Está a 30 millones de años luz de distancia de la Tierra

Detectan agujero negro generador de estrellas

Por este descubrimiento, hoy se sabe que dichos objetos interestelares no sólo absorben la materia

Región central de la galaxia enana Henize 2-10 en la que se observa una región de formación estelar. Crédito: Science: NASA, ESA, Zachary Schutte (XGI), Amy Reines (XGI) / Image Processing: Alyssa Pagan (STScI).

Recientemente, el Telescopio Espacial Hubble de la NASA detectó un agujero negro con un disco de materia muy brillante que emite radiación. Lo asombroso del objeto es que, a diferencia de otros, los que usualmente conocíamos que se tragaban todo, este hoyo… está creando nuevas estrellas.

El objeto interestelar se encuentra a 30 millones de años luz de distancia de la Tierra y se ubica exactamente en una galaxia enana llamada Henize 2-10.

“Este disco empuja a las nubes de gas y de polvo circundantes y aumenta la presión y así se favorece la formación de nuevas estrellas”, explica Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía.

La observación del Hubble detectó un estallido estelar y reveló un cordón umbilical gaseoso que se extiende desde un agujero negro hasta un vivero estelar donde nacen las estrellas.

Por este descubrimiento, hoy se sabe que dichos objetos interestelares no sólo absorben la materia y todo aquello que se les acerca, sino que también comprimen toda la materia a su alrededor y así se pueden crear nuevas estrellas.

¿Se puede viajar en el tiempo a través de estos agujeros? ¿Qué hay dentro de un agujero negro? Hasta el momento, nadie lo sabe, porque la presión es tan grande que todos los protones y neutrones no resiste estar ahí. Sin embargo, hay varias teorías que los científicos han planteado, entre ellas, se habla del viaje en el tiempo.

“A muchas personas nos gustaría viajar al pasado y cambiar la historia. Por ejemplo, sería padrísimo regresar para impedir que Santa Anna vendiera la mitad de México a Estados Unidos, pero es imposible”, dijo Julieta Fierro.

En la realidad pasa algo increíble: Albert Einstein descubrió que cerca de los hoyos negros se pliega el espacio, es decir, que todo se dobla hacia el hoyo negro, agregó la investigadora universitaria. “Los objetos que se acercan se distorsionan y se alargan”.

De hecho, cerca de los agujeros negros se puede plegar el tiempo. “Es decir, se podría ir del pasado hacia el futuro y regresar al pasado y matar a Santa Anna ¿Qué pasaría en ese momento? Se crearía otro universo, uno con Santa Anna y otro sin él”.

Como si fuera un metaverso de ciencia ficción. ¿Cómo es esto? La teoría plantea que cuando surge un agujero negro del otro lado se crea un agujero blanco. El primero es un embudo que chupa todo lo que se acerca, pero del otro sale todo lo que entró, y podría ser en otra dimensión e incluso en otro tiempo.

No obstante, atravesar del agujero negro al blanco llevaría un tiempo infinito. “Así es que por el momento esta teoría no se ha podido utilizar para ese fin, pero eso es lo interesante de la ciencia”.

Einstein predijo hace más de cien años que había ondas gravitacionales y fue hasta 2015 que se detectaron por primera vez, añadió la académica universitaria.

Desde la Tierra, no pueden verse. De hecho, se descubrieron por medio de los telescopios que detectaron objetos estelares con efectos gravitatorios, tales como una estrella girando alrededor de un punto negro, donde hay algo imperceptible.

El horizonte de sucesos

En los hoyos negros hay un punto sin retorno. “Si uno se aproxima y tiene suficiente velocidad puede escapar, pero si se acerca demasiado llega a un punto en donde por más que se mueva a la velocidad de la luz no podrá salir y llama horizonte de eventos”.

Por ejemplo, “es como si fuéramos en una lancha por un río en las cataratas de Iguazú y de repente nos acercamos a la caía del agua, por más que rememos no podríamos vencer la fuerza de la corriente y caeríamos irremediablemente”.

Lo mismo sucede con los objetos estelares que se acercan al agujero negro. Es tal la atracción, que terminan cayendo. De hecho, toda la materia que se acerca, incluso la luz que viaja a 300 mil kilómetros por segundo, es devorado.

Misterios

Desde la Tierra, los agujeros negros no pueden verse. De hecho, se descubrieron por medio de los telescopios que detectaron objetos estelares con efectos gravitatorios, tales como una estrella girando alrededor de un punto negro, donde hay algo imperceptible.

Para ejemplificar, Julieta Fierro explicó que en el planeta Tierra la marea sufre la gravedad de la Luna y entonces de su lado el mar sube y del otro lado se rezaga. “Lo mismo ocurre en los agujeros negros, pero a lo bestia: los objetos que se les acercan se alargan hasta que se rompen y quedan girando alrededor”.

¿Por qué no caen directamente al agujero negro? Resulta que los hoyos negros son tan “pequeñitos” como la punta de un alfiler, así que la probabilidad de que un objeto se acerque y caiga es muy baja. Primero, los objetos se rompen y su materia “queda dando vueltas”.

Al girar tan rápido ese material genera calor, no avanza a lo largo del disco, pero sí puede salir un chorro de materia incandescente y brillante de forma perpendicular. A ese fenómeno se le denominó cuásares.

Los cuásares viajan a velocidades extraordinarias por el espacio interestelar y los astrónomos los detectaron mediante las ondas de radio.

Actualmente, se sabe que sólo los agujeros negros supermasivos, aquellos que miden un millón de veces la masa del Sol, son capaces de generar los cuásares. Por lo regular, éstos se encuentran en el centro de cada galaxia.

¿Cómo surgen los agujeros negros supermasivos? Un ejemplo es cuando colisionan dos galaxias, añadió la académica universitaria. De hecho, dentro de 500 millones de años, la Vía Láctea se fusionará con la galaxia de Andrómeda y formarán un solo núcleo con los dos agujeros que tienen en su centro, afirma.

Este es un ejemplo de cómo se forman los agujeros negros supermasivos, que además de emitir cuásares, también pueden crear brotes de formación de nuevas estrellas, concluyó la científica.

Éste, que va solitario, se encuentra en nuestra galaxia, a cinco mil 200 años luz de
distancia de la Tierra. Foto: Hubble Space Telescope.

Y hay uno errante en nuestra galaxia

Tras 10 años de observaciones, un grupo internacional de astrónomos ha redactado un artículo, subido a la plataforma de preimpresión ArXiv el 31 de enero, y que aún necesita validación de sus pares (https://arxiv.org/abs/2201.13296), en el que informan que han descubierto un misterioso objeto que causó furor entre científicos.

Se trata de un agujero negro totalmente distinto de los demás, tiene siete veces el tamaño del Sol y se mueve a una velocidad de 162 mil kilómetros por hora.

Además, se encuentra en nuestra galaxia, a cinco mil 200 años luz de distancia de la Tierra, es decir, unas cinco veces más cerca de nosotros que del centro de la Vía Láctea. Lo más sorprendente de este objeto es que se mueve de forma distinta, dice Julieta Fierro.

Regularmente, todos los astros viajan alrededor del centro de la galaxia, pero este agujero negro va solitario y “desatado” en forma errante.

Este tipo de hoyos han sido muy difíciles de detectar porque se les considera “invisibles” y únicamente son susceptibles de ser observados cuando interactúan con otros fenómenos estelares. Por eso, desde hace mucho tiempo, los científicos buscan develar sus misterios.

El objeto se descubrió a través de una lente microgravitacional con una técnica denominada microlente astrométrica. Es decir, frente a él pasó una estrella y ésta se vio más brillante porque aumentó su luminiscencia debido al efecto gravitacional del hoyo negro.

La teoría plantea que este agujero se formó junto con otro objeto muy masivo. Por ejemplo, al chocar con una supernova. Así, este impacto logró que tomara una dirección distinta a los demás objetos interestelares. De hecho, este fenómeno se ha detectado antes, pero con estrellas.

Telescopios de Nueva Zelanda y Chile lo descubrieron por medio de las ondas de radio, y el Telescopio Espacial Hubble lo detectó a través de la luz visible.

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