Debaten en la UNAM sobre desarrollo y ordenamiento urbano

La Ciudad de México (CdMx) enfrenta fuertes retos derivados de una normatividad del ordenamiento que ha perdido utilidad, pertinencia y prontitud para conducir las intervenciones urbanas, públicas y privadas, con mayor incidencia en ese espacio.

Así lo expuso, Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes, director de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, la cual fue sede del encuentro Construir Ciudad. Proceso social en movimiento. A debate: Plan General de Desarrollo y Programa de Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México.

Ante esto, continuó, es importante asumir que la ciudad es compleja, diversa, desigual, y que adolece y reproduce contrastes socioeconómicos significativos, por lo que subrayó: “se debe contar con instrumentos de planeación y mecanismos de participación social que recojan la discusión de alternativas de ciudad, y que se reconozcan las distintas voces coexistentes en esta geografía”.

Ante Javier Delgado Campos, director del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, quien fungió como moderador, el funcionario universitario indicó que construir una visión de ciudad es una labor compartida.

“Identificar los problemas comunes que la aquejan es un trabajo necesario para construir un modelo holístico para la CdMx, que garantice el equilibrio con el medio ambiente, servicios públicos de calidad y accesibilidad para todas y todos, entendiendo las relaciones y las vinculaciones interalcaldías y metropolitanas”, planteó.

Por su parte, Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía (IGg) de esta casa de estudios, comentó que la Ciudad de México está en una etapa de desarrollo muy distinta al resto de las urbes mexicanas, sobre todo porque a menos que se construya sobre las áreas de conservación, que desde su punto de vista es algo indeseable, no hay hacia donde crecer.

“Todos los días hay un asentamiento irregular, pero eso no sólo es un problema de ordenamiento, es de vivienda, de desigualdad, de oportunidades que brinde la ciudad, y eso es lo que resuelven los planes de desarrollo”, precisó.

Ante el dinamismo activo que tiene esta metrópoli tenemos que encontrar formas para organizar las nuevas actividades económicas, el crecimiento poblacional y hacer más eficiente su operación, en términos de transporte, de localización de la vivienda y de seguridad, acotó.

“En ese sentido, la planeación es una herramienta primordial en una ciudad con una historia muy particular, una zona central extremadamente planeada y una periferia con un crecimiento completamente anárquico”, describió.

Características del plan

Al presentar los avances de los programas General de Desarrollo (PGD), y de Ordenamiento Territorial (PGOT) de esta ciudad, en el Aula Magna Horacio Durán de la FA, Pablo Benlliure Bilbao, titular del Instituto de Planeación Democrática y Prospectiva de la Ciudad de México, indicó: “se está planeando una urbe con bienestar social, sustentabilidad e innovación pública, asimismo, se busca cerrar las brechas de desigualdad territorial, social y de género”.

El funcionario capitalino informó que se trata de dos documentos en proceso de consulta (por seis meses). Son borradores, pero al final todas las propuestas y observaciones, incluidas las realizadas en este encuentro, serán integradas en un proceso de sistematización para sellarlo en un documento final que será arrojado en enero de 2023.

Dichos programas, dijo, derivan de un mandato de la Constitución de la CdMx y tienen una vigencia de 20 y 15 años, respectivamente, y serán revisados cada lustro en un proceso de seguimiento y evaluación.

“De aquí se desprenden los futuros programas de gobierno de la Ciudad que deben ser coherentes con estos dos instrumentos, lo que permitirá contar con un esquema de gobierno vinculado e integrado, situación que no existía”, sostuvo.

El PGD, delineó, plantea de manera general seis grandes ejes de transformación de esta metrópoli que son: Ciudad de bienestar e igualitaria; ciudad próspera, dinámica e innovadora; ciudad sustentable y resiliente; ciudad con equilibrio, ordenamiento y gestión territorial; ciudad en paz y con justicia; ciudad con gobierno honesto, cercano a la ciudadanía y buena administración.

Todo esto, finalizó, con un apartado que denominó de “orientaciones presupuestales”, donde los recursos tendrán que ser adecuados a lo que se realiza, “lo cual constituye una novedad en este sistema de planeación”.