En la Facultad de Medicina se enseña desde pregrado
Bioética, fundamental en la formación de profesionales de la salud
La bioética tiene un papel preponderante en la formación de los profesionales de la salud y en el desarrollo de la medicina, y se dispone como un puente de diálogo entre las ciencias de la salud, que son exactas, y las humanas, afirmó Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, directora de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Ambas ciencias buscan el bienestar del ser humano y permiten que se contextualicen los profesionales de la salud en una reflexión constante, respetando la autonomía y el plan de vida de las personas, indicó.
En la Sexta Conferencia Magistral en Bioética Juliana González, organizada por la UNAM, a través del Programa Universitario de Bioética (PUB), y la Comisión Nacional de Bioética, mencionó que las escuelas y facultades de medicina “tenemos el compromiso de formar profesionales que sean capaces de adaptar los desarrollos científicos y tecnológicos, al mismo tiempo de entender que los contextos son distintos y que no llega a todas y a todos con la misma accesibilidad”.
La bioética es una disciplina que realza el profesionalismo médico; trae a la luz el debate de los avances de la tecnología y su uso en la vida, y la necesidad de estar accesibles para todos. Reflexiona también acerca de los límites y alcances de la ciencia.
Sin embargo, aclaró la directora, no debe reducirse a códigos y reglamentos que marquen las guías para llegar a acciones correctas e incorrectas. Es fundamental la reflexión constante que permita la ponderación de los principios y valores de la sociedad, la ubicación contextual y temporal, es decir, debemos ver, para cada caso, una solución.
Al hablar de la enseñanza de la bioética dirigida a los profesionales de la salud en el pregrado, detalló que el aprendizaje de esa disciplina les permitirá entender que la medicina tiene un objetivo fijo: cuidar la salud, pero que los contextos son variables y plurales, y se busca que esos valores éticos se representen en todas las consideraciones y casos.
Sepúlveda Vildósola recordó que la educación de la bioética ha tomado gran relevancia desde hace 40 años, gracias a instancias internacionales que han resaltado su valor, como las organizaciones Mundial de la Salud y Panamericana de la Salud, además de la UNESCO, entre otras.
En el auditorio Raoul Fournier de la FM, añadió que en la UNAM existen diversos espacios que tienen como objeto la reflexión, capacitación y fomento del análisis bioético, como el PUB, los seminarios Permanente de Bioética, y el Universitario de Historia, Filosofía y Estudios de las Ciencias y la Medicina, el Programa Institucional Ética y Bioética FACMED y el Seminario sobre Medicina y Salud.
Asimismo, se cuenta con el Código de Ética de la Universidad que menciona la formación de profesionistas, investigadores, profesores y técnicos de excelencia e integridad académica, útiles a la sociedad, con conciencia crítica, ética, social y ambiental, y comprometidos con la justicia, la cooperación y la solidaridad humana.
En el perfil de egreso de la FM, una de sus competencias se refiere al profesionalismo, aspectos éticos y responsabilidades legales, y menciona que las competencias que deben lograr los egresados son identificar los valores profesionales y las situaciones básicas de la ética y bioética en el ejercicio de la medicina, comprender la cosmovisión y las perspectivas históricas sobre la salud de los pueblos originarios, así como los desafíos actuales, entre otras. Para lograrlo se requiere evaluar y actualizar el currículo constantemente, resaltó.
La bioética, concluyó Sepúlveda Vildósola, debe estar interiorizada en cada uno de nosotros. Es necesario crear y establecer actividades de carácter diverso, desde la cotidianeidad de la Universidad.
En su oportunidad, Patricio Santillán Doherty, comisionado nacional de Bioética, recordó en su participación a distancia, que en 2017 se instauró la Conferencia Magistral Juliana González Valenzuela y hasta ahora se han celebrado seis.
En el ámbito de la atención de la salud, la bioética gira alrededor del ser humano; pero no se pueden olvidar a otros seres vivos, animales no humanos, plantas, e incluso bacterias y virus, y la relación que guardamos entre todos y con el planeta que habitamos, señaló.
Fiorella Mancini, secretaria académica de la Coordinación de Humanidades, aseveró que hoy, y quizá más que en cualquier otro momento histórico, la reflexión sobre la enseñanza de la ética, la bioética y la integridad en los espacios universitarios es fundamental. Ello permite tener una visión transdisciplinaria acerca de los problemas que se enfrentan en el ejercicio de la medicina.
Desde la UNAM, concluyó, reconocemos la importancia vital de fomentar la reflexión y el diálogo profundo entre nuestras comunidades sobre el quehacer del profesional en salud, siempre en un ambiente de respeto y tolerancia mutua.
En la sesión, Jennifer Hincapie Sanchez, directora del PUB, leyó la semblanza de Ana Carolina Sepúlveda Vildósola.