Director de la Sede UNAM en esa ciudad
Benjamín Juárez, emérito de la Universidad de Boston
El nombramiento se hizo público en reunión del Claustro Académico de la Facultad de Bellas Artes
Benjamín Juárez Echenique, director de la Sede UNAM-Boston (Centro de Estudios Mexicanos), fue nombrado profesor emérito de la Universidad de Boston, con lo cual es el primer mexicano en recibir esta distinción de la institución estadunidense.
Obtuvo el reconocimiento, el más alto que otorga esa entidad educativa, luego de una cuidadosa revisión de su trayectoria académica y profesional, y de la propuesta que fue sometida a votación.
En la reciente reunión del Claustro Académico de la Facultad de Bellas Artes de esa universidad, se hizo público el nombramiento. “Estuve en compañía de 200 colegas, muy emocionado de recibir sus felicitaciones y de saber que, si bien dejo de ser profesor de esa institución, mantengo un vínculo permanente al ser, ahora, miembro de ese muy selecto grupo de eméritos”.
Se trata de una distinción que ve no como a su persona, sino al trabajo universitario, a alguien que fue formado y tiene en las venas sangre puma de muchas maneras: exalumno, exprofesor, exbecario y actual funcionario de esta casa de estudios. “Cada día de mi vida me siento en deuda con nuestra Universidad”, expresó Juárez Echenique.
Dijo que con el nombramiento está muy complacido, “pero no se trata de mí ni de mi ego, sino de recibirlo con verdadera humildad: es un gesto que representa un reconocimiento para algo más grande que Benjamín Juárez, y eso es la cultura, la música de México, y todos los valores que encarna y multiplica la Universidad”.
En entrevista explicó que el propósito de darle a un profesor el título de emérito es permitir que continúe su relación en el futuro —más allá del término que se da en el momento del retiro— con la institución. De ese modo, podrá continuar siendo partícipe de la vida académica, ser invitado a alguna clase, a dar conferencias, etcétera.
Cuando llegó a Boston como decano de la Facultad de Bellas Artes, hace 11 años, su primera meta fue crear una serie de interacciones entre las escuelas que tiene: Música —la más grande y una de las de mayor antigüedad de la ciudad—, Teatro y Artes Visuales y Diseño, además de un programa de danza. “Queríamos crear vínculos entre ellas y con el resto de la universidad”.
Juárez Echenique es el único profesor de Bellas Artes; además, su labor no se ubica en una sola escuela, pues ha trabajado con colegas y alumnos de las tres áreas mencionadas, música, teatro, y artes visuales y diseño, así como con el Centro de Estudios Latinoamericanos “en el cual he sido lector de tesis de doctorado en disciplinas como letras, literatura o arqueología”. Asimismo, ha dado clases de dirección de orquesta, musicología y de las músicas de México, desde la prehispánica hasta el heavy metal.
El director de UNAM-Boston recordó que comenzó su aprendizaje en la entonces Escuela Nacional de Música, la cual se ubicaba en el edificio de Mascarones, en San Cosme, Ciudad de México; después viajó a Estados Unidos, a California, donde obtuvo la maestría en Bellas Artes.
En Europa tomó cursos y estuvo al lado de importantes directores de orquesta. También se ha interesado en “aprender todo lo que pueda”, por lo que ha estudiado Historia Cultural, Gestión y Administración, además de promoción de la cultura. En los últimos tiempos se ha dedicado a temas de psicología humanística y el coaching como forma de potenciar al ser humano, algo muy relacionado con las experiencias artísticas y culturales.
Sus contribuciones
Uno de los aportes que se mencionaron en la ceremonia en que se hizo público su nombramiento como profesor emérito fue el trabajo que efectuó con el hospital de la Escuela de Medicina de la propia Universidad, donde se atiende a las minorías, por ejemplo haitianas, hispanohablantes o afroamericanas, de la ciudad.
Contó que comenzaron a llevar alumnos de teatro para que leyeran a los pacientes mientras estaban en sus terapias de cáncer, o a músicos para realizar conciertos u organizar actividades en las que participaran enfermeras y doctores. Eso se hizo, aún con más fuerza, luego del atentado en la Maratón de Boston el 15 de abril de 2013.
Otra de sus contribuciones a la institución educativa, que logró con el apoyo de un equipo de colaboradores dedicados y entusiastas, fue la creación de un programa para otorgar un minor o segundo título, en Liderazgo y Artes.
Fue el primer decano mexicano y latinoamericano de la Universidad de Boston. “Ahora hay más y vemos cómo jóvenes están llegando a posiciones de liderazgo en las más prestigiosas universidades de la Unión Americana, abriendo una serie de oportunidades para nuestra cultura, y para hacer de la música y el arte mexicanos un lugar de encuentro”.