Conmemoración literaria en Michoacán
Ciudad Florida, donde las palabras ayudan a emerger
Ocho años de celebrar el Libro y la Rosa; en esta ocasión, fiesta virtual propositiva en tiempos difíciles
Por octavo año consecutivo la UNAM, por medio de la Unidad de Investigación sobre Representaciones Culturales y Sociales (UDIR), la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES Morelia), así como la Unidad Académica de Estudios Regionales con sede en Jiquilpan, celebró la Fiesta del Libro y la Rosa Morelia-Jiquilpan, uno de los eventos literarios más relevantes que se realizan en el estado de Michoacán.
En esta ocasión el festejo se denominó Ciudad Florida, como metáfora de un lugar en donde las palabras nos ayudan a florecer después de tiempos difíciles. El nombre propone imaginar espacios de esperanza, como las ciudades sustentables y las comunidades con equidad.
“Es también una fiesta de las lenguas, de los libros, de los autores, de la imaginación, que están en la literatura, en la ciencia, en los niños. Eso debe celebrarse”, comentó durante la apertura Mariana Masera Cerutti, coordinadora de la UDIR.
Vigencia
Enseguida, con la charla La Vigencia de Un cuarto propio de Virginia Woolf, la escritora Margo Glantz dio inicio al tan esperado día.
“Me alegra mucho inaugurarlo hablando de Virginia Woolf, una mujer fundamental en las letras y en el feminismo. Hace casi cien años escribió un texto importantísimo para el feminismo, Un cuarto propio, el cual hoy cobra vigencia”, dijo Glantz.
“Las mujeres estamos en un momento muy grave en donde parecería que tenemos que volver a crear una Ciudad de las damas, pues las mujeres estamos cada vez más amenazadas y nuestra insistencia como seres individuales y políticos está siendo muy cuestionada.”
Citó a Woolf: “Si la mujer no tuviera otra existencia que la narrativa escrita por los hombres, me la imaginaría como una persona de la mayor importancia, muy variada, heroica y mezquina, espléndida y sórdida, infinitamente bella y horrenda en el extremo, tan grande como un hombre, aun pensarían algunos que más grande. Pero esa es la mujer en la narrativa masculina. En la realidad, las mujeres fueron encerradas, golpeadas y arrojadas a su invitación”.
Querella de las mujeres
Glantz señaló que el volumen de Woolf se inscribe en una tradición, sin decirlo, conocida como la querella de las mujeres, un ensayo ficción que desde su aparición, en 1929, ha sido uno de los referentes más constantes del feminismo.
La querella de las mujeres es el nombre por el que se conoce al debate literario y académico que tuvo lugar a lo largo de varios siglos abarcando desde finales del XIV, en la Europa del Medievo, hasta la Revolución Francesa en el siglo XVIII.
Surgió en defensa de la capacidad intelectual, el derecho de las mujeres al acceso a la universidad y la política frente a la misoginia. Se afirma que esta competencia no es una cuestión de naturaleza sino social, de posibilidad de acceso al conocimiento. La querella se manifestó públicamente en tertulias y generó numerosos escritos en torno al valor, la diferencia y las relaciones entre hombres y mujeres.
La primera mujer que intervino en este debate de manera pública fue la escritora Christine de Pizan, quien en 1405 escribió La ciudad de las damas.
El texto de Woolf, sintetizó Glantz, se refiere a “un cuarto propio” para las mujeres, un sitio con todas las prerrogativas que siempre tuvieron los hombres, es decir, conseguir la igualdad plena.