El 8 de julio tampoco se olvida

El jueves 8 de julio de 1976 la historia del periodismo en México cambió y el país, también

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El jueves 8 de julio de 1976 la historia del periodismo en México cambió y el país, también.
Lo que se conoce como El golpe a Excélsior marcó una línea divisoria entre el quehacer periodístico de ese momento y el que devendría.

Ahora, a 43 años de distancia, cientos de miles de cuartillas se han escrito acerca de la implementación del golpe, organizado por el presidente Luis Echeverría, con la mano ejecutora de Regino Díaz Redondo. La maniobra del 10 de junio de ese año, al invadir los terrenos de Paseos de Taxqueña, desarrollo urbanístico propiedad desde hacía décadas a la cooperativa de Excélsior y donde la idea era edificar casas para sus trabajadores.

La madrugada de ese 8 de julio, en compañía de Laura Medina y de Roberto Martínez Maestre, en los talleres del diario, vimos llegar en tropel a decenas de trabajadores de talleres, encabezados por Díaz Redondo, alcoholizados, con la intención–lograda– de impedir que la página 22 del diario, donde 49 colaboradores del diario, bajo el título “¡Libertad de Expresión!”, denunciaban que pronto se vendría una agresión al ejercicio de la prensa libre en México”. *

Imposibilitados de hacer nada por impedirlo, nos dedicamos a hablarles a quienes a esa hora de la madrugada no estaban en el diario. Yo le hablé a Vicente Leñero y a otros. Laura y Roberto a los demás.

Lo demás es historia: la espuria asamblea encabezada por Díaz Redondo. Gente empistolada que no pertenecía al diario. Los trabajadores de talleres, con sombreros gritaban: “La indiada ya votó”. En el tercer piso del diario (la redacción general) se realizó otra asamblea, encabezada –entre otros– por Scherer, Hero Rodríguez Toro, Miguel Granados Chapa. Ahí se decidió no aceptar los acuerdos de la asamblea reginista.

Después, apostados en la dirección general, recibimos la visita de Víctor Payan, enviado de Regino, quien nos daba 15 minutos para salir “o habrá funestas consecuencias”. De común acuerdo, abandonamos el recinto de Reforma 18.
Después del golpe, se realizaron sinfín de reuniones: que, si recuperamos el diario, que sí, que no, que era una batalla perdida… La reacción de la sociedad civil fue apabulladora. Todos rechazaban el acto cometido. Inclusive en el auditorio Justo Sierra de la UNAM, Fernando Meraz –representante de los jóvenes periodistas de Excélsior– pronunció un memorable discurso, que arrancó goyas y gritos de apoyo al diario.

Pero las cartas ya estaban echadas: no volveríamos a Excélsior

De este golpe, nacieron Proceso, de Julio Scherer, unomásuno, bajo la dirección de Manuel Becerra Acosta (y años después de un conflicto interno en este diario) La Jornada. Así, el periodismo en México cambió, se tornó más crítico, denunciante.
Vicente Leñero en Los periodistas, Julio Scherer, en La Terca memoria y Los presidentes y Manuel Becerra Acosta, en Dos poderes, hacen referencia a lo sucedido ese día en que Excélsior, el mejor diario de América Latina en ese momento, dejó de existir.
La mayoría de los protagonistas principales de este suceso han fallecido. La lista es larga: Julio Scherer, Vicente Leñero, Manuel Becerra Acosta, Pedro Álvarez del Villar, René Arteaga, Miguel Granados Chapa, Hero Rodríguez Toro, Jorge Villa, Leopoldo Gutiérrez, Francisco Fe…, e inclusive el director espurio, Regino Díaz Redondo, quien después de ser expulsado de Excélsior por sus turbios manejos económicos, viajó a España, donde murió, borrado de la memoria periodística del país.

*“Hoy la frecuente embestida contra Excélsior llega a límites nunca antes alcanzados.

“Urge informar a la nación: se quiere cumplir cabalmente y pronto una agresión al ejercicio de la prensa libre en México. Se trata de desprestigiar a nuestro periódico y a quienes lo dirigen, presentándolos como enemigos del país…

“Excélsior ha logrado ser el medio de información de los acontecimientos nacionales y situaciones que configuran nuestra realidad, y foro abierto a los que examinan y enjuician con buena fe esos mismos acontecimientos y situaciones…

“Sin ignorar que Excélsior de hoy es fruto de una tarea colectiva, resultado de los afanes de sus trabajadores, afirmamos hoy aquí nuestra adhesión a Julio Scherer García y a Hero Rodríguez Toro, cuya dirección y cuya gerencia responden enteramente a nuestra exigencia de un periodismo responsable y libre, único de veras, útil a la sociedad mexicana”.

Entre otros, signaron esa página, José Emilio Pacheco, Alejandro Avilés, Miguel López Azuara, Heberto Castillo, Carlos Monsiváis, José Antonio Alcaraz, Antonio Delhumeau, Salvador Elizondo, Froylán López Narváez, Francisco Fe Alvarez, Gastón García Cantú, Abel Quezada, Ricardo Garibay, Juan José Hinojosa, Jorge Ibargüengoitia, Abelardo Villegas, Armando Labra, Pablo Latapí, Ángeles Mastreta, Samuel Máynez, Enrique Maza, Rogelio Naranjo, Francisco Paoli Bolio, Carlos Pereyra, Rafael Rodríguez Castañeda, Esther Seligson, Samuel del Villar…

Texto de la página 22 de Excélsior del 8 de julio de 1976, que nunca apareció.

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