Cinco películas para conocer a Buster Keaton

El cineasta con cara de piedra nació el 4 de octubre de 1895, es considerado uno de los grandes cómicos de la historia del cine y una figura clave para entender el cine hecho en las primeras décadas del Siglo XX

Quizá el rasgo más reconocible de Buster Keaton era su imperturbable gesto. El mundo a su alrededor podría estar a punto del colapso o en permanente crisis, sin embargo, su rostro siempre se mostraba impasible. Keaton nació un 4 de octubre de 1895, más de 120 años después, el mundo del cine no ha olvidado sus inigualables lances acrobáticos frente a la cámara.

En vida, el comediante, cineasta, guionista, productor y editor vivió a la sombra de otro gran genio cinematográfico: Charles Chaplin, no obstante con el tiempo su obra ha sido revalorada ahora es considerado uno de los grandes genios cinematográficos de las primeras décadas del Siglo XX.

En un mundo donde el cine se ha digitalizado, regresar al cine de Buster Keaton significa experimentar un tiempo donde los comediantes arriesgaban la vida en medio de peligrosas proezas físicas y un hombre que no mostraba sentimiento alguno era capaz de hacer reír a un auditorio completo.

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Estas cinco películas son un buen punto de partida para conocer el genio de Buster Keaton:

Sherlock Jr. – 1924

Un ingenuo proyeccionista de cine sueña con convertirse en detective privado, justo como su héroe: el lógico Sherlock Holmes. Cuando un truhán roba el reloj del padre de su enamorada, el joven tendrá la oportunidad de hacer realidad sus ilusiones y así ganar la mano de la chica. Demostrando que su ingenio cómico no se limitaba a la destreza física de sus gags, una de las escenas más memorables de la cinta es aquella en que el protagonista besa a su amada y, acostumbrado a los finales felices de Hollywood, se sorprende de que ésta no quede inmediatamente embarazada.

El maquinista de la General – 1926

Considerada una de las películas más costosas de su tiempo –su presupuesto de 750 mil dólares equivaldría hoy día a más de 10 millones de billetes verdes–, El maquinista de la General es probablemente el trabajo más conocido de Keaton, gracias a sus peligrosas y divertidas secuencias a bordo de un tren (una máquina real, por cierto). El protagonista del largometraje sólo tiene ojos para su enamorada y la locomotora que conduce, cuando estalla la Guerra Civil norteamericana decide enlistarse, pero las autoridades consideran que sus talentos como maquinista pueden ser mejor aprovechados en las vías que en el campo de batalla. La situación provoca que su enamorada lo considere un cobarde, así que Keaton no tiene otra alternativa que demostrar lo contrario.

Incluida en la lista de las mejores 100 películas de la historia del British Film Institute.

El Fotógrafo – 1928

Una vez más el amor hace de las suyas. El protagonista de este filme es un fotógrafo de poca monta que, al enamorarse de una trabajadora de la Metro Golden Meyer, decide fingir que es un atrevido camarógrafo de noticiero. La poca destreza del personaje al manejar la cámara hace que capture algunas vistas de paisajes muy similares a las de los cineastas experimentales norteamericanos de los años 60 y 70.

El moderno Barba Azul – 1946

El cine sonoro provocó que el trabajo de Buster Keaton, como el de muchos actores y directores de la época, cayera de la gracia el público. El imperturbable gesto del comediante y su silencio dejaron de ser atractivos para los estudios, corriendo una suerte diametralmente opuesta a la de Chaplin, quien encontró la forma de seguir haciendo películas aun cuando su vagabundo seguía sin emitir una palabra. La situación provocó que Keaton aceptara papeles impensables cuando estaba en la cima del estrellato, como el de esta película filmada en México, dirigida por el español Jaime Salvador, de larga carrera como realizador en nuestro país.

El Gran Buster – 2018

Este documental dirigido por el historiador y cineasta Peter Bogdanovich (The Last Picture Show, Luna de papel) recorre la vida y obra de Buster Keaton, desde su debút siendo un niño en el teatro administrado por su padre, hasta su fallecimiento a los 70 de edad en Los Angeles. Bogdanovich pone especial énfasis en la manera que Keaton influyó a cientos de cineastas con su trabajo frente y detrás de la cámara.

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