Hace nueve años, ante la ausencia de espacios para la creación fílmica, a Brandon Ibarra, que en ese entonces era estudiante del CCH Vallejo, se le ocurrió crear un festival que fomentará la cultura, el gusto y el quehacer cinematográfico en los jóvenes, pero que a la vez fuera un lugar en donde se llevarán aprendizajes en caso de que quisieran desenvolverse en el ámbito del séptimo arte.
Después de un año de planificación, Ibarra, junto a otros jóvenes, dio a conocer la creación del Cecehachero Film Fest, un evento que cumple su octava edición y que además de impulsar actividades artísticas y recreativas entre las y los jóvenes para favorecer su formación integral y cultural cinematográfica, también busca ser un semillero de nuevos talentos y realizadores.
Tanto la primera como la segunda edición de este festival tuvieron repercusión únicamente en la comunidad del CCH Vallejo, aunque con una afluencia muy buena. Debido a esos resultados, la tercera fue un momento de irrupción, puesto que el concurso se abrió a otros planteles del CCH, facultades de la UNAM y jóvenes de otros países. Su repercusión fue tal que hubo que buscar otros espacios históricos como la Biblioteca Vasconcelos y algunas cadenas de cine para albergarlo.
“Al festival siempre lo vimos no como un proyecto estudiantil, sino como una puerta para que los jóvenes cineastas tuvieran una oportunidad de demostrar su talento, pero que a la vez también fuera una plataforma de convergencia entre realizadores profesionales de la industria en los ámbitos nacional e internacional”, indicó.
A partir de esa visión, el Cecehachero Film Fest ha tenido alianzas importantes a nivel internacional con países como España, Estados Unidos, Perú y Francia, los cuales han realizado transmisiones simultáneas, pero su momento cumbre fue cuando asistieron a la edición número 75 del Festival de Cine de Cannes.
“Fue una oportunidad muy importante para el proyecto estar en Cannes, ya que eso ratificó el compromiso que habíamos adquirido desde la primera edición. En ese momento reflexionamos que estábamos en una etapa en la que el festival ya definitivamente se había asentado, porque ya teníamos un público amplio al cual debíamos cubrir sus necesidades intelectuales y profesionales debido al apoyo que nos habían brindado, y porque ya se estaban abriendo a otras sedes”, comentó el fundador del Cecehachero Film Fest.
A lo largo de estos ochos años, en este espacio se han abordado distintos temas sociales como la memoria, la ausencia y la discriminación, entre otros. Este año se incluyó la equidad de género y diversidad sexual. “Tenemos un compromiso con la sociedad y por eso las temáticas que se abordan hacen referencia a los problemas que aquejan a los jóvenes. Más allá de que se interesen por el cine, tratamos de que sean humanos propositivos, activos y empáticos, que por medio de un proyecto audiovisual puedan expresar su sentir ante lo que viven, y generar un impacto positivo en la sociedad”, explicó.
Incluir videojuegos, un acierto
Una de las particularidades de este festival es la inclusión de los videojuegos desde una visión artística, pero sin dejar a un lado su finalidad: entretener. Brandon Ibarra no desestima el impacto de esta industria y aseguró que tiene repercusiones a nivel social, intelectual, artístico e histórico, que se deben valorar.
“Fuimos los primeros festivales en tener la visión de entender que existe un lenguaje cinematográfico en los videojuegos. Al igual que el cine, éstos se redefinen y en su mayoría tratan de relatarnos algo, darnos un contexto del porqué de la travesía”, añadió.
En esta edición se contó con un Showroom gaming, donde los gamers pudieron interactuar con las principales casas productoras de videojuegos del país y probar los juegos que ofrecen.
Actividades
Del 10 al 14 de septiembre, el Cecehachero Film Fest ofreció distintas conferencias y un concurso de cosplay. Dentro de las pláticas que se realizaron hubo una dedicada a la ROG Ally X, una consola portátil de última generación; en otra, se abordó la relación entre el cine y lo cyberpunk; otra más trató sobre literatura, cine y videojuegos, y en una más se analizaron las implicaciones históricas, sociales y culturales de ver el cine.
Además de las proyecciones que participaron en el concurso, en esta ocasión se realizó una Muestra Internacional de Cine con perspectiva de género y diversidad sexual, en donde se presentaron las películas Rituales, realizada por Alan David Cabrera, e Igualada, una cinta de productoras colombianas, estadunidenses y mexicanas.
Participación puma
En el Cecehachero Film Fest, alrededor de 10 proyectos fueron presentados en las categorías Cecehachera, Universitaria y Sección general. En Cecehachera hubo participación de los CCH Oriente y Azcapotzalco; en lo que respecta a la Universitaria intervinieron las facultades de Artes y Diseño, de Ciencias Políticas y Sociales y de Estudios Superiores Acatlán. Finalmente, en Sección general se presentó la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas con dos cortos.