Al encabezar la celebración por los 80 años del Instituto de Física (IF), el rector Enrique Graue afirmó que la inversión en investigación científica rinde frutos y enriquece a cualquier sociedad, y esta entidad académica es muestra de ello.
Para la Universidad, expresó, es motivo de orgullo el IF, conformado por 180 académicos, quienes atienden 50 laboratorios especializados, uno universitario y cuatro nacionales, en los que se desarrolla investigación de trascendencia internacional, en un amplio espectro de áreas del conocimiento como la física nuclear y de radiaciones, física médica, cuántica, atómica y molecular, entre otras.
“Allí están también los más de seis mil artículos indexados, y las más de 110 mil citas que alrededor del mundo hablan del compromiso de sus integrantes. Como padre, el Instituto de Física ha procreado hijos notables: un premio Príncipe de Asturias, 12 premios nacionales de Ciencias, dos miembros de grupos que han sido galardonados con el Premio Nobel de la Paz, 11 investigadores eméritos, cuatro doctores Honoris Causa de la UNAM y tres miembros de El Colegio Nacional”, mencionó el rector.
En el Auditorio Alejandra Jáidar, Graue recordó que el IF surgió 10 años después de que se otorgara la autonomía a la Universidad Nacional, en tiempos de encuentros y desencuentros con el Estado, en los que esta entidad académica apareció con el ánimo de crecer y consolidarse sin importar los problemas externos.
“Este Instituto es ejemplo de que a pesar de las carencias y dificultades económicas y de vientos políticos encontrados en distintos momentos, los académicos han sabido mantener el espíritu y la voluntad inquebrantable de progresar.”
Prevalecer en el tiempo
Previamente, el rector entregó la medalla IFUNAM-80 a 12 investigadores eméritos y exdirectores: Jorge Flores Valdés, Miguel José Yacamán, Luis de la Peña Auerbach, Pierre Mello Picco, Jorge Rickards Campbell, María Esther Ortiz y Salazar, Matías Moreno Yntriago, Germinal Adonis Cocho Gil, Arturo Menchaca Rocha, Guillermo Monsiváis Galindo, Rubén Barrera y Pérez; el reconocimiento a Fernando Alba Andrade se lo dio a su hija.
En nombre de los galardonados, la investigadora emérita María Esther Ortiz y Salazar señaló que cumplir 80 años se dice pronto, “pero sólo las instituciones sólidas levantadas sobre cimientos fuertes alcanzan a prevalecer en el tiempo”.
Manuel Torres Labansat, director del IF, comentó que en ocho décadas de trabajo esta entidad ha contribuido de manera sobresaliente al desarrollo científico, universitario y nacional.
“De los primeros experimentos de rayos cósmicos realizados en la azotea del Palacio de Minería, se ha evolucionado a estudios con modernos y sofisticados equipos que abren nuevas ventanas de exploración del universo; laboratorios enterrados a dos kilómetros bajo tierra, en busca de materia oscura y neutrinos, o instalados en la estación espacial internacional para el rastreo de rayos cósmicos y antimateria”, dijo.
El titular de la Coordinación de la Investigación Científica, William Lee Alardín, remarcó que la calidad académica es lo que ha mantenido al IF como una institución fuerte, y llamó a sus integrantes a continuar trabajando de manera colegiada, exigiéndose más para seguir como ejemplo en la definición de la ciencia básica en México.
