Son la octava generación de esa carrera
Egresan 32 universitarias y universitarios de la licenciatura en Ciencias Forenses
“En la UNAM no somos profesores de librito, estamos en el campo de batalla, tenemos experiencias y las podemos compartir”: Patricia Dávila Aranda
Un entusiasta grupo de 32 estudiantes egresó de la octava generación de la licenciatura en Ciencias Forenses de la UNAM. “Hicieron un esfuerzo importante al estudiar en plena pandemia”, les dijo Patricia Dávila Aranda, secretaria general de la UNAM.
“Tuvieron un camino colmado de diferentes sentimientos, buenos y malos. Seguramente se forjaron amistades que perdurarán toda la vida, tuvieron momentos de desvelo por trabajar fuerte y conocieron algo que fomentamos en la Universidad: el trabajo en equipo”, añadió.
Al encabezar la ceremonia de entrega de constancias de conclusión de estudios de la generación 2021 de la Escuela Nacional de Ciencias Forenses (ENaCiF), Dávila Aranda dijo que los profesores seguramente les dieron todo un bagaje científico, pero además compartieron su experiencia, lo que ellos hacen y viven.
“En la UNAM no somos profesores de librito, estamos en el campo de batalla, tenemos experiencias y las podemos compartir”. En el Aula Magna de la ENaCiF, dijo a los egresados que superaron todas las dificultades. “Por eso están sentados hoy aquí, felices, porque terminan una etapa importante de su vida. Es necesario agradecer a la UNAM, una universidad pública, laica y gratuita que les da una formación, y al país, que tiene muchos problemas, pero los tiene aquí a ustedes”.
Invitó a quienes culminaron sus estudios a que realicen su servicio social y se titulen. “Hay muchas opciones de titulación para que ustedes terminen. Luego tienen que seguir estudiando, pues eso debe ser constante por el resto de sus vidas; tienen un compromiso con la UNAM y con la ENaCiF. Son pumas para siempre y eso es un orgullo y un compromiso. Nos interesa formar profesionistas, pero sobre todo personas de bien”.
Zoraida García Castillo, directora de la ENaCiF, dijo que el evento simboliza la terminación de sus esfuerzos y dedicación y por eso hay que celebrarlo. “Esta generación ingresó a la Escuela en plena pandemia. Por primera vez aplicamos un examen de admisión a distancia, los recibimos en aulas virtuales y teníamos la enorme carga de que su desempeño no fuera el mejor. ¡Y lo logramos! Fuimos caminando con ustedes esas etapas y me sentí emocionada cuando comenzaron a venir a las aulas y los laboratorios de manera presencial. Me preocupaba que no hubiesen desarrollado las habilidades de un programa altamente práctico, pero lo hicieron”.
García Castillo invitó a los egresados a seguir formándose en su ejercicio profesional, para que abonen a la presencia de la ciencia en la justicia. “Hagamos que nuestra nación cambie, podemos lograrlo desde nuestra aportación. No se desalienten, hagamos que sus conocimientos y habilidades que aquí han adquirido se reflejen en un mejor ambiente de justicia y de paz”.
Gabriela Ochoa Rivera, profesora de fotografía forense avanzada (quien se hizo merecedora del reconocimiento instaurado el año pasado para dar visibilidad anualmente a los logros académicos del profesorado y quien fue evaluada por el alumnado) destacó ante los egresados que “hoy tienen un gran compromiso y responsabilidad, pues el país los está esperando con los brazos abiertos. Estoy segura que pondrán muy en alto el nombre de nuestra escuela y nuestra universidad”.
En nombre de los egresados, Ailin Mariana Martínez Juárez, la alumna que tuvo el mejor promedio de su generación, señaló que durante cuatro años de este importante capítulo de sus vidas los alumnos han vivido un sinfín de experiencias y toda clase de emociones.
Agradeció a todos los profesores por sus enseñanzas, por “mostrarnos cómo pensar e impulsar todo nuestro potencial para crecer como profesionales y personas. Sin su apoyo y guía no estaríamos hoy aquí”.
También recibieron reconocimientos los docentes María Elena Bravo Gómez y Jorge Luis López Zepeda, ambos académicos muy queridos por su comunidad que obtuvieron medalla y diploma por 25 años de servicio a la UNAM.