Propuesta de la alumna Jessica Victorino
Crean parche para tratar osteoporosis
Es transdérmico y se acopla a microagujas poliméricas biodegradables
Para contribuir a disminuir las reacciones adversas de uno de los fármacos dirigido a tratar la osteoporosis, en particular en mujeres posmenopáusicas y en hombres adultos mayores, así como auxiliar a que el organismo absorba más cantidad de esa sustancia, universitarios desarrollaron un parche transdérmico con microagujas huecas poliméricas biodegradables, las cuales liberan alendronato de sodio.
José Juan Escobar Chávez, académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, indicó que para 2050 México será una nación de adultos mayores y el número de fracturas por osteoporosis podría incrementarse en esa población, asociado a otras patologías como obesidad, diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia.
La propuesta, realizada por la alumna de la licenciatura en Farmacia Jessica Aglae Victorino Zúñiga, consiste en la generación de una opción no agresiva y eficiente, además de aumentar la biodisponibilidad (grado y velocidad con que una forma activa alcanza su sitio de acción) del fármaco, “porque también es importante mencionar que el alendronato sódico por vía oral tiene baja biodisponibilidad, es decir, es mínima la cantidad que se aprovecha de la tableta que se ingiere”.
Este es un parche transdérmico acoplado a microagujas huecas poliméricas biodegradables, el cual se suministra a través de la piel –en las regiones lumbar, abdominal y antebrazo, es decir zonas anatómicas donde no hay mucho vello para impedir que se desprenda–, lo que evita las reacciones adversas a nivel esofágico y gástrico que el medicamento genera después de su ingesta. Es una innovación cómoda y benévola con el paciente.
Además, por su tamaño micrométrico no genera dolor y permite efectuar cualquier actividad sin problema, además de que el enfermo por sí mismo lo puede aplicar, no se requiere de personal especializado; esas son otras de sus grandes ventajas, y ya se solicitó la patente ante el Instituto Mexicano de la Propiedad industrial.
El universitario mencionó que se hicieron pruebas de resistencia de la película biodegradable que constituye al parche, así como de irritabilidad en voluntarios, cuyos resultados arrojaron que el producto tecnológico y su caracterización son positivos.
Fragilidad ósea
Se trata de un problema de salud pública que se volverá una carga considerable para el sector público en las próximas décadas, aunado a las demás patologías que influyen en la degeneración del organismo por la edad.
Explicó que con el paso de los años la fragilidad ósea se incrementa y con ello el número de fracturas de cadera, en particular, lo que resulta incapacitante y afecta en forma severa la calidad de vida; en numerosos casos la gente se vuelve dependiente y requiere atención especializada.
De acuerdo con la Fundación Internacional de Osteoporosis, cada año una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres, en promedio, sufren fractura de cadera, lo cual revela que en México alrededor de 156 mil individuos estarían en esa condición y se elevará conforme pasen los años, puntualizó.
Asimismo, quienes padecieron una fractura de ese tipo tienen 50 por ciento de probabilidad de sufrir la segunda. “La fragilidad ósea es una realidad, el estilo de vida y la misma edad hacen que una persona sea más propensa a ese tipo de situaciones”.
Es una enfermedad silenciosa que genera inconsistencia ósea y la gente no lo siente hasta que una caída o movimiento brusco le genera una fractura. Desgraciadamente, en la población no existe una cultura de revisarse el estado óseo, el cual finalmente es nuestro soporte, enfatizó.
“Es desafortunado enterarse que ya hay un nivel de osteoporosis severo cuando ya transcurrió demasiado tiempo, cuando se sufre una fractura y por la misma fragilidad de los huesos la rehabilitación será complicada.
“Por la población que en las próximas décadas envejecerá por cuestiones biológicas y naturales, es necesario pensar en nuevas propuestas para el tratamiento y prevención de esa patología, pero también evitar los efectos secundarios del alendronato”, aseveró José Juan Escobar.
Al respecto, detalló que el consumo oral de ese medicamento produce reacciones secundarias fuertes, sobre todo a nivel esofágico, parte de la tableta podría quedarse adherida en esa zona que conecta la boca con el estómago y con ello dañar el tracto digestivo y ocasionar irritación estomacal, dolor y diarrea.
Escobar Chávez agradeció el apoyo otorgado para esta investigación de los proyectos PAPIIT IG 100220, PAPIME PE 201420 y Conacyt CF-140617.