Pasó de las competencias terrestres a las acuáticas
Cecilia Arratia clasificó a mundial de aguas abiertas en Tailandia
La atleta puma logró el segundo lugar de su categoría, y séptimo de toda la rama femenil, en los 10 kilómetros del Oceanman, celebrado en Sisal, Yucatán
El objetivo que se propuso lo cumplió. Cecilia Arratia del Castillo, coordinadora de gestión de la Secretaría de Desarrollo Institucional, logró el segundo lugar de los 10 kilómetros de aguas abiertas en la categoría Máster 50-59 del Oceanman celebrado en Sisal, Yucatán, el pasado 14 de octubre, y con ello obtuvo una icónica moneda que representa su pase al Oceanman World Final 2023, que se realizará en Phuket, Tailandia, los próximos 2 y 3 de diciembre.
Fue en enero del presente año cuando Arratia del Castillo tomó la decisión de dejar las carreras de Spartan Race por recomendación médica, debido a una lesión en la columna vertebral, y decidió incursionar en la natación en aguas abiertas, teniendo como meta fija el evento mundial de Oceanman en Tailandia.
Entonces hizo metamorfosis. Pasó de las competencias terrestres a las acuáticas, en las cuales no ha dejado de destacar en lo que va del presente año, llevándose 10 primeros lugares en el mismo número de competencias, antes de la más importante en Yucatán.
“Haber cumplido el reto que yo misma me puse es lo que me queda como mayor satisfacción. Llevo poco nadando en aguas abiertas, empecé este año, y es un logro personal. Me sentí bien, estoy contenta por subir al podio y porque me dieron la moneda que representa estar clasificada al evento en Tailandia”, expresó Cecilia Arratia, tras conseguir el metal.
El tiempo de la nadadora auriazul fue de 03:47:11, el cual le valió para posicionarse como segundo lugar de su categoría, pero además la séptima posición de toda la rama femenil (cuatro categorías) de los 10 kilómetros en el evento, con un ritmo de 22 minutos y 43 segundos por kilómetro, según datos de los organizadores.
“La transición de un spartan a un oceanman fue muy difícil, al principio extrañaba las carreras con obstáculos, pero conforme fui adentrándome al mar empecé a ver que me encanta y me da demasiada paz. Es una sensación distinta, mucha adrenalina, pero con tranquilidad al nadar, me siento libre. Fue un cambio de chip, de la tierra al agua. Ahora ya no extraño las carreras, y vencer el miedo al mar me dio mucha satisfacción”, reflexionó la atleta puma.
“El hecho de estar en el agua me genera una sensación de libertad, el sonido del mar me relaja, todo lo hace más ameno, voy cantando, pensando en colores y conecto conmigo, mi interior y el universo”, añadió.
Además del logro deportivo, Cecilia Arratia destacó los beneficios que ha tenido en su salud gracias al cambio de disciplina. “Me siento mucho mejor en la natación que corriendo, no hay impacto en las articulaciones. Ésta es más noble, disminuyó mi dolor en un 50 por ciento, he sentido una gran diferencia y sin duda me ha ayudado físicamente”.
Ahora con la mira puesta en el Oceanman World Final 2023, en Phuket, Tailandia, la atleta –que orgullosamente porta los colores de la Universidad Nacional– se abraza al mantra que ha llevado consigo cada vez que una dificultad le sale al paso, ya sean los obstáculos en las carreras a campo traviesa, las rémoras y diversas especies en el océano, o las lesiones que han puesto a prueba sus capacidades físicas: “Los límites están en la mente y vale la pena arriesgarse. Todo lo que te propongas lo puedes conseguir porque el único rival que tienes eres tú mismo”.