ColOZio, una épica sobre el fracaso
El nuevo trabajo cinematográfico de Artemio Narro se presenta en la décima edición del FICUNAM. Narra el viaje de dos adolescentes que intentan detener el asesinato de Luis Donaldo Colosio después de vivir una epifanía con su televisor.
Tres días antes de la visita de Luis Donaldo Colosio a Lomas Taurinas, en Tijuana, un par de adolescentes en la Ciudad de México disfrutan de una sesión de ácido y pinchando discos. La droga parece no sólo alterar su entorno sino conectarlos a un plano existencial diferente porque una voz en su televisión profetiza la muerte del candidato presidencial del PRI y ellos son los únicos capacitados para salvarlo.
Así arranca ColOZio (2020), el trabajo más reciente del artista plástico Artemio Narro (Me quedo contigo), que se estrenó a principios de año en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam (IFFR) y actualmente forma parte de la Competencia Internacional de la décima edición del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM).
Narró contó, en entrevista con Gaceta UNAM, que si bien la historia surgió por una experiencia personal acontecida el día del asesinato (el 23 de marzo de 1994), la noticia no es sino un pretexto para hablar de ciertos rasgos de la sociedad mexicana.
“Tomo el pretexto del 94 y de Colosio para hablar de algo más general. Tiene que ver con México, pero no necesariamente con ese año. Nuestros vicios favoritos son la simulación, la mentira y la mediocridad. Ahora, por ejemplo, no se trata de achacarle todo lo malo a López Obrador, aunque sean cosas que él propuso. Él se sigue presentando como el súper hombre capaz de salvar la nación”, argumentó y agregó:
“El problema principal lo tenemos los mexicanos como grupo cultural, creemos, nos encanta que nos mientan, nos fascina la mentira. Nos fascina pensar que algo pasará que nos va a salvar. Va a llegar el Melate, me lo voy a ganar y no tendré que trabajar. Es algo que me interesaba reflejar mucho en la película. No sólo hablar del asesinato, en el caso de la película es sólo una excusa para pensar en otros temas. Revisar el asunto de cómo somos los mexicanos, habla más de México que de Luis Donaldo.”
“Era importante hacer una película que fuera más allá de Colosio, su asesinato marcó a mi generación. No sé si era el personaje que iba a salvar a la nación, pero sí creo que es como un amor que no te peló. Un poco refleja nuestro fracaso colectivo, como cuando pierde la Selección Nacional y pensamos ‘pudimos ser campeones’. ‘Es que Colosio nos hubiera sacado de pobres’, lo mismo que estamos viendo, no va a pasar nada, pero delegamos en un poder superior, como los alcohólicos anónimos, la responsabilidad colectiva y social”, puntualizó Narro.
El realizador expone que este trasfondo social y político no surgió hace 20 años con la idea que dio pie a su nuevo largometraje, sino que se trata de una lectura personal sobre la situación de la vida del país en las últimas décadas: “La película es una suerte de épica del fracaso. Decirlo parece una contradicción, pero México es un lugar lleno de contradicciones. En esa obsesión por ir (a Lomas Taurinas) todos quieren salvarlo, aunque no quieren realmente salvarlo. Quieren sacar un beneficio propio, algo que nos caracteriza constantemente.”
“Si hubiera hecho esta película a los 20 años no habría pensado en ningún momento en puntos como estos, en estos matices de México, habría sido una comedia nada más, el chiste de no llegar a salvar a Colosio. Para mí, uno de los grandes valores de ColOZio es su discurso, no está buscando complacer a nadie, ni de quedar bien”, concluye el director.