Auxilio no es propiamente un espectáculo. Tal vez se acerque a un homenaje a las víctimas del 2 de octubre en Tlatelolco, pero sobre todo es una mirada crítica para que el público se permita reflexionar sobre estos acontecimientos y, como lo expresan los mismos creadores de la intervención escénico-poética inspirada en la figura de Alcira Soust, que el 68 nos siga incitando “a cuestionar nuestro presente y a intentar construir, desde las trincheras del arte y de la imaginación creativa, posibles nuevos senderos para las generaciones actuales y futuras”.
Luego de su presentación en la ciudad de Querétaro, el Colectivo TeatroSinParedes y el Théâtre 2 L’Acte hicieron una breve temporada en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT). El argumento para esta construcción colectiva parte de un hecho real: el encierro al que se vio forzada la poeta uruguaya radicada en México Alcira Soust Scaffo durante doce días en uno de los baños de la Torre 1 de Humanidades, debido a la ocupación de Ciudad Universitaria por el Ejército.
El título de esta aventura escénica lo toman del personaje de la novela Amuleto, del escritor chileno Roberto Bolaño, quien cuenta la historia de Auxilio Lacouture, uruguaya de mediana edad, alta y flaca, como el Quijote, y que se ve obligada a ocultarse en los lavabos de mujeres durante la toma de la Universidad en septiembre de 1968. “Allí permanecerá recluida varios días y durante ese tiempo el lavabo se convertirá en túnel del tiempo desde el cual avizora los años ya vividos en México y los años por vivir”.
Cuatro momentos
Auxilio se compone de cuatro momentos escénicos: Chiotte1 (Cagadero 1), de Serge Pey y dirigida por Michel Mathieu; La púa de la Biznaga, de Sergio López Vigueras, dirigida por David Psalomon; Fragmento del amuleto roto, de Ángel Hernández, con la dirección de Sébastien Lange; y 2068, creación y dirección colectiva.
Auxilio 1 inicia en la terraza del Salón Juárez. A la vista de todos, Alcira, sentada en el inodoro, contestataria y desafiante, escribe poemas en papel higiénico desde un cagadero para contar historias de cagaderos. Otras voces y ecos que reclaman presencias la acompañan. Son plegarias desconocidas, testimonios de la represión, rumores de balas parlantes que atravesaron a los jóvenes nunca preparados para la muerte.
Auxilio 2 en el vestíbulo del CCUT. Interrogatorio y tortura a un joven activista semidesnudo. Órdenes que humillan y desmoralizan. Golpes en los costados, resistencia… descargas eléctricas en los testículos, resistencia. Aguijón, espina, pincho, una y otra vez sin que cese el interrogatorio difamador y tramposo. Sin salir del vestíbulo, a unos cuantos pasos, representación de una tarde de convivencia en un hogar clasemediero. Sobre la mesa, utopías alternan con las distopías perturbadoras. Apuestas por un futuro esperanzador, ganas de revancha, más contradicciones y afrentas. La poesía toma un lugar en el comedor y al fondo se escuchan canciones de militancia revolucionaria. ¿Palabra liberada?
Auxilio 3 en el Foro La Morada. Dejen que cante Bob Dylan, algo tiene que decirnos y hacer resonar en nuestro interior. Fragmento del amuleto roto, reproducción en pantalla de otros poemas y, al frente, Alcira. Barruntado de negro su rostro y manos para hacerla más visible y eternizarla.
Lo que viene enseguida es creación colectiva, levántense de sus asientos para dirigirse de nuevo a la terraza (Auxilio 4). Adéntrense en las carpas y miren fijamente a la cámara. Cada quien hable por sí mismo y deje grabado en video un mensaje para el 2068. Tengan confianza de que para dentro de cincuenta años no se vivirá otra historia de terror semejante a la de 1968. No pierdan la esperanza, y así quien quede forzadamente encerrado en un baño por días enteros, al borde de una psicosis delirante, podrá salir airoso con sus poemas bajo el brazo.