El problema rebasa la voluntad de apoyo de los biólogos: Lorenzo Álvarez Filip
Blanqueamiento de corales, crisis ambiental de gran magnitud
Cerca del 50 % de las especies de peces marinos dependen directa o indirectamente de los arrecifes en alguna etapa de su ciclo de vida o para su alimentación
El calentamiento de los océanos en la última década, sobre todo en 2023 y lo que va de 2024, ha propiciado que un estimado de 60 % de los arrecifes de corales en el orbe sufran estrés ambiental, lo cual produce un efecto de blanqueamiento que, si se prolonga, puede causar su muerte.
Y es que el mundo está experimentando actualmente su cuarto evento global de blanqueamiento de corales y segundo en los últimos 10 años, según los científicos de la Oficina Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) y la Red Mundial de Científicos de Arrecifes de Coral.
Lorenzo Álvarez Filip, investigador de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales dependiente del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, explicó que la magnitud del problema supera por mucho la escala de soluciones que implementan los especialistas en biología marina en el ámbito mundial.
Reconoció que la dimensión de esta situación es monumental, “posiblemente con miles de millones de corales afectados y una cantidad similar en riesgo de morir”. Este problema ha llevado a la NOAA a destacarlo con especial énfasis.
Álvarez Filip relató que cerca del 50 % de las especies de peces marinos dependen directa o indirectamente de los arrecifes de coral en alguna etapa de su ciclo de vida o para su alimentación. Estos ecosistemas, a menudo comparados con las selvas tropicales en términos de biodiversidad, son vitales para una gran cantidad de organismos. Además del valor ecológico, proporcionan beneficios económicos y sociales.
“La pesca se favorece directamente de las especies asociadas a los arrecifes, mientras que el turismo hablando de México, sobre todo en destinos como Cancún y Cozumel, depende en gran medida de la salud de esos ecosistemas. Asimismo, los arrecifes proporcionan protección costera, actuando como barreras naturales contra eventos extremos como huracanes y amortiguando la energía del oleaje, lo que contribuye a la creación de aguas tranquilas en las costas.”
¿Por qué sucede?
El biólogo señaló que el blanqueamiento de los corales puede ser analizado desde tres perspectivas distintas: cómo se producen sus efectos en los corales, su evolución histórica y las consecuencias asociadas.
“Los corales viven en una relación simbiótica y mutuamente beneficiosa con muchos microbios, incluida una comunidad diversa de microalgas fotosintéticas conocidas como Symbiodinium, que les proporcionan energía. El blanqueamiento ocurre cuando se rompe esta simbiosis debido a factores de estrés ambiental. En la actualidad el aumento de la temperatura del mar debido al cambio climático y a eventos como El Niño son la principal fuente de estrés que está produciendo este fenómeno de blanqueamiento y mortalidad coralina a escalas globales.”
Álvarez Filip agregó que cuando las microalgas fotosintéticas se separan de los corales, éstos experimentan una pérdida significativa de aporte energético, así como de su color característico, el cual proviene de las microalgas. En consecuencia, el coral se vuelve transparente, dejando al descubierto su esqueleto blanco de carbonato de calcio. Es esta apariencia de “blanqueamiento” la que le da nombre al fenómeno.
Añadió que hay dos posibles resultados del blanqueamiento: “en el caso de que el estrés sea de corta duración o no tan intenso, los corales pueden recuperarse. Sin embargo, en situaciones en las que el estrés persiste o es extremadamente severo, pueden debilitarse hasta el punto de fallecer. Lamentablemente, en las últimas décadas hemos presenciado eventos de blanqueamiento masivo, en los que extensas áreas de corales se ven afectadas por el estrés térmico, llevando a una alta mortalidad coralina”.
Lorenzo Álvarez recordó que, en los últimos 10 años, estos eventos han sido especialmente intensos y prolongados, resultando en una mortalidad masiva de corales. “Lo que es aún más preocupante es que muchos de ellos están ocurriendo con mayor frecuencia y severidad de lo habitual, como se observa en 2023 en el hemisferio norte y 2024 en el hemisferio sur. La muerte de un coral es irreversible, lo que hace que estas pérdidas sean extremadamente trágicas”.
Lo anterior es una clara señal de la urgente necesidad de abordar el cambio climático y proteger los ecosistemas de coral, los cuales son vitales para la salud y la biodiversidad de nuestros océanos.
Acciones posibles
El investigador sostuvo que, para abordar esta crisis, es esencial evaluar la amenaza en comparación con nuestras acciones. “Hay diversas medidas que los humanos podemos tomar, divididas en tres categorías principales. En primer lugar, es fundamental reconocer las causas subyacentes del blanqueamiento y la mortalidad coralina. Éstas incluyen factores globales como el cambio climático e impactos regionales como la contaminación y los efectos negativos del desarrollo, particularmente evidentes en el Caribe Mexicano”.
Aseguró que otra acción crucial es la implementación de intervenciones, en su mayoría centradas en la restauración de arrecifes. “Aunque estas iniciativas, como la replantación de corales en áreas afectadas, han demostrado éxito en algunos lugares, su alcance es limitado en comparación con la magnitud del problema. Mientras que se han plantado miles de colonias en ciertas áreas, el número de corales muertos en la región, al menos en México, asciende a millones. Es evidente que la escala de estas acciones es insuficiente para abordar completamente el problema”.
El científico estableció que se ha logrado un avance significativo en la comprensión y descripción detallada de los eventos de blanqueamiento de corales, gracias a la tecnología satelital utilizada por la NOAA para monitorear la temperatura del mar en el ámbito global.
“Sin embargo, la solución del problema del blanqueamiento coralino implica retos más complejos que van más allá de la voluntad de los científicos. Requiere también acciones a niveles políticos y económicos debido a la naturaleza global de los problemas, como el cambio climático y la presión de desarrollo en las costas.”
Exhortó a que la sociedad mundial tome medidas concretas, cambiando sus acciones y adoptando un enfoque más consciente en su estilo de vida.
“Algo que siempre sugiero es acercarse más a la naturaleza. Sin esta conexión es difícil comprender la magnitud del problema. Si las personas no ven ni sienten lo que está ocurriendo, será difícil que entiendan la relevancia de tratar estos problemas.”
El universitario rememoró que los corales son organismos que algunos incluso definen como monstruos. “Son animales, similares a las anémonas, con pólipos que son los individuos que componen el coral. Dichos pólipos son relativamente pequeños, de unos pocos milímetros, pero tienen la capacidad de vivir en colonias. Al hacerlo forman grandes estructuras que conocemos como corales. Una propiedad fascinante y por la que se les llama monstruos es que viven en estrecha asociación o simbiosis con microalgas microscópicas que residen dentro del tejido del coral, las cuales le proporcionan una gran cantidad de energía”.
Expuso que, a su vez, el coral otorga protección y un hábitat para las microalgas. La relación simbiótica entre esta última y un coral es lo que realmente lo define. La gran cantidad de energía que se produce en esta relación simbiótica permite a los corales formar lo que conocemos como arrecifes. A medida que el coral construye, genera carbonato de calcio, básicamente formando rocas o esqueletos de carbonato de calcio a lo largo de décadas, siglos o incluso milenios.
Por último, Álvarez Filip recalcó que el alarmante aumento del blanqueamiento de corales representa una crisis ambiental de proporciones monumentales. La pérdida de estos ecosistemas vitales no sólo afecta la biodiversidad marina, sino que también impacta directamente en la economía y el bienestar humano. Es imperativo actuar de manera urgente y concertada para abordar las causas subyacentes de este fenómeno.