Bomberos de la UNAM enfrentan siniestros apegados a estándares mundiales

72 integrantes del Departamento de Prevención y Combate de Siniestros realizan simulacros, acondicionamiento físico y renovación teórica; en ocasión del 148 aniversario del Día del Bombero, que se conmemora el 22 de agosto, destaca el interés de las mujeres para integrarse a esta labor.

Su misión no admite errores porque puede ser fatal. Cada siniestro que enfrentan implica retos distintos y por ello deben estar siempre atentos, preparados ante la eventualidad con actualización teórica, estratégica y física. Se trata de los integrantes del Cuerpo de Bomberos que pertenece a la UNAM.

Los 72 miembros del Departamento de Prevención y Combate de Siniestros, que pertenecen a la Secretaría de Prevención, Atención y Seguridad Universitaria (SPASU) de la UNAM, realizan además de sesiones de acondicionamiento físico, ejercicios simulados de incendios, colisiones, salvamento con rapel, entre otras actividades, para responder de manera eficiente y adecuada al llamado.

José Luis González Bárcena, subjefe de Bomberos, comenta lo anterior a propósito del 148 aniversario del Día del Bombero a conmemorarse el 22 de agosto. Expone que estas actividades que llevan a cabo se basan en servicios a los que han asistido y replican para mejorar su calidad.

Con 28 años de labor, asegura que el trabajo del bombero tanto universitario como del nacional se ha diversificado. “Tenemos diferentes actividades, se ha ampliado el espectro de ayuda: accidentes automovilísticos, colisiones, incendios forestales, cortos circuitos, artefactos explosivos, fugas de gas y de agua, rescate de fauna, o incluso cuando personas quedan atrapadas en zonas boscosas o cerca de volcanes, entre otras”, describe.

Además, los Bomberos UNAM brindan talleres y capacitación a la comunidad universitaria para el uso y manejo de extintores, y para saber qué hacer antes, durante y después de un incendio.

Actualización y diversidad

“Por la pandemia y en apego a los protocolos de seguridad sanitaria, no podemos laborar al mismo tiempo más de 10 personas, por lo que nos dividimos en seis guardias; eso quiere decir que cada una realiza el ejercicio teórico y práctico por alrededor de cinco horas”, precisa González Bárcena.

Sin embargo, hay ocasiones que en una semana realizamos este proceso en dos ocasiones, y así nos dedicamos permanentemente a buscar nuevas técnicas y estrategias, ponerlas en práctica, y obtener conclusiones benéficas para todos, añade González Bárcena.

El subjefe de vulcanos, quien labora en la UNAM desde 1993, asegura que la práctica estratégica, que denominan “Instalada”, se ejecuta en una sesión de dos a tres horas.

Incluye también acondicionamiento físico que dura aproximadamente 120 minutos, además de la fase académica que regularmente se imparte de las 19:00 a las 2100 horas.

“Esta ‘academia’ está basada en libros, pero también nos apoyamos en páginas oficiales vía internet para verificar qué hacen bomberos de otros países, aunque muchas veces no contamos –afortunadamente– ni con las tragedias que suceden en otros sitios, ni con el equipo que tienen, pero retomamos lo que nos sirve”, subraya.

Para González Bárcena el rubro académico consiste en estudiar y renovar tanto teórica como prácticamente sus rutinas, por lo que además analizan videos, por ejemplo, de sus pares en Texas quienes atienden incendios forestales, a fin de trabajar tácticas en la Universidad.

Además, verifican las novedades que emite la Administración de Incendios de Estados Unidos, en cuanto a extintores y equipos. “Tratamos entonces de practicar con normatividades nuevas que se tienen a nivel mundial”, enfatiza

También podría gustarte