A 100 años del natalicio de Ramón de la Fuente Muñiz, algunos de sus discípulos recordaron sus aportaciones para el avance de la psiquiatría en México y el mundo, su empeño en que los estudiantes de medicina recibieran una formación humanista, y las diversas acciones que promovió para atender la salud mental de los mexicanos de manera integral. “Fue un mexicano y universitario de excepción”, señalaron.
Durante la conmemoración, vía virtual, organizada por El Colegio Nacional, Adolfo Martínez Palomo, doctor en Ciencias Médicas y Premio Nacional de Ciencias y Artes 1986, destacó que De la Fuente Muñiz fue el segundo médico clínico en ingresar a esta institución.
A mediados del siglo pasado, expuso, la psiquiatría era la más incierta de las especialidades que agrupaba El Colegio Nacional, “pues estaba basada en humanismo, un poco de técnica derivada del empirismo y apenas un ápice de ciencia fundamentada en la investigación”.
En la segunda mitad del siglo XX se empezó a gestar una revolución médica al convertirse la psiquiatría en una disciplina científica y fue gracias a De la Fuente que México participó de este avance gradual.
Rememoró que su maestro fue discípulo de Erich Fromm e impulsó que los estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM recibieran una formación humanista. “Recuerdo con gratitud la profunda huella de profesionalismo médico y humanismo que recibí como su alumno”, expresó.
Eduardo Ángel Madrigal de León, director del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, habló del médico psiquiatra como un filósofo humanista, científico clínico y psicoterapeuta, y un gran maestro. “Más de la mitad de los psiquiatras que todavía ejercemos fuimos formados por él directamente”, resaltó.
Subrayó que quien fue fundador del instituto que lleva su nombre evolucionó el estudio y tratamiento de las enfermedades mentales e introdujo la psicología médica en diversos programas de licenciaturas de Ciencias de la Salud. Además, buscó que los hallazgos científicos se transformaran en programas aplicables a la comunidad.
De excepción
Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina de la UNAM, mencionó que además de modernizar la psiquiatría fundó la Asociación Psiquiátrica Mexicana, de la que fue su primer presidente, y también dirigió la Sociedad Mexicana de Psicoanálisis.
En 1971 organizó y presidió el V Congreso Mundial de Psiquiatría, en el cual señaló prácticas abusivas de la psiquiatría en algunos regímenes totalitarios de la época, lo que contribuyó a movilizar una acción internacional a través de la Organización Mundial de la Salud, que lo invitó a formar una comisión de expertos para investigar esos abusos en la Unión Soviética.
En la UNAM, en colaboración con Alfonso Millán, creó el Departamento de Psicología Médica, Psiquiatría y Salud Mental que estuvo a su cargo de 1969 a 1991. Fue miembro de la Junta de Gobierno, profesor emérito, doctor honoris causa y Premio Universidad Nacional.
María Elena Medina-Mora Icaza, doctora honoris causa de la UNAM y quien trabajó con De la Fuente Muñiz durante 18 años, refirió el papel de las ciencias sociales en el pensamiento de su maestro, así como su contribución en el estudio de las adicciones y los determinantes sociales.
Dijo que el psiquiatra planteó que los problemas de salud mental no son comprensibles si no se les examina en términos de la relación del hombre con el medio ambiente: el entorno rural o urbano, las condiciones de su vivienda, la vida en familia, la sociedad y la cultura, entre otros. Era con un enfoque integral en el que se incorporaban la biología, la psicología y la sociedad, agregó la directora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Ramón de la Fuente afirmaba que los genes nos determinan, pero también que la experiencia y la educación en el curso de la vida nos individualizan, pensamiento que fue muy innovador, concluyó.
