Informe de Ana Carolina Ibarra
Crece la internacionalización de Investigaciones Históricas
Énfasis en la consolidación de la planta académica y el desarrollo de proyectos que atiendan problemas nacionales
El Instituto de Investigaciones Históricas ha puesto énfasis, el último año, en la consolidación de su planta académica, el desarrollo de proyectos que atiendan problemas nacionales y otros orientados a su internacionalización, afirmó su directora, Ana Carolina Ibarra.
Al presentar el primer informe de labores de su segunda gestión, explicó que los 79 académicos de esa entidad universitaria –44 mujeres y 35 hombres– realizan 148 proyectos cuyos resultados se reflejan en 40 libros de autor, 117 capítulos de libros, 48 artículos en revistas especializadas; además de impartir 49 materias en las licenciaturas, maestrías y posgrado de la UNAM y otras instituciones.
Ante el coordinador de Humanidades, Alberto Vital y los investigadores eméritos, Miguel León–Portilla y Gisela von Wobeser, la directora expuso que en consonancia con los planes del actual rectorado, se impulsa el estudio de las fronteras norte y sur, aspectos relacionados con el territorio y los recursos naturales.
Así, se participa en el Consorcio Binacional para la Investigación sobre Migración, Derechos Humanos y Seguridad, entre la UNAM y la Universidad de Arizona, en el que se analizarán la migración indígena entre ambos países durante los siglos XIX y XX.
Cátedra Sorbona
Además, con la cátedra Sorbona-UNAM se realizarán estudios y difusión de la Historia del México Antiguo. Con la Pontificia Universidad Católica de Perú se tiene un convenio para el intercambio de investigadores y para realizar proyectos sobre temas coloniales y el periodo de independencia. Igualmente, se ha impulsado el intercambio de alumnos y profesores con Sorbonne Université, entre otros. Mediante las becas Teixidor se ha beneficiado a 14 universitarios para realizar una estancia en París, en tanto que 12 de la Sorbona recibieron apoyo para estudiar en México.
Frente a la comunidad del Instituto, Ibarra también aseguró que debido a la implantación del Subprograma de Ingreso de Jóvenes Académicos, actualmente se cuenta con 16 de ellos menores de 40 años y se ha reducido la edad promedio a 51.5 años; 86 por ciento pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Destacó que en estos últimos 12 meses los integrantes de esa entidad universitaria recibieron diferentes reconocimientos: el Consejo Universitario designó a Gisela von Wobeser como investigadora emérita; Miguel León–Portilla recibió el doctorado honoris causa por parte de la Universidad de Sevilla mientras Elisa Speckman y la propia Carolina Ibarra ingresaron como miembros a la Academia Mexicana de Historia, entre otros.
Además, recordó al investigador emérito Álvaro Matute, quien fue electo para entrar a la Academia Mexicana de la Lengua, pero no pudo dar su discurso de ingreso.
Los académicos participaron en la elaboración del plan de estudios para la maestría en Historia Económica que se impartirá de manera conjunta con la Facultad de Economía y el Instituto de Investigaciones Económicas.
En el marco de los 50 años del Movimiento Estudiantil de 1968, prosiguió la directora, el ciclo de conferencias El Historiador frente a la Historia organizó 12 sesiones, en conjunto con el Instituto de Investigaciones Sociales en los que se plantearon temas como los movimientos en contra del racismo, las mujeres, las olimpiadas, los saldos políticos del movimiento, por mencionar algunos.
“Para alcanzar mejores resultados, es deseable que se conformen grupos con líneas de indagación transversales que integren alumnos de distintos niveles, así como posdoctorantes, cuyo trabajo responda a las líneas prioritarias de nuestro plan de desarrollo”, concluyó la directora.
Finalmente, el coordinador de Humanidades, Alberto Vital, remarcó que todos los temas pasan por las ciencias sociales y las humanidades, por ello son de vital importancia los historiadores, quienes ayudan a establecer analogías y trazar rutas, ejercicios necesarios en los tiempos que vive el país y la propia UNAM.