15 años de Poesía en Voz Alta
Cosmogonía mexica y rock vanguardista en Casa del Lago
El espacio universitario congrega a poetas, performanceros, músicos y actores
El Festival Poesía en Voz Alta llegó a su decimaquinta edición. Cada primavera desde 2004, Casa del Lago Juan José Arreola es el lugar donde se reúnen poetas, performanceros, músicos y actores para poner en escena la palabra enunciada, tal y como lo ha dicho José Wolffer, director de este emblemático centro cultural de la UNAM.
La apertura fue con la intervención sonora Ocaso de los soles, en la que participaron narradores en español y náhuatl, dos voces que recurren a instrumentistas de alientos, percusiones prehispánicas, técnicas vocales extendidas y sintetizadores. La obra, inspirada en el mito mexica de los cinco soles cosmogónicos, le fue comisionada al compositor de música electrónica Rogelio Sosa para conmemorar los 500 años del encuentro de Hernán Cortés con el tlatoani de los mexicas, Moctezuma Xocoyotzin.
Esta pieza se concibió para el Espacio Sonoro de Casa del Lago, equipado con un dispositivo multicanal y ubicado en uno de los jardines junto al Lago de Chapultepec. La obra, con una duración aproximada de una hora, es también un homenaje al historiador Miguel León-Portilla, investigador emérito de la UNAM, de quien se usó una grabación de voz del mito prehispánico, material reeditado en 2017 por la Dirección de Literatura.
Ensamble Zeitkratzer
Concluida la presentación, los espectadores se trasladaron al Foro Arreola para sumarse a los que ya esperaban el inicio del concierto del ensamble Zeitkratzer, una agrupación de músicos europeos, principalmente alemanes, que debutó esa misma noche en México con la versión instrumental de Metal Machine Music, controvertida composición del neoyorquino Lou Reed, músico y poeta de culto.
Libertad sónica
Clarinete, corno francés, saxofón, trombón, violín, viola, chelo, contrabajo, percusiones y piano se conjuntaron para explorar los límites externos de la textura y el timbre. De tal modo que se experimentara una libertad sónica, que dejara de lado ideas preconcebidas de lo que se cree debe ser la música y dar un paso hacia lo nuevo y riesgoso.
Caos controlado: una extraña euforia de metales aullantes, cuerdas que suenan salvajes y frenéticas, un teclado delirante y sacudido desde las entrañas de sus propias cuerdas, percusiones secas, fuegos artificiales en cada disonancia. Metal Machine Music es una pieza vanguardista de minimalismo erizado, experimento de un músico de rock elevado a divinidad por el célebre crítico Lester Bangs.
Música experimental para desafiar a la audiencia. El cerebro comienza a implosionar y el desconcierto se intensifica para cruzar las fronteras del ruido. ¿Musicalidad orgánica? ¿Vanguardista? ¿Revolucionaria? ¿Repulsiva? Zeitkratzer hace hasta lo imposible al transcribir la máquina caótica en su totalidad. Diez músicos con distintiva calidad interpretativa para crear un hermoso sonido infernal.
Zeitkratzer ofrece una experiencia sumamente perturbadora. Prevalecen los chirridos afilados y estridentes en la versión de esta influyente obra maldita, “eslabón perdido entre la música contemporánea clásica y el rock más avanzado”, según Ulrich Krieger, músico alemán de rock experimental.
Metal Machine Music revela sus nexos: sonido, densidad y potencia. Disco que se lanzó en 1975, y que entonces se le criticó como puro ruido. Actualmente es reconocido por algunos críticos como una visión de la composición contemporánea.