Por tercer año consecutivo, organiza la CEIDE

Dedican jornada a la salud mental del docente universitario

Es necesario hablar de este tema para enfrentarlo de la mejor manera y conectarlo con el desempeño académico: Melchor Sánchez Mendiola

Foto: Benjamín Chaires.

Como sociedad, seguimos restando importancia a la salud mental de los individuos y continúa su estigmatización. “Es una percepción totalmente falsa y absurda, desde el punto de vista técnico, considerar que tener problemas mentales es evidencia de debilidad”, afirmó Melchor Sánchez Mendiola, titular de la Coordinación de Evaluación, Innovación y Desarrollo Educativos (CEIDE).

Al inaugurar el Día de la Salud Mental del Profesorado Universitario, organizado por tercer año consecutivo por la CEIDE en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, destacó que, en las instituciones educativas, como la Universidad Nacional, un primer paso es reconocer el problema y tomar acciones para cambiar la situación.

Comentó que “existen estadísticas escalofriantes en torno a los problemas de salud mental entre las y los docentes, y no es un asunto trivial”. Sin embargo, temas como el estoicismo, la resiliencia, el profesionalismo de la asertividad, del valor y la pasión, “del deseo que tenemos los profesores por hacer las cosas bien, no han contribuido a resolver el problema en su totalidad”.

En esa perspectiva, recalcó la necesidad de hablar de este tema y para ello es esta jornada, se trata de escuchar a especialistas familiarizados con algunos de los aspectos técnicos y educativos de todos estos problemas, “para ayudarnos a enfrentarlo de la mejor manera y conectarlo con nuestro desempeño académico, porque al final del día, como señalan muchos autores, si no gozamos de salud mental no tenemos nada”.

En ese sentido, expuso que en esta ocasión “escucharemos conferencias sobre resiliencia, sobre el docente autista, porque no somos ajenos a este problema en nuestra comunidad; tendremos acceso a herramientas tan poderosas como la cultura y el arte, o a aprender y enseñar a disculpar y a fracasar sin sentirnos mal”.

Por otra parte, recordó que en la década de 1970 se definió el concepto de salud como el bienestar biopsicosocial de las personas “y aquí estamos, medio siglo después, en un encuentro dedicado al bienestar mental. El problema es que no se ha resuelto esta separación artificial de concebir la salud mental como algo diferente. Ante ello nos vemos en la necesidad de realizar actividades como ésta”.

Planteó que la tarea de mantener y mejorar la salud mental de los profesores “nos concierne a todos: funcionarios, docentes y alumnado. Son muchas las acciones que podemos realizar en términos de sinergias; sobre todo, hablar del tema de una forma sincera y abierta en los procesos de evaluación”.

Subrayó que cada vez hay más énfasis en que la evaluación hacia los docentes sea auténtica, pero no sólo ese proceso debe serlo, también la docencia misma.

Para concluir, el funcionario universitario apuntó que, al finalizar esta jornada, “habremos puesto un granito de arena más para hacer frente a este problema de forma exitosa”.

En la ceremonia inaugural estuvieron también Ana María del Pilar Martínez Hernández, directora de Innovación Educativa, Desarrollo Curricular y Formación Docente, y Guillermo Martínez Cuevas, coordinador de Profesionalización del Docente, del Centro de Formación y Profesionalización Docente, ambos de la CEIDE.

El propósito de este evento anual es promover la educación en salud mental, el autocuidado y el bienestar del profesorado universitario. Los temas abordados por los conferencistas en esta ocasión fueron: El docente autista: habilidades extraordinarias; Transitar mis emociones con el arte; Docencia universitaria y salud mental: aprender y enseñar a disculpar, y Resiliencia en la docencia.

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