El Laboratorio de la Facultad de Arquitectura cumple 31 años
Diseñan piezas de joyería a partir de imágenes encontradas en libros
Ese espacio en la FA constituye un ámbito en el que los estudiantes dan rienda suelta a su creatividad
El Laboratorio de Joyería, del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial de la Facultad de Arquitectura, celebra 31 años de su fundación. Constituye un ámbito en el que los estudiantes dan rienda suelta a su creatividad y confeccionan piezas de escala menor.
Cada semestre compiten por un lugar en este laboratorio. Pese a contar sólo con capacidad para 10 alumnos, terminan aceptando a más de 20.
En cada periodo semestral se empeñan en concretar una idea innovadora. En este último, la inspiración surgió de la revisión de algún libro; las imágenes de sus páginas fueron el punto de partida para el diseño de una pieza de joyería.
La calidez de las formas
Ángel Páez, egresado de la UNAM, lidera ya su propio emprendimiento de joyería, el cual ha alcanzado un notable éxito. Su camino no fue fácil; antes de iniciar el negocio trabajó con varios estudios y marcas de renombre. Con dedicación logró materializar su sueño. Fue en la Universidad donde se despertó su interés y aprecio por los objetos de dimensiones reducidas.
Realizó sus estudios en el Centro de Investigación de Diseño Industrial, donde se adentró en el Laboratorio de Joyería. “Crear estas piezas me proporciona una satisfacción inmensa; mediante los objetos puedo comunicarme con el mundo y dejar mi marca”.
Eduardo Graue, quien lleva 15 años impartiendo clases en este laboratorio, se formó en artesanías en la Escuela de Bellas Artes y se integró al laboratorio para realizar su servicio social. Le resulta estimulante vivir distintas experiencias académicas con los alumnos, quienes aportan una gran creatividad. “En un espacio limitado se pueden alcanzar muchos logros; la clave es fundir el metal y transformarlo. Uno aprende muchísimo con ellos”.
Melissa Ramos, estudiante de Diseño Industrial, ha tenido siempre interés por la joyería y desde el tercer semestre se sintió atraída por este laboratorio. Ahora, en el noveno, está encantada con las actividades que se desarrollan allí. Su creación fue inspirada por las flores de una página del libro asignado y las fusionó con el plumaje de un ave.
Jorge Coronel, también de Diseño Industrial, se incorporó al laboratorio movido por su afición a la moda. Después de experimentar en talleres de calzado y vestuario, se decantó por la joyería. Inspirado en un libro acerca del pintor ruso Kandinski, decidió explorar la calidez de las formas. Se preguntó: ¿cómo es que una forma es cálida o fría? Buscó plasmar estas reflexiones en una pieza.
Samuel Campo, estudiante de intercambio de la Universidad Industrial de Santander, Colombia, proviene de una familia de diseñadores industriales, con un tío diseñador de joyas en Colombia. Eligió este taller, que ha superado todas sus expectativas. En el futuro desea dedicarse al ámbito de la moda y crear su propia empresa. Inspirado en un texto sobre Alexander, un diseñador italiano, Samuel ideó una fusión de sacacorchos que representa una dualidad entre lo femenino y lo masculino.
Y Gabriela Toral, estudiante de Arquitectura de la Universidad de São Paulo, Brasil, se ha enamorado de la cultura maya. Considera esta experiencia como algo increíble que le ha permitido conocer gente de diversas procedencias. Está trabajando en una pieza que aúna la imagen de un niño llorando con helados.
Baile y diseño
Andrés Fonseca, de origen colombiano, arribó casualmente a la Facultad de Arquitectura, donde inicialmente era profesor de merengue. Durante los preparativos de una muestra de joyería, una estudiante le reveló las dificultades que enfrentaba en un proyecto de investigación sobre joyería. Andrés se ofreció a ayudarla. En el primer encuentro sólo asistió ella, en el segundo se incorporaron dos más, y para el quinto el grupo había aumentado; de tal forma que Andrés indagó sobre el origen de todos, y descubrió que eran alumnos de Diseño Industrial.
Se acercó así a la Facultad, y como consecuencia lo convocaron para establecer y liderar el prestigioso Laboratorio de Joyería.