El derrumbamiento en Material de Lectura

Cuento de Armonía Somers, desafío al racismo y lo erótico

Es imprescindible su obra de 1950, La mujer desnuda, con la que debuta en el ambiente literario

Foto: Libros UNAM.

El cuento El derrumbamiento de Armonía Somers “es realmente transgresor, ahora está mucho más visibilizado el tema de las parejas interraciales, pero antes no era así. Había muchos prejuicios en la década de los 50 del siglo pasado en Uruguay y en América Latina, afirma Alejandra Amatto, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras.

Añade, en entrevista con Gaceta UNAM, que mezcla tres temas muy polémicos: el desafío a lo religioso, a las visiones racistas y a lo erótico, el cual no era un asunto que las mujeres pudieran señalar con tanta crudeza. “Tuvo absolutamente ese valor y sigue siendo hasta hoy una mujer muy transgresora”.

Armonía Somers se incorpora a la serie narrativa de la colección Material de Lectura con su cuento El derrumbamiento. Amatto escribe en su nota introductoria: “es un cuento vital en la conformación estética desobediente de Armonía Somers ya que reúne toda clase de desvíos morales para la época, impensables e inimaginables en las tertulias literarias o reuniones de ocasión de los ilustres autores de la capital montevideana, pero imborrables en las páginas ejecutadas con enorme maestría en la narración de su autora”.

En El derrumbamiento, Somers escribe: “Y sucedió la nueva enormidad de aquel descenso. La virgen apoyó sus labios de cera en la mano dura y huesuda del negro, y la beso como ninguna mujer se la había jamás besado.

—¡Santa madre de Dios, yo no resisto eso!

—¡Sí, Tristán, te he besado la mano con que lo mataste…”.

Lo que empezó a hacer la Universidad Nacional en estas primeras dos décadas del siglo XXI, al rescatar textos de mujeres escritoras que habían sido invisibilizadas, “me parece fundamental, porque si no hay plataformas y dispositivos –ya sean materiales, ebooks– para leerlas, no van a llegar al público que requieren. Y me parece sumamente significativo que la UNAM haga tanto Material de Lectura como la colección digital. Es una apuesta a una muy buena entrega de esta colección, realmente se toman muy en serio el publicar estas ediciones ya sea como un primer acercamiento a la lectura, porque después hay publicaciones que son más accesibles, y que además ayudan al trabajo que nosotros hacemos como docentes en las aulas de la Universidad”.

Alejandra Amatto agrega que esto también “es una manera de lograr lo que hemos estado buscando profesoras y profesores de esta casa de estudios, que es mostrar a escritoras. Porque era muy raro que encontraras en los programas de la facultad autoras, eran una o dos, en uno de 16 autores. Es diferente para nosotros tener una plataforma o un soporte para lectura, que nos permite de alguna manera publicar este material absolutamente abierto, legible, a todo aquel que lo quiera consultar”.

Lo que está haciendo la Universidad, precisa, “es un trabajo que me parece muy generoso. Ahora hay muchas editoriales que están publicando a mujeres, porque es obvio que estas empresas particulares tienen un interés económico en un momento en que ven que las mujeres están vendiendo; pero en el caso de la Universidad es un trabajo que se plantea para llegar a las personas de una manera mucho más democrática”.

Cuentos

Para quien quiera continuar leyendo a Armonía Somers, Amatto considera que “es imprescindible su obra de 1950, La mujer desnuda, con la que debuta en el ambiente literario y además tiene algo que ver con otro libro que es La amortajada de María Luisa Bombal, quien la impresionó mucho, y que es un registro realmente complejo, femenino, con articulaciones muy interesantes. Y también todos los cuentos de El derrumbamiento. El lapso de los años 50 es un gran periodo para conocerla, después tendrá obras muy interesantes y que le darán proyección, sobre todo a su narrativa breve; aunque la novela es un poco el manifiesto de su propia estética”.

El texto se presentará el 25 de febrero, a las 15 horas, en el Auditorio Bernardo Quintana en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

También podría gustarte