Después del plebiscito, vienen momentos desafiantes para Chile

La votación a favor de revocar la constitución pinochetista en Chile, abre un proceso de transición constitucional y del modelo económico vigente, señala Eduardo Rosales profesor-investigador de la FES Acatlán.

El 25 de octubre, los chilenos votaron en un referendo para cambiar la Constitución implantada por el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990). El cambio de Constitución fue una de las demandas hechas tras el estallido social de octubre de 2019, que dio lugar a manifestaciones masivas desde el regreso de la democracia en 1990, y desencadenó episodios de violencia que derivaron en la muerte de más de 35 personas y decenas de heridos.

El hecho se ha celebrado como una victoria para el pueblo chileno, luego de una alta participación en el referéndum, de más de 70% de la población. Su realización fue el resultado de un acuerdo firmado en el Congreso el 15 de noviembre de 2019.

Para el doctor Eduardo Rosales profesor-investigador de la FES Acatlán, este referéndum y su resultado abren la puerta a un cambio profundo, no sólo en materia constitucional sino de modelo económico, pues los detonadores de este estallido social tienen que ver con el alto costo de la educación, de la salud, transporte, y de la vida en general.

“Los problemas que hay, – señala Rosales Herrera- es que las pensiones son muy bajas, las famosas afores, por decirles de alguna manera, son muy bajas, también los salarios son muy bajos, y evidentemente el poder adquisitivo es bajo, entonces, algo que le pega mucho a la ciudadanía es el costo de transporte, no pueden subirlo mucho porque son muy precarios los salarios. Ese fue uno de los detonadores de la movilización”.

El especialista de la FES Acatlán comenta que los derechos sindicales fueron otro de los detonadores dado que estaban muy limitados, muy acotado en la lógica del modelo neoliberal.

El costo de la educación fue un tema central en este estallido social, dado que “El costo de la educación es terrible, hay miles y miles de universitarios chilenos que están endeudados, algunos de ellos con créditos por haber estudiado, que son equivalentes a comprarse una casa o un departamento, es decir, similar a un crédito hipotecario, y algunos señalaban que la educación había quedado en manos de los banqueros, entonces, se hizo un negocio de esto, un objeto de lucro y ganancia desmedida, y tenemos a jóvenes con deudas de miles y miles de dólares, y luego, salen y las oportunidades laborales, son muy reducidas. Una licenciatura está en cerca de 25 mil dólares, y ya una maestría, entre 25 y 63 mil dólares. Es impagable, ¿de dónde sacaré 60 mil dólares? Los presta el banco, con una tasa de 6%, con el gobierno de Bachelet bajó al 2%, pero los bancos no respetaban y con todos los subterfugios, seguía siendo un gran negocio y ganaban un dineral. Ese fue un punto fundamental”, comenta el doctor Rosales.

Panorama complicado

“Vienen momentos complicados para Chile porque ya se cambia la constitución y no sabemos cómo va a quedar, entonces, supongamos que se acuerde que la educación es gratuita. ¿Qué va a pasar con esas deudas de los estudiantes, quién las va a asumir, el Estado? ¿De dónde saldrá el dinero?, ¿cómo se subsidiará la salud, de dónde saldrán los recursos?, ¿cómo se elevarán los salarios? Vienen tiempos complicados, pero es resultado de postergarlo, y dejar que la problemática vaya creciendo, la indignación acumulándose. El resultado fue una aplastante mayoría, de casi 80% que hizo válido esto de la muerte anunciada de la constitución de Pinochet”, apunta el especialista.

Para el doctor Eduardo Rosales, este hecho comienza otro episodio para Chile, “porque sólo se cierra una etapa, primero la transición democrática, ahora viene la transición de modelo económico y del andamiaje jurídico, de allí emanan las leyes y los reglamentos, ya hubo la transición democrática, en 1990, que desmanteló paulatinamente la dictadura, porque no fue de golpe y fue, entre comillas, pacífica. Ahora viene la transición constitucional, y a la par de ella, también el modelo económico vigente”.

Los antecedentes

“Después del golpe militar en 1973 a Salvador Allende, se instauró el régimen militar de Augusto Pinochet, quien duró en el poder hasta 1990, pero quedó su herencia, en términos jurídicos, constitucionales, con su carta magna, y en términos económicos con todo un modelo neoliberal”, explica el autor del libro “El juicio del siglo, Augusto Pinochet frente al derecho y la política internacional”.

El doctor Rosales comenta que “las protestas empezaron el año pasado, más de 10 mil personas fueron detenidas, unas 4 mil personadas lesionadas, y casi 40 muertos desgraciadamente. Eso por la represión y por tratar de contener las protestas y todo esto orilló a este plebiscito, que tiene un carácter vinculatorio. Para la nueva Constitución, no será el actual legislativo quien la diseñe, sino que serán elegidos legisladores ad hoc, es decir, para un fin determinado”.

Para terminar, el doctor Eduardo Rosales señala que “Chile ha experimentado sismos políticos, sociales, movilizaciones, pero no creo que aquí pare esto, un cambio de modelo siempre es complicado, y en ocasiones doloroso… La participación de los jóvenes fue elevadísima, fácilmente del 50%, cuando antes participaban poco, porque estaban en una dictadura y eran reprimidos, en la transición bajó, porque pensaban que se había logrado todo, pero ahora con la agudización de la problemática, vuelven a participar con mucha más consciencia, y son el motor del cambio y la transición”.

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