímpicos de París 2024. Todo comenzó cuando era niño y se creía el Robin Hood de las películas. “Creo que fue mi primer pensamiento consciente sobre el tiro con arco”, relata con una sonrisa Carlos Javier Rojas López.

El universitario ha clasificado a la justa veraniega, que se realizará en Francia del 26 de julio al 11 de agosto, como parte del equipo varonil de arco recurvo. Este conjunto, integrado por Matías Grande Kalionchiz y Bruno Martínez Wing, obtuvo la medalla de oro en el Serial de Copas del Mundo de Antalya 2024. El evento era la última oportunidad para conseguir el boleto olímpico.

“Me llena de orgullo representar a la UNAM en momentos como este, pero también estudiar en la Universidad es una oportunidad grandísima. Por eso he tratado de no dejarla. A pesar de la exigencia del alto rendimiento deportivo, continué con mis estudios enfocado en lo que más adelante será una carrera académica”, menciona el deportista, quien estudió la preparatoria en el Instituto Queretano San Javier por dos años y el último lo realizó en el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CNAR).

Aunque con una personalidad en lo general seria y reservada, Javier Rojas suspira al recordar cómo nació su interés por estudiar Ciencias Genómicas. De pequeño tenía la idea de aprender paleontología porque le gustaban mucho los dinosaurios. En alguna ocasión observó la manera en que se conectaban las dos disciplinas al estudiar paleogenómica, no necesariamente en dinosaurios, pero sí en criaturas antiguas y fósiles.

Fotos: Diana Maldonado.

En este sentido, comenta cómo descubrió su pasión por la genética y la genómica: “Cuando tuve la oportunidad de estudiar estas áreas en la secundaria y la preparatoria me di cuenta de los muchos vacíos que había en mi conocimiento. Te explican qué es el ADN y, en términos generales, cómo funciona un organismo, pero quedan huecos por llenar. Eso me generó intriga e interés. Creo que esa curiosidad, esa necesidad de llenar esos vacíos de conocimiento, es lo que despierta el verdadero interés por aprender en casi todas las ramas de la ciencia”.

El tirador con arco explica que, para afianzarse como deportista de alto rendimiento, fue determinante entrenar en el CNAR en Ciudad de México, pues ahí se encuentra lo más selecto del tiro con arco y los mejores entrenadores, por lo que tomó la decisión de suspender por dos años su licenciatura universitaria. No obstante, la llegada de la pandemia le favoreció de alguna manera.

“La licenciatura en Ciencias Genómicas es un poco difícil de llevar en línea debido a lo complicado de los temas de investigación. Afortunada y desafortunadamente se cruzó la pandemia, y muchas carreras se vieron forzadas a adoptar un sistema híbrido o en línea. Este fue el caso, y pude retomar así varios semestres”, asevera el ganador de la medalla de plata por equipos en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.

El seleccionado mexicano reconoce que, para estudiar y practicar deporte, ambas responsabilidades deben tener su propio espacio, y aclara que aunque dejó su carrera universitaria en suspenso durante dos años, también decidió en su momento regresar a Querétaro y concentrarse en sus estudios como prioridad.

“Fue como dar un poco de tiempo a ambas e ir avanzando en partes, y finalmente ir concentrándome en los momentos más importantes para cada una de esas responsabilidades: el deporte y la Universidad”, expresa el atleta de 24 años de edad.

Al compartir su vida como alumno de la ENES, Rojas López rememora que tuvo la oportunidad de convivir con tres generaciones de estudiantes debido a los dos años en que se ausentó. “Mis compañeros me han brindado mucho apoyo, tanto en los momentos en que no puedo estar como de manera presencial. Ellos me echaban la mano para decirme en qué temas tenía que actualizarme”, menciona el medallista oro por equipos de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023.

Asimismo, agradece la comprensión y cooperación de la gran mayoría de sus profesores, aunque reconoce que a veces es algo complicado y totalmente entendible en una carrera universitaria muy enfocada en la investigación con parámetros exigentes. “A pesar de esto, he recibido mucho apoyo y estoy agradecido con todas las personas de la carrera que me han dado la oportunidad de ajustar mis estudios para que sean compatibles con mis compromisos deportivos”.

Agrega que todos esos gestos de comprensión y apoyo ya dieron fruto académico: “Justo en estos días he terminado mis clases y asignaturas y, como se dice, estoy graduado. Sólo falta recibirme; ando en el proceso de hacer la tesis”.

Destaca el apoyo familiar de sus padres y hermana, quienes lo alentaron en todo momento para alcanzar ambos sueños. “Mis padres siempre quisieron lo mejor para mí, supe que tienen un departamento en Ciudad de México que nunca vendieron con la esperanza de que en algún momento de la vida me fuera a estudiar en la UNAM. Les cambié un poquito la jugada porque sí estoy en la UNAM, pero en Querétaro”.

¿Estudiar o hacer deporte? El gran dilema de muchos jóvenes. Carlos Javier Rojas, quien ha atravesado por la misma encrucijada, ofrece valiosos consejos para aquellos jóvenes que se debaten entre estudiar y practicar deporte al máximo nivel. Según su experiencia, Rojas no ve mal la idea de dividir la vida en etapas. “Denle su mayor atención a cada una de esas etapas, y si se puede continuar con ambas, pues seguir adelante sin estancarse solo en una”.

Aquí estamos, con la oportunidad de lograr lo máximo posible”

El gran momento

El estudiante de la UNAM rememoró lo vivido en la Copa Mundial de Turquía que para todo el mundo era la última oportunidad de clasificarse a los Juegos Olímpicos de París 2024. “Pusimos más atención. Tenemos que recordar que nuestro trabajo ha sido de mucho tiempo y no ocurría nada en esa semana que no hubiéramos hecho antes. Simplemente confiamos en que lo hacíamos bien”.

Y llegó el gran momento. Carlos relata que fue toda una locura. “Me clasifiqué un poco bajo, vi que podía disparar bien y ya en las rondas fue cuando tuvimos que soltar todo con partidas difíciles. Vinimos de atrás en tres instancias y fue muy emocionante”.

En cuanto a los Juegos Olímpicos, el universitario enfatiza la importancia de emular a quienes lo han precedido como seleccionados y han enaltecido el nombre de México, como Juan René Serrano, el Abuelo Álvarez, y las medallistas olímpicas Aída Román y Mariana Avitia. “Hay figuras históricas en el tiro con arco y México ha destacado muchísimo gracias a ellos. Llevamos el orgullo de representar al mismo país. Estamos determinados a darlo todo. Aquí estamos, con la oportunidad de lograr lo máximo posible”.

También podría gustarte