Felipe Leal, miembro de El Colegio Nacional

Arquitectura saludable ante la nueva realidad

El académico de la UNAM prevé que optará por espacios más abiertos, más ventilados

Por su destacada trayectoria y autoridad en el ámbito de la arquitectura, Felipe Leal Fernández fue electo miembro de El Colegio Nacional (ECN).

El académico y exdirector de la Facultad de Arquitectura se agregará a científicos, artistas y humanistas del país, que desde 1943 son distinguidos de forma vitalicia como parte de una comunidad de mujeres y hombres que han hecho aportaciones sobresalientes al conocimiento y el arte.

Su ingreso al organismo colegiado sería durante el primer semestre de 2021. “Tengo entusiasmo y satisfacción por ser la cátedra mayor que hay en la nación, la de mayor relevancia; es el reconocimiento que cada disciplina ha tenido para distinguir a un mexicano, es un honor y una responsabilidad, porque representas a tu disciplina, en este caso la arquitectura, que es parte fundamental de la cultura”, expresó.

Nueva arquitectura

Leal, quien fue coordinador de Proyectos Especiales de la UNAM, aseguró que ante el arribo de una “nueva realidad”, por lo menos en el ámbito de la arquitectura habrá replanteamientos paradigmáticos. “La arquitectura va a volcarse por elementos más saludables, por espacios más abiertos, más ventilados en la mayor parte de las habitaciones. Que las casas tengan balcones, ya no sitios cerrados, por considerarse antihigiénicos; eso se repensará, y creo que desde ECN propondré realizar una serie de reuniones alusivas, bajo la óptica de diferentes disciplinas”, consideró.

El también integrante titular del Seminario de Cultura Mexicana, anticipó que durante su estancia en ECN tendrá una participación abierta y de integración.

“Estaré cerca de las nuevas generaciones de arquitectos. Ahora se ha diversificado mucho la disciplina y es importante saber qué pasa con la vivienda emergente, con el desarrollo de las ciudades, qué conflictos urbanos se están presentando, cómo está la movilidad en ellas”, indicó.

No nos centraremos, abundó, solamente en el esplendor de la arquitectura, sino cómo podemos vincular la historia con el presente, desde una perspectiva más dinámica y fresca.

“Sin duda, promoveré lo significativa que es la arquitectura en nuestra cultura, como lo son la gastronomía, la danza, la música en la vida cotidiana, para coadyuvar a un conocimiento mayor.”

Además, comentó que es una gran oportunidad ocupar como colegiado una vacante que quedó ausente durante cuatro años, dado que el último arquitecto que la representó fue Teodoro González de León, “gran maestro mío, lo admiré mucho porque tenía una amplísima cultura universal”.

Espacio público

El fundador de la Autoridad de Espacio Público del Gobierno de la Ciudad de México, y exsecretario de Desarrollo Urbano del gobierno capitalino, actualmente se aboca al rescate de espacios públicos emblemáticos vinculados con la historia.

“Lo he hecho en lugares como la Plaza de la República, la avenida Madero, la Alameda Central, y hoy en día me encuentro en Acapulco, en el único parque público, gran pulmón verde que es el Parque Papagayo, para darle esa dignidad, recuperarlo para toda la ciudadanía y rescatar esa relación con la naturaleza y el espacio abierto.”

Finalmente, quien coordinó la gestión para inscribir en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco a Ciudad Universitaria en 2007, se dijo triste ante su vacío a causa de la emergencia sanitaria.

“Es nuestra casa, y es una casa deshabitada; lo que le da carácter a la arquitectura somos las personas, son las actividades que generamos. La arquitectura es un contenedor de la vida humana, nos puede ayudar a mejorar nuestra calidad de vida, pero cuando un espacio está vacío, sin uso, por bello que sea genera esa desolación.”

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