Nado con aletas
Arturo Salcedo, en pos de tres justas mundiales
El preparatoriano sigue con disciplina y constancia las rutinas digitales que le envía su entrenador
El confinamiento por la Covid-19 interrumpió el proceso atlético de los alumnos-deportistas de la UNAM; sin embargo, hay quienes mantienen firme el compromiso de crecer con disciplina y constancia por medio de los entrenamientos desde casa.
Arturo Salcedo, estudiante de la Preparatoria 5 José Vasconcelos y practicante de natación con aletas, es uno de estos casos, ya que a pesar de las actuales condiciones sanitarias busca competir próximamente en tres certámenes de nivel mundial.
En distintas oportunidades ha representado a México en copas del mundo, en una de ellas logró llevarse el tercer lugar en los 800 metros superficie, y ha intervenido en otras justas internacionales juveniles dentro del continente americano, algo que pretende continuar en el campeonato del mundo de aguas abiertas y en el mundial juvenil, además de dar el salto a la élite con el mundial de primera fuerza, todo ello pese a estar preparándose en medio de condiciones atípicas.
“Antes del inicio del confinamiento tenía intenciones de ir a dos campeonatos del mundo, uno de aguas abiertas y al mundial juvenil, así que anhelo ahora sí lograrlo en este 2021, y alcanzar el ritmo que me permita, incluso, clasificar al mundial de primera fuerza”, afirma.
“Hay ocasiones en las cuales ya no quieres entrenar, pero la disciplina te impulsa a seguir esforzándote. Lo que me motiva es ser mejor cada día y superarme. Tengo que organizarme bien para conectarme a mis prácticas en la mañana y por la tarde tomar mis clases académicas.”
El preparatoriano comparte que su ejercitación ha tenido que modificarse durante el confinamiento. Sin la posibilidad de la alberca, su entrenador, Julio César Fuentes, le dicta rutinas con ejercicios funcionales a través de plataformas digitales. “También empecé a correr de siete a ocho kilómetros diariamente”, dice.
Arturo Salcedo tuvo la oportunidad de volver a nadar en una alberca cuando las circunstancias lo permitieron, pero fue por un periodo corto. “Nadaba como una hora y media, y seguía conjuntándolo con las prácticas de fuerza que me llegan por línea”.
Como parte de sus metas académicas, y como buen atleta auriazul, el joven nadador anhela cursar ingeniería o arquitectura en alguna de las facultades de esta casa de estudios, mientras que en el plano deportivo tiene en mente estar en lo más alto en el ámbito mundial.