Amigos, compañeros, alumnos y profesores, quienes durante 50 años han construido una enorme comunidad, unida por la vocación de servicio y el interés común de hacer aportaciones para que la calidad de vida de las ciudades mejore, celebraron el primer medio siglo del posgrado en Urbanismo.
En una jornada llena de remembranzas, el director de la Facultad de Arquitectura, Marcos Mazari, resaltó que un país en constante cambio como el nuestro, “no podríamos imaginarlo sin contar con especialistas en urbanismo, pues los expertos del área han participado en su transformación”.
La realidad mexicana obliga al urbanismo a tener una aproximación que responda no sólo al desarrollo de políticas públicas, sino que además esté vinculado a otras disciplinas –con una visión inter y multidisciplinaria– y a la sociedad, añadió.
Claudia Reyes Ayala, coordinadora del programa de maestría y doctorado en Urbanismo, expuso que esta disciplina debe desempeñar un papel muy importante en la toma de decisiones en todos los ámbitos. Nunca, como hoy, se hace necesario unir esfuerzos.
Enrique Cervantes Sánchez, iniciador de la maestría en Urbanismo y mentor de la primera generación, recordó que en la carrera de Arquitectura se impartía la materia, pero no se le daba seguimiento. “No había la formación de expertos ni asociaciones o libros en español relativos al tema. Se requería fundar estudios específicos de planificación urbana. Así dio comienzo ese programa”.
Integrantes de aquella generación, que sentó las bases de lo que hoy entendemos como la planeación en México, participaron en una mesa redonda llena de remembranzas.