Vacunas van por buen camino, pero hay que esperar: Expertos de la UNAM
En este momento, sin tratamientos precisos y sin vacunas, es indispensable mantener el uso permanente de cubrebocas al salir a la calle, evitar reunirse en grupos grandes, así como preservar las medidas de higiene: lavado de manos y uso de gel, además de sana distancia, señala Samuel Ponce de León Rosales, coordinador de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus.
Especialistas de la Universidad Nacional consideraron alentador el número de vacunas contra la COVID-19 y los resultados que algunas han arrojado; sin embargo, estimaron necesario esperar a la conclusión de los actuales procesos de estudio para su aprobación y aplicación.
Samuel Ponce de León Rosales, coordinador de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, y Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina (FM) y vocero de dicha Comisión, previeron que en la segunda mitad de 2021 podrían implementarse campañas de vacunación, una vez que estén listas las que actualmente están en fase 3; es decir, en investigación en grandes poblaciones.
Ponce de León Rosales sugirió que en este momento, sin tratamientos precisos y sin vacunas, es indispensable mantener el uso permanente de cubrebocas al salir a la calle, evitar reunirse en grupos grandes, así como preservar las medidas de higiene: lavado de manos y uso de gel, además de sana distancia.
En la conferencia de prensa virtual “Vacunas para COVID-19, la ciencia en acción”, Mauricio Rodríguez detalló que actualmente existen en el mundo 38 vacunas en fase uno; 14 en fase dos (en más de 30 países incluido México); y 11 en fase tres (estudios en grandes poblaciones, decenas de miles). De ellas, seis recibieron autorización para uso de emergencia, en Rusia y China, las cuales se pueden usar de forma limitada.
“El desarrollo de los productos para la salud tiene una normatividad estricta y bien establecida, se deben cumplir muchos pasos regulatorios en cada etapa, en particular en los estudios de fase tres, que determinan si la vacuna es segura y efectiva”, comentó.
Ponce de León explicó que una vacuna óptima tiene que ser segura, con el menor número de efectos colaterales; eficaz, con respuesta positiva en más del 80 por ciento de los casos; evitar cualquier infección, de una o pocas dosis y su producción no debe ser compleja desde el punto de vista industrial.
Destacó el desarrollo de docenas de propuestas de vacunas que se trabajan en el mundo. “Tenemos diez meses de conocer el virus SARS-CoV-2, y esto es una muestra de lo que la ciencia es capaz de hacer por el bienestar de la población”, agregó el también coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud (PUIS) de la UNAM.
Hasta ahora, aclaró, ninguna ha completado su trayecto, aunque hay avances considerables de laboratorios como Astra Zéneca con la Universidad de Oxford, cuya producción local se probará en México y Argentina.
Al referirse a la trascendencia de las vacunas en la humanidad, los expertos señalaron la necesidad de desarrollarlas en el país. “El Estado debería hacer consorcios y participar como socio de instituciones. Es un asunto de la mayor importancia”, consideró Ponce de León.
Los investigadores universitarios comentaron que en México se debe aumentar el presupuesto para la producción de vacunas, así como aportaciones cuantiosas y apoyos en infraestructura.
Rodríguez Álvarez acotó que las vacunas son unas de las herramientas más reguladas en el campo médico. “Son seguras, efectivas y necesarias”.
En ese sentido, Ponce de León añadió que son de prevención individual, aunque tienen efectos colectivos en la población. “La eficiencia de vacunar debería estar en los libros de texto”.