Charla con Evelyn Glennie, virtuosa percusionista sorda
La música escocesa cuenta con 40 discos compactos y dos premios Grammy; maneja en escena hasta 60 instrumentos
Enseñar al Mundo a Escuchar fue el título del conversatorio con la virtuosa percusionista escocesa Evelyn Glennie, actividad realizada como parte del Seminario De la Inclusión a la Interpelación: Escena, Discapacidad y Política. La artista profesional empezó a perder la audición a los ocho años de edad, quedando sorda a los 12; sin embargo, pese a esta severa limitación, alcanzó su sueño de estudiar música en Ellon Academy y la Royal Academy of Music, en Reino Unido. Antes de la pandemia daba cerca de cien conciertos al año alrededor del mundo y es capaz de manejar en escena hasta 60 instrumentos de percusión.
La también compositora, con 40 discos compactos grabados y dos premios Grammy, contó que asistió a la primera escuela comunitaria que en su niñez estaba al noreste de Escocia, la que por las tardes se transformaba en un centro para la comunidad. “Fui muy afortunada porque estaba abierta para cualquier niño, sin importar su condición física o mental. Ese fue un gran momento para digerir ser sorda, la escuela construía puentes, no muros. Ese fue el contexto de mi capacitación musical temprana”.
Para la coleccionista de más de dos mil instrumentos de percusión, el tiempo es el mayor activo que podemos abrazar. Debemos tener paciencia, recomendó, y ejemplificó con la actitud de su primer maestro de percusiones, quien se percató de su problema de escucha y se planteó cómo podría ayudarla. “Modificó su manera de pensar en cuanto a que la música sólo entra por los oídos. Tomó un tambor que resonó en el aula con la intención de hacérmelo sentir físicamente, puse las manos sobre una de las paredes del salón de clases, fue en ese instante que me di cuenta que mientras el profesor tocaba el tambor, mi cuerpo se expresaba como una caja de resonancia. El lugar se llenó de vibraciones. Él quería que mi cuerpo se involucrara con cada golpe que daba al tambor y que yo escuchara en mi interior el viaje de la resonancia”.
A lo largo del tiempo esa experiencia inicial la llevó a poder diferenciar entre mirar la partitura, traducirla, interpretar la narrativa musical de una pieza y extrapolarla al espacio en el que uno se encuentra y compartirla con los espectadores.
Escuchar es inclusivo
La también doctora honoris causa por 17 universidades en el mundo concibe la escucha como “el pegamento que une todas las situaciones. Cualquier ambiente tiene que ver con escuchar. El mirar y sentir el escuchar implica una presencia, integrarse a lo que está en el ambiente, aceptarlo y pensar cómo uno puede vincularse. En la música hay que preguntarnos de qué trata el paisaje, sentirse como un niño con juguete nuevo. De pronto nos percataremos de que surgen nuevas posibilidades. La inclusión es una forma de escuchar. Escuchar es inclusivo”.
En la charla participó Benjamín Mayer, director fundador de 17, Instituto de Estudios Críticos, quien consideró que el ingreso de Evelyn a la Real Academia de Música puso en tela de juicio muchos supuestos, a lo que ella respondió que efectivamente una institución suena como una especie de corsé, y que deberían estar abiertas a expandir en lugar de limitar. “A mis 15 años decidí que quería ser percusionista solista, y cuando acudí a la academia y se los expresé no pudieron visualizar tal cosa, les costó mucho trabajo aceptar a una música sorda. Este es un clásico ejemplo de la falta de escucha. Estoy convencida de que debemos escuchar las historias de las personas para crear ese nuevo panorama que queremos”.
Previo a concluir el conversatorio organizado por la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman en Cine y Teatro, la dirección de Teatro UNAM, el British Council, 17, Instituto de Estudios Críticos y Kim Simpson de Take Me Somewhere, Glennie dijo que durante su carrera como solista ha buscado crear un impacto positivo. “Me contratan como músico no como música sorda. He tenido más retos como percusionista que como sorda”.
Una de las mejores percusionistas solista de la actualidad planteó que es urgente reflexionar sobre qué significa escuchar. ¿Es algo pensado?, preguntó, y luego remató con la idea de que la vida comienza y termina con escuchar.
Finalmente, se dijo satisfecha porque hoy en día contamos con orquestas dispuestas a aceptar músicos que tienen una condición distinta o discapacidad. “Sin duda, las artes son cruciales para que estas personas sean incluidas”, y para rematar comentó que es imprescindible enseñarle al mundo cómo escuchar.