Dispuesta la UNAM a apoyar la ampliación de la oferta en educación superior
Presidió el Rector la ceremonia de entrega del Premio Universidad Nacional y el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos, recibidos por 34 destacadas y destacados universitarios
En la UNAM “compartimos el compromiso del actual gobierno de ampliar la oferta de la educación superior”, aseveró el rector Leonardo Lomelí Vanegas, quien refrendó la disposición de esta casa de estudios de sumarse al trabajo colectivo de apoyar esa propuesta.
“Estamos seguros de que, mediante la suma de esfuerzos con el gobierno federal, las universidades públicas federales y estatales y las nuevas instituciones que se están proyectando, estaremos en posibilidades de alcanzar la meta que ha propuesto la presidenta de la República para ampliar la cobertura de la educación superior en México”, subrayó el Rector al presidir la ceremonia de entrega del Premio Universidad Nacional y el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2024.
En el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, Lomelí Vanegas destacó que esta casa de estudios tiene el compromiso indeclinable con la atención y solución de los problemas nacionales y con el avance mundial del conocimiento.
En compañía de la presidenta en turno de la Junta de Gobierno, Marcia Hiriart Urdanivia; y de la secretaria general, Patricia Dolores Dávila Aranda; el Rector entregó diplomas a las y los 34 universitarios destacados y afirmó que, ante una realidad marcada por incertidumbres y crisis, el papel de nuestra Universidad es más relevante que nunca.
“La UNAM debe ser un referente de la ciencia aplicada y del pensamiento crítico. Debemos responder con tesón a las problemáticas del presente, porque la ciencia y la cultura sólo cobran sentido si se ponen al servicio de los demás”, agregó en la ceremonia en la que estuvo también el exrector José Sarukhán Kermez.
Luego de felicitar a quienes obtuvieron los reconocimientos, aseguró que los honores que reciben permiten visibilizar la huella que cada uno de ellos ha marcado en su campo de estudio, contribuyendo de forma significativa al desarrollo del conocimiento y a la construcción de un México más próspero, inclusivo y verdaderamente sostenible.
“Ustedes representan un ejemplo de profesionalismo en el sentido más amplio de la palabra. Son universitarias y universitarios que han hecho de la investigación, del estudio, de la enseñanza y de la divulgación, un propósito de vida. Su empuje diario ha sido la guía y la inspiración para incontables generaciones que guardarán con gratitud su legado”, precisó.
Indicó que el reconocimiento que les otorga la Universidad de la Nación es un homenaje a las historias individuales y también a los espacios en donde laboran y tejen diariamente su vida personal y académica, las escuelas, facultades, centros e institutos que les brindan las condiciones para el desarrollo de múltiples capacidades.
El rector enfatizó que “estos premios son muestras de un trabajo conjunto que emana de una comunidad que reconoce que el saber se nutre del esfuerzo compartido, del entendimiento mutuo, de las redes de apoyo y del impulso constante de quienes creen en la posibilidad de transformar a nuestro país”.
“Recuerden siempre que nuestra Universidad, un espacio democrático y colegiado en donde imperan la libertad y la pluralidad, los escucha, respalda y acompaña, reconociendo en sus trayectorias una de las más claras manifestaciones de su espíritu y su misión”, manifestó Lomelí Vanegas.
Invertir en el futuro
En nombre de las y los universitarios distinguidos con el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2024, Diego Solís Ibarra agradeció el galardón y señaló que su papel es ser puente entre el conocimiento consolidado y las nuevas corrientes, lo que los motiva a ser expertos en sus disciplinas y ciudadanos comprometidos que sepan traducir dicho conocimiento en soluciones concretas para la sociedad.
“Estoy seguro de que sus aportaciones seguirán enriqueciendo tanto a nuestra comunidad como al país. De corazón, gracias por ser una fuente constante de inspiración y muchas felicidades. Les admiro y celebro sus logros”.
Asimismo, expresó la gratitud de las galardonadas y los galardonados a la UNAM, ya que, aseguró, “ha sido un espacio de formación y crecimiento, así como de retos que nos han empujado a superar nuestros propios límites”.
Saben que “nuestra carrera académica apenas comienza y que los desafíos actuales son grandes; sin embargo, tenemos la certeza de que continuaremos enfrentándolos con el mismo entusiasmo y convicción que nos ha traído hasta aquí, siempre buscando, desde nuestras respectivas áreas del conocimiento, fortalecer a nuestra Universidad y contribuir a la sociedad”.
Solís Ibarra creció con el sueño de estudiar en la UNAM, por lo que recalcó que esta casa de estudios ha transformado su vida, no sólo a nivel profesional, sino también en lo personal, ampliando su conocimiento y comprensión de la sociedad y del país.
“Desde muy pequeño, mis padres me inculcaron un profundo respeto y admiración por la UNAM, no sólo como una institución académica de excelencia, sino también como un símbolo de igualdad de oportunidades y de compromiso social. Ellos me enseñaron que la educación es la vía más poderosa para el cambio, y que formar parte de esta comunidad era un privilegio que debía asumirse con responsabilidad y gratitud”, subrayó.
“En el contexto actual, la UNAM se mantiene como un referente nacional e internacional. En un entorno marcado por desigualdades y desafíos sociales, la Universidad no sólo forma a los profesionales del mañana, sino que además impulsa el cambio a través de la investigación, la difusión cultural y la vinculación con las comunidades más necesitadas. Nuestro trabajo como académicas y académicos demuestra que el conocimiento no es el fin en sí mismo, sino una herramienta para transformar la realidad y proponer soluciones e innovaciones a los problemas del país, desde el desarrollo sostenible, salud pública, igualdad de género y erradicación de la violencia, y muchos otros”.
Puntualizó que este esfuerzo de la comunidad universitaria debe ser respaldado por un apoyo institucional y social, que reafirme a la educación y la investigación como pilares del desarrollo de México.
Debemos responder con tesón a las problemáticas del presente, porque la ciencia y la cultura sólo cobran sentido si se ponen al servicio de los demás”
Por ello, sugirió al gobierno federal, de manera respetuosa, redoblar su compromiso y trabajar de manera conjunta para garantizar los recursos y las condiciones que fortalezcan la educación superior y la investigación. “Invertir en conocimiento y en la educación es invertir en el futuro de la sociedad”, remarcó.
En representación de quienes fueron distinguidos con el Premio Universidad Nacional 2024, Amaya Larrucea Garritz apuntó que esta casa de estudios identificó en ellos cualidades que muestran los ideales universitarios, capaces de hacer su trabajo de forma sobresaliente y que los llevan a asumir el compromiso de seguir buscando caminos que aseguren la conducción a un rumbo mejor.
“En la búsqueda de mejores caminos no desviemos la vista de lo no siempre evidente; no olvidemos, en nuestro trabajo y en nuestro actuar, los efectos que producimos en el planeta. Impidamos que la naturaleza siga siendo ultrajada, reconozcamos su fuerza y admiremos siempre su capacidad genésica. Reclamemos para ella y toda su creación un trato sacro”, comentó.
Larrucea Garritz refirió que “la irrupción del internet ha provocado la llamada revolución de la información, cuyos efectos no podemos predecir. Éste y las últimas herramientas tecnológicas son ya indispensables en nuestro trabajo investigativo y docente, pero no debemos olvidar que requerimos ajustar lo necesario sin permitir el cambio de lo esencial, estando siempre alertas ante el peligro en un camino inexplorado”.
Puntualizó que “este reto nos exige aprender y enseñar a pensar, a discernir, a fomentar el pensamiento crítico y cultivar la paciencia, nadando a contracorriente en un mundo que prioriza la rapidez por encima de la reflexión, un mundo basado en el consumo, a la violencia y en la mercantilización, que apunta directamente hacia la autodestrucción. No podemos distraernos, el día a día nos aleja y es indispensable reconstruir una relación directa y una actitud reverente hacia el mundo en el que existimos y al que estamos incorporados como una especie privilegiada”.
Solamente en los ojos humanos, “la naturaleza puede contemplarse a sí misma; sólo nuestra especie es capaz de reflexionar sobre su lugar en el cosmos y de maravillarse ante la existencia de la vida. Debemos mirar desde afuera, comprender el panorama y trazar una dirección hacia la utópica aparición de la humanidad áurea, en donde la justicia, el diálogo y la ética sean la base del respeto al mundo y a la naturaleza”, reflexionó.
En la ceremonia participaron las coordinadoras de la Investigación Científica; de Difusión Cultural; y para la Igualdad de Género: Soledad Funes Argüello, Rosa Beltrán Álvarez y Norma Blazquez Graf, respectivamente; así como el coordinador de Humanidades, Miguel Armando López Leyva.