Con un alto nivel académico, reconocido nacional e internacionalmente, la licenciatura en Ciencias Genómicas de la UNAM cumple 15 años. Sus egresados acceden a posgrados de alta exigencia en México, Estados Unidos, Canadá, Europa y Australia, afirmó el rector Enrique Graue Wiechers.
En tres lustros se han titulado 263 alumnos; siete de cada 10 con mención honorífica, y cuenta con una eficiencia terminal de 80 por ciento, dijo en el Auditorio Doctor Guillermo Soberón, del Centro de Ciencias Genómicas (CCG).
“Ha dado grandes frutos. De aquí se ha dispersado la ciencia genómica al país y es indudablemente una de las grandes fuentes de trabajo de este siglo. Todo lo que es vida se va a situar en las ciencias genómicas, ahí reside su trascendencia”, subrayó.
Con esta carrera, así como con la reciente aprobación de las licenciaturas en Ciencia de Datos, y Química e Ingeniería en Materiales, también se manifiesta el compromiso de la UNAM con el futuro del país.
El director del CCG, Christian Sohlenkamp, recordó que desde el año 2000 investigadores del entonces Centro de Investigación sobre Fijación del Nitrógeno y del Instituto de Biotecnología trabajaron en la propuesta del plan de estudios de la carrera, aprobada el 20 de junio de 2003. Fue la primera que se impartió en un campus universitario foráneo, precursora de las ciencias genómicas en Latinoamérica y la octava en el mundo.
A 15 años de su creación es un gran éxito. Un elemento para ello es su programa Frontiers in Genomics, mediante el cual se invita a investigadores de excelencia mundial a impartir una clase y un seminario, lo que permite a los alumnos entrar en contacto con ellos, y que la calidad de los estudiantes se conozca en instituciones de prestigio internacional.
En el cuarto año, los estudiantes viajan al extranjero y siguen con posgrados y estancias posdoctorales, “por lo que sería deseable lograr que más de ellos regresen a México a ayudar a construir la nación que todos queremos”.
La coordinadora de la licenciatura, Esperanza Martínez Romero, explicó que el año pasado obtuvieron la acreditación por cinco años ante comités interinstitucionales que les otorgaron la más alta calificación. El equipo evaluador hizo diversas recomendaciones, como mantener el nivel académico. También reconocieron al programa Frontiers in Genomics, que les permite figurar en la frontera del conocimiento.
María del Carmen Ávila Arcos, egresada de la segunda generación, realizó estancias de investigación y posdoctorales en el extranjero; ahora dirige un equipo de trabajo en el Laboratorio Internacional sobre el Genoma Humano. Su historia, compartió, es una de muchas de éxito, pues los egresados son jefes de grupos de investigación en empresas nacionales e internacionales, y juntos suman más de 200 publicaciones.
Finalmente, Larissa Morales Soto, alumna de la decimoquinta generación, comentó que cursar esta carrera es un privilegio que conlleva grandes responsabilidades; una de ellas es desenvolverse adecuadamente en un entorno que propicie el aprendizaje, y difundir la licenciatura para que más personas se acerquen a ella.
El rector Graue recorrió el nuevo edificio del Programa de Biología de Sistemas y Biología Sintética del CCG, que cuenta con dos mil 860 metros cuadrados y alberga tres laboratorios en los que laboran ocho investigadores, dos técnicos académicos, tres posdoctorales y 40 alumnos de todos los niveles educativos.
Es un programa multidisciplinario en el que, desde diferentes enfoques y modelos, se efectúan estudios sobre mecanismos genéticos que permiten a poblaciones bacterianas sobrevivir a medios ambientes; acerca de la evolución de la resistencia a combinaciones de antibióticos, así como de la metagenómica de la piel de los anfibios y su interacción con hongos patógenos, entre otros temas.