Reconstrucción de la memoria

Culmina el ciclo de exposiciones del CCU Tlatelolco sobre el M68

La instalación Desaparecidos exhibe 20 mil figurines de un joven humillado por las fuerzas del Estado que los visitantes se pueden llevar a cambio de dejar un pensamiento escrito


Con dos exposiciones que abordan crítica y experimentalmente la manera en la que el Movimiento Estudiantil de 1968 llega a resonar en el presente, Desaparecidos y 1968/3= Adorno + Siqueiros + Márquez, el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) cierra su ciclo de exhibiciones de artes visuales en torno al programa M68: Ciudadanías en Movimiento.

En la primera de ellas, el español Fernando Sánchez Castillo construye una instalación compuesta por 20 mil idénticos figurines con la forma de un joven en calzoncillos y las manos en alto. Esta imagen fue tomada de una fotografía periodística en la cual se retrata a uno de los estudiantes apresados en el edificio Chihuahua del conjunto habitacional Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968 en Ciudad de México. Es la clara representación de cómo los jóvenes fueron humillados por las fuerzas represivas, al obligarlos a bajarse los pantalones para comprobar que no estaban armados, colocándolos en una situación de desamparo físico y moral.

Dispuestos horizontalmente, estos figurines abren una oportunidad para que cada visitante realice un intercambio: proporciona un pensamiento o testimonio escrito en papel autoadherible sobre los hechos del 2 de octubre de 1968 o por qué en México no se respetan los derechos humanos, y a cambio puede llevarse a casa una de las reproducciones que no miden más de diez centímetros. Llegará el momento en que la instalación desaparezca en su totalidad por intervención directa del público que se detenga a apreciarla.

“Las filas de figurines conforman una declaración, un memorial que da testimonio del terror que ejerce el sistema, subyugando las protestas y los movimientos civiles… El monumento expandido de Sánchez Castillo ofrece una forma de combatir el olvido, de hacer presente en la vida cotidiana la recurrencia de la represión”. Su arte es un intento de reescribir los relatos de la historia, de sensibilizarnos ante sus complejidades y vestigios, mostrando cómo la historia es construida desde el poder. No tiene que ver con ningún tipo de propaganda, es una especie de catarsis. Sánchez Castillo “utiliza el arte contemporáneo como neuroconductor entre diferentes ámbitos sociales y de pensamiento”.

La instalación, que puede verse hasta el 17 de febrero de 2019 en el vestíbulo del Salón Juárez, contó con el apoyo del Centro Cultural España de México y la curaduría fue de Mariana Mañón. Desaparecidos se deriva de la anterior propuesta expositiva del artista, Hoy también fue un día soleado, en la que se exhibió la misma figura pero en dimensiones monumentales.

Fotos: Marth Rosas.
Fotos: Marth Rosas.

Ensayo curatorial

La segunda pieza exhibida es el ensayo curatorial 1968/3= Adorno + Siqueiros + Márquez, que despliega tres distintas lecturas sobre los acontecimientos políticos y sociales que marcaron a nuestro país en 1968 y la emergencia del Movimiento Estudiantil. Sucesos que son retomados desde una perspectiva moderna y contemporánea. Para ello la Sala Norte del CCUT se divide en tres muestras con afinidades temáticas: David Alfaro Siqueiros: Manifiesto e intervención; Humberto Márquez: Todo es posible en la paz, y Eunice Adorno: Casa Estudiantil Octubre Rojo.

El Centro Cultural Universitario Tlatelolco abre de martes a domingo de 10 a 18 horas.

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