Develación de placa
Dan el nombre de Jorge Flores Valdés al teatro de Universum
Fue el director fundador de ese recinto, pionero y destacado divulgador de la ciencia, creador de instituciones y científico excepcional
El teatro de Universum, Museo de las Ciencias, a partir de ahora tiene un nombre: Dr. Jorge Flores Valdés, en honor al director fundador de ese recinto, pionero y destacado divulgador de la ciencia, creador de instituciones y científico excepcional.
En la ceremonia de develación de la placa y de un retrato conmemorativo del homenajeado fallecido en 2020, el coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín, señaló que colocar el nombre del destacado investigador a ese espacio es un reconocimiento a la trayectoria y trabajo que desarrolló.
Universum, iniciativa de la Universidad para crear nuevas estructuras y formas de conocimiento y su difusión, se creó hace 30 años durante la administración del rector José Sarukhán, en una época en la que los museos de ciencia no eran lo que son en la actualidad.
Se trató de una iniciativa innovadora que ha marcado una importante ruta para esos recintos y el desarrollo de la difusión y la divulgación del conocimiento en México; ha sido modelo, y su impacto no sólo se logró a nivel nacional, sino que ha llegado más allá de nuestras fronteras.
Jorge Flores, refirió Lee, no sólo fue el motor de lo que hoy es Universum; también fue director del Instituto de Física, impulsor y director del Instituto de Ciencias Físicas, colaboró en la Secretaría de Educación Pública, en la Academia Mexicana de Ciencias, en el Consejo Consultivo de Ciencias, y “en todos lados hacía algo que ha quedado hasta hoy. Su legado ha sido muy importante y hay que reconocerlo”.
La generación y difusión de conocimiento producen bienestar, educación, riqueza económica y una sociedad crítica informada que funciona mejor, y en ello Universum y la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) desempeñan un papel muy importante, finalizó el coordinador.
El exrector e investigador emérito de la UNAM, José Sarukhán, rememoró el largo y acariciado proyecto de contar con un museo de ciencias en esta casa de estudios, y cómo eligió de entre un grupo de expertos a quien podía tener la vitalidad y ejecutividad para concretarlo.
“Fue un Museo concebido, armado, manejado y operado en la Universidad por los universitarios, en todos los sentidos. Eso fue fantástico”. Así, hace tres décadas Universum abrió sus puertas y es un orgullo tenerlo.
El número de personas que lo han visitado, los comentarios de la gente que asiste y sus resultados son muestra del papel enorme que un recinto como este puede tener en la imaginación y el entusiasmo que impulsan a los jóvenes a cursar carreras científicas, tecnológicas y sociales, añadió.
Nominar este auditorio en honor a Jorge Flores es una espléndida idea. Así, “el museo se honra a sí mismo, y la UNAM también, al reconocer a la gente que ha trabajado por esta casa de estudios tanto tiempo como él”.
En representación de la familia, Rodrigo Flores Roux, hijo del homenajeado, dijo que el “gran legado que mi papá ha dejado para muchos de nosotros es el amor por crear, construir, inventar y cuidar” lo creado.
La UNAM es el corazón latente de México. Sin los latidos de esta casa de estudios, primigenia en el continente americano, este país no funciona; por lo tanto “debemos proteger y cuidar de manera vital y esencial la educación, la divulgación de la ciencia, la cultura y el aprendizaje, porque sin ello no hay futuro”, recalcó.
César Domínguez Pérez Tejada, titular de la DGDC, mencionó que este recinto es resultado del trabajo de un grupo de visionarios que supieron contagiar de entusiasmo a toda una comunidad y emprender un proyecto de gran envergadura. Hoy, Universum, inaugurado el 12 de diciembre de 1992, se ha colocado como el mejor museo de ciencias del país. “Quienes participamos a lo largo de su historia pudimos ver horizontes más lejanos, porque nos hemos parado sobre hombros de gigantes”.
La directora del Instituto de Física, Ana Cecilia Noguez Garrido, recordó que el homenajeado estudió en la Facultad de Ciencias la licenciatura y el posgrado; se formó completamente en la UNAM, y con tan sólo 24 años obtuvo el doctorado. Ese Instituto siempre fue su casa, en el cual fue investigador de tiempo completo desde 1972 y director durante dos periodos. Riguroso en su ciencia y motor para otros científicos, hoy “estaría muy feliz de estar aquí”.
Por último, Elaine Reynoso Haynes, directora de Formación e Investigación de la DGDC, calificó a Flores Valdés como un líder ejemplar, un hombre de grandes ideas, creador de enormes proyectos y protagonista en el desarrollo de la cultura, la educación y la comunicación de la ciencia en México.