Bardo Teatro presentó en el Foro del Dinosaurio del Museo Universitario del Chopo la pieza documento-escénico Me apellido Guerra, en la que a partir de entrevistas en video, notas periodísticas, fotografías, objetos y cartas reconstruye una historia aparentemente personal: la desaparición forzada en 1974 de Ana Luisa Guerra, oriunda de Monterrey, Nuevo León, y cofundadora de la Liga Comunista 23 de septiembre, movimiento de guerrilla urbana que le hizo frente al gobierno mexicano en la década de los 70.
En el camino, este proyecto terminó transformándose en una denuncia con múltiples voces sobre la impunidad y las miles de desapariciones que laceran a un México inmerso en una ola de violencia indescriptible.
Hechos reales
Instalaciones, performance, actos escénicos y conversatorios convergen para contar una historia basada en hechos reales, y a la vez mostrar una acción poética y política. La idea original es de la actriz y bailarina Daniela Guillén Guerra, sobrina de Ana Luisa, quien decide en 2015 emprender una investigación para conocer lo ocurrido con su tía en aquellos años de la llamada Guerra Sucia.
Daniela Guillén descubre que a su pariente se le privó de la libertad, hacinándola a lo largo de dos mil interminables horas junto con otros compañeros en una oscura habitación de dos por cuatro metros de superficie y metro y medio de altura. Sólo la intervención de algunos conocidos de la familia que contactaron con el entonces presidente, Luis Echeverría, hizo posible que la liberaran en una calle desolada de la ciudad de Xalapa, Veracruz, prácticamente al borde de la muerte.
Ana Luisa, química farmacobióloga, madre de dos hijas, activista y militante comunista, regresa años después a la lucha clandestina. Nunca más se le vuelve a ver. En 2016 Daniela Guillén estrena Me apellido Guerra con la idea de indagar en la memoria como un acto de reflexión incesante, y ahora llenó el espacio del Chopo con estas ausencias y las materializó en una propuesta escénica que provoca interrogantes sobre el carácter del individuo como entidad política y social.
El proyecto se compone de tres volúmenes que exploran la escena, la performatividad y la instalación, ampliando CULTURAasí un campo de acción que permite penetrar en la subjetividad de los recuerdos, y con ello generar espacios de diálogo.
En ese contexto, se presenta Los miles/tributo a la transitoriedad humana, instalación que aborda la leyenda del ‘tsuru’, que no es más que el anhelo de ofrecer un regalo a una sociedad enferma. Acto inspirado en la leyenda del Senbazuru. Las mil grullas de origami. La noble intención es multiplicar, involucrar y generar una red de personas que activen el deseo de hacer presentes aquellos cuerpos ausentes en esta sociedad.
Otros de los elementos que integran el programa son el Documento escénico sobre la vida de Ana Luisa Guerra, los Conversatorios y Esto todavía (no) es una fiesta, en esta última parte se recuerda con canciones a los desaparecidos para, literalmente, volver a pasarlos por el corazón. Música que ayuda a conectar con aquellos que ya no están con nosotros y que nos sugiere imaginar nuevas puestas de sol en espacios desbordantes de grullas.
Bardo Teatro quiere con su obra que subamos al escenario, bordemos imágenes, cantemos nuestras nostalgias y que en cualquier momento durante la representación nos cambiemos de lugar para, sin muchos aspavientos, cuestionar al ser político que nos habita.