La UNAM escucha y acompaña a las madres buscadoras
Es importante para esta casa de estudios fortalecer esfuerzos voluntarios y apoyar causas sociales: Mario Luis Fuentes Alcalá

En el Seminario Permanente sobre el delicado tema social, detalló que en un nuevo contexto de riesgos globales, regionales y nacionales, la Universidad Nacional debe hacer más a través de sus programas de servicio social.
“Por ello –continuó– es de agradecer a los académicos del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA), con quienes la Cátedra ha iniciado un trabajo de colaboración” para fortalecer estos esfuerzos voluntarios y apoyar causas sociales.
Durante el encuentro, en el que participaron madres buscadoras de Ciudad de México (CdMx), Coahuila y Guerrero, consideró que aquellos estudiantes universitarios que prestan su servicio social en estos temas “deben ser los mejores de su generación para estar cerca y poder hacer mucho más, no sólo en la docencia, la investigación o la divulgación sino, sobre todo, en la incidencia social, es decir, tratar de ayudar más”.
En el Auditorio Jaime Litvak King del IIA, donde estuvieron integrantes del Colectivo Una Luz en el Camino (CdMx), manifestó el compromiso de la UNAM, la Cátedra y el IIA para acompañarlas, escucharlas, estar con ellas y, principalmente, laborar para que docentes, estudiantes y trabajadores “no sólo escuchemos, también manifestemos nuestra enorme voluntad de no dejarlas solas”.
Posibilidad de diálogo
En tanto, Lilia Escorcia Hernández, responsable del Laboratorio de Antropología Forense del IIA, indicó que el Programa de Servicio Social Antropología Forense y Derechos Humanos, a su cargo, se abrió con la posibilidad de establecer diálogo para determinar cómo “podríamos auxiliar, por medio de la escucha, las necesidades propias de las madres buscadoras”.
A su vez, Mariana Martínez Castillo, colaboradora del IIA y acompañante de colectivos de madres buscadoras, destacó que uno de los propósitos de este encuentro es mostrar el hacer de ellas y sus familias. “La asistencia a los colectivos desde la antropología forense es parte de esta alianza que hemos tenido a partir de 2019, cuando inicié el acompañamiento a estos grupos y en donde participan jóvenes de servicio social”.
El principal objetivo, recalcó, es que promovemos la comprensión, el amor, un principio básico para localizar, realizar y ofrecer cualquier proceso de búsqueda de nuestros seres queridos que se vive con dolor. El amor atravesará todas las etapas legales, científicas, etcétera.
Para nosotros, agregó, es importante que antropólogos, abogados, criminólogos, trabajadores sociales y psicólogos aprendemos de las madres y transmitimos que su meta principal es localizar a su familiar.
En el acto presidido por el director del IIA, César Villalobos Acosta, intervinieron en modalidad virtual integrantes de los colectivos María Herrera (Chilpancingo Guerrero), y Voz que Clama Justicia por Personas Desaparecidas (Coahuila).
Testimonios
Tres mujeres del Colectivo Una Luz en el Camino, de Ciudad de México, subieron al presídium y, sentadas detrás de unas mantas donde se veían los datos y las fotografías de sus seres queridos desaparecidos, dieron su testimonio.
Daniela Antonia González, quien busca a su hijo Axel Daniel González Ramos, desaparecido el 23 de junio de 2022 en San Miguel Ajusco, en la alcaldía Tlalpan, dijo que a lo largo de los primeros seis meses las autoridades no hicieron nada porque, como en ese entonces Axel era menor de edad (16 años), le aplicaron un protocolo diferente. “Pero ahora sé cuáles son mis derechos y los de mi hijo para ser buscado.
Ha sido muy difícil para mí, pues soy mamá soltera de dos hijos más: una joven de 22 años que ya es mamá y un adolescente de 13 años. Sin embargo, el amor y la necesidad de encontrar no sólo a Axel, sino a todos los que nos hacen falta, es lo que me tiene de pie, luchando. Las familias lo único que queremos es el acceso a la verdad y a la justicia para nuestros seres queridos. El hecho de que la UNAM camine con nosotras es muy importante, ya que desde esta Universidad podemos impulsar muchísimas cosas”, apuntó.
Por su parte, Carolina Espinoza Cano, quien busca a su esposo Ignacio Santiago Pérez, médico del IMSS que desapareció el 12 de junio de 2020 en la alcaldía Magdalena Contreras mientras regresaba del trabajo a su casa, refirió que al principio ella se movió sola, sin el apoyo de ningún colectivo.
“Me dediqué a buscar a mi esposo en varios hospitales… Durante ocho meses las autoridades no hicieron nada, sólo me decían que estaban revisando mi carpeta de investigación… Antes había que esperar 72 horas para empezar la búsqueda de tu ser querido desaparecido, pero para nosotros es primordial que empiece de inmediato. Hace dos años me uní al Colectivo Una Luz en el Camino y mi carpeta comenzó a avanzar… Somos 50 familias de 50 desaparecidos. En Ciudad de México hay más de seis mil… Del 7 al 11 de abril llevaremos a cabo otra jornada de búsqueda en el Ajusco. A todos aquellos que quieran colaborar con nosotros los invito a participar en ella”, añadió.
Finalmente, Inés Enriqueta Lázaro, quien busca a su hijo Francisco Sandoval Lázaro, desaparecido el 26 de abril de 2018, comentó que éste tampoco fue buscado en los primeros días, porque abrió la carpeta de investigación en la alcaldía Tlalpan y le dijeron que ahí no era el lugar indicado para hacerlo.
“Entonces me mandaron a lo que era CAPEA (Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes), y ahí me pidieron la carpeta que había abierto en Tlalpan. Regresé, pero el señor que me atendió en esa ocasión estaba de vacaciones. Así pues, pasaron como dos meses antes de que empezaran a buscar a mi hijo; pero realmente no hicieron nada porque, como dijo mi compañera, cuando una anda sola es muy difícil que las autoridades te tomen en cuenta… Se vino la pandemia, me enfermé, dejé de buscar a mi hijo y, cuando me alivié, volví a buscarlo. Hace poco tiempo me uní al Colectivo Una Luz en el Camino y mi carpeta ya está avanzando, gracias a Dios y a las compañeras. Tengo la esperanza de encontrar a mi hijo, como sea, saber de él”, concluyó.